El regreso de Juan Valera
El autor de Pepita Jim¨¦nez regresa a los anaqueles madrile?os con una obrita de trasunto amatorio llena de sabidur¨ªa vital
La reciente publicaci¨®n, por una editorial madrile?a, de Asclepigenia, una obra casi desconocida de Juan Valera (Cabra, 1824-Madrid, 1905), anuncia una buena nueva literaria de gran alcance en la ciudad. Por dos razones: la primera, porque la edici¨®n de una obra de su naturaleza constituye una apuesta por la excelencia literaria en Madrid, acosada hoy por mucha y huera mercadotecnia; y la segunda raz¨®n, porque este textito, de apenas un centenar de p¨¢ginas en tama?o de bolsillo, con ep¨ªlogo de un madrile?o universal, precisamente complutense, Manuel Aza?a (Alcal¨¢ de Henares, 1880-Montauban,1940), es un tratado del arte amatorio, tan necesitado siempre de sabidur¨ªa -sobre todo pr¨¢ctica- seg¨²n propone jugosa e ir¨®nicamente el autor.
El diplom¨¢tico egabrense, que descoll¨® por su universal Pepita Jim¨¦nez -un despliegue de saber psicol¨®gico y de autonom¨ªa moral civil- sit¨²a la acci¨®n de su obrita en Bizancio, pero sus cuatro personajes bien pudieran tres hombres y una mujer, impar ella, de un Madrid de hoy y de siempre. Arrogancia, dinero y academia encarnan en tres personajes masculinos a los cuales la sabia, atractiva y poderosa Asclepigenia encandila e instruye con su naturalidad.
Concebido como un tetr¨¢logo, el relato filtra una feroz s¨¢tira ¨Cquiz¨¢ tambi¨¦n autocr¨ªtica- contra el amor llamado plat¨®nico que, en t¨¦rminos actuales, podr¨ªa ser descrito como amor a escala digital: ambos se ven taimados por la ausencia del factor presencial, t¨¢ctil y cercano que consuma la plenitud amatoria.
Si el amor gu¨ªa al mundo, sugiere Valera, es por ser expresi¨®n suprema de la Naturaleza. Pero el platonismo acartonado, ahora tecno-digitalizado y exaltado al rango de segunda Naturaleza, aleja de aquella a los seres humanos. A Manuel Aza?a su conocimiento de la obra del escritor egabrense le granje¨® el Premio Nacional de Literatura en 1927: tal saber lo prueba en su ep¨ªlogo con una desenvoltura anal¨ªtica congruente con la estatura intelectual del alcala¨ªno. Librito, pues, delicioso, por actual y necesario y por recobrar un autor que nunca debi¨® quedar orillado de los anaqueles madrile?os.
Asclepigenia. Por Juan Valera. Introducci¨®n de Andr¨¦s Amor¨®s. Ep¨ªlogo de Manuel Aza?a. Ediciones 98. 112 p¨¢ginas. Madrid. 16 euros.
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