Un gimnasio sobre los cines Luna

Un joven emprendedor del mundo del fitness le ha cogido la delantera en los cines Luna al t¨¢ndem formado por dos empresas del espect¨¢culo, las de Enrique Salaberr¨ªa y la familia Larra?aga. El edificio que construyera en los ochenta el productor Emiliano Piedra ¡ªy que llevaba a?os abandonado y decr¨¦pito¡ª, albergar¨¢ ya el pr¨®ximo mes no las dos salas de teatro que se hab¨ªan anunciado sino un gimnasio ¡°de lujo pero asequible¡±, seg¨²n promete su due?o. Una amplia lona que cubre la mitad del inmueble lo anuncia desde hace tres d¨ªas: ¡°M¨¢s de 1.400 metros dedicados a zonas deportivas¡±. ¡°Oferta de lanzamiento: 19,90 euros al mes para los primeros 500 socios¡±.

Un pu?ado de musculados modelos ha repartido tambi¨¦n publicidad por la capital anunciando la apertura. Si no hay ning¨²n contratiempo, aficionados a quemar grasas y al espect¨¢culo compartir¨¢n el edificio. El gimnasio, Gymage, ocupar¨¢ su mitad superior (segunda, tercera planta y ¨¢tico), que pertenece a los herederos de Piedra. En la parte de abajo (primera planta y s¨®tano), Salaberr¨ªa confirma que siguen planeando construir dos salas de teatro. ¡°Lo que no sabemos aun es el n¨²mero de butacas, estamos esperando la licencia del Ayuntamiento¡±, dice sin disimular su fastidio por el retraso.

Carlos Engu¨ªdanos, de 29 a?os y propietario de una agencia de modelos fitness, es el due?o del gimnasio, que no es un simple gimnasio. El concepto es el fruto de su proyecto de fin carrera del a?o pasado, cuando complet¨® el curso de director creativo de estilo de vida del Instituto Europeo de Dise?o (IED). ¡°Es un centro deportivo conceptual. Adem¨¢s de gimnasio, organizaremos ruedas de prensa de deportistas de ¨¦lite, eventos de marcas relacionadas con lo f¨ªsico, lo est¨¦tico, la salud y el deporte¡­ Queremos crear el centro del deporte en Madrid¡±, dice con total seguridad.

En el ¨¢tico explica que habr¨¢ una piscina ¡°con ca¨ªda al vac¨ªo y barra en el agua¡±, as¨ª como un restaurante. ¡°Y todo a precio asequible¡±, insiste. Adem¨¢s, ha firmado un convenio con la Universidad Europea de Madrid y la Catedral de las tecnolog¨ªas del Ayuntamiento de Madrid. ?Qu¨¦ tipo de proyectos pueden nacer esta peculiar uni¨®n? Engu¨ªdanos lo explica con un ejemplo: ¡°Queremos crear energ¨ªa en las cintas de correr y en las bicicletas que cederemos para el alumbrado de la plaza Luna. Es un Ciclo renovable: el ciudadano genera la energ¨ªa, nosotros la transformamos, y el Ayuntamiento, la sociedad, la recibe¡±.

Adem¨¢s de m¨¢quinas, en el gimnasio se impartir¨¢n clases de yoga, pilates o una nueva modalidad, el cross-it, una masoquista forma de ponerse en forma que emula el entrenamiento de los militares (subir una cuerda, abdominales¡­). ¡°Es una pasada, es divertido y te pone s¨²per en forma¡±, dice Engu¨ªdanos, que afirma haber negociado un buen precio de alquiler por el espacio, que "estaba destruido¡± y ha tenido que reformar. ¡°Mi madre es la constructora¡±, aporta.

Enrique Salaberr¨ªa desconoc¨ªa de la existencia de sus futuros vecinos. ¡°?Un gimnasio? No ten¨ªa ni idea. ?D¨®nde puedo informarme m¨¢s?¡±, pregunta el empresario, que estima que las obras de las salas de teatro empezar¨¢n este mismo mes y supondr¨¢ una inversi¨®n de dos millones de euros. El joven empresario tambi¨¦n ve con buenos ojos el maridaje: ¡°Me parece genial, nos complementaremos¡­¡±, dice. Y apunta que en dos d¨ªas han volado las 500 plazas que anuncia la lona que cuelga del edificio.