¡°El colapso de la negociaci¨®n colectiva no beneficia a nadie¡±

El presidente del Consejo vasco de Relaciones Laborales, CRL, Tom¨¢s Arrieta, cree que la reforma laboral ¡°es un fracaso¡±

Pregunta. ?Se imaginaba una situaci¨®n como la actual en materia laboral?

Respuesta. No. Casi todos o todos estamos sorprendidos frente a una situaci¨®n que hace unos a?os era dif¨ªcilmente imaginable.

P. ?Y en el plano econ¨®mico?

R. Las conexiones entre ambos planos son evidentes, todo tiene el origen en una crisis econ¨®mica sin precedentes, de la que no acabamos de salir y cuya superaci¨®n hoy se nos presenta a todos como incierta. Eso tiene un efecto multiplicador y uno de los campos en los que la crisis ha incidido propiciando una reforma de calado como la reforma laboral es el de las relaciones laborales.

P. ?Cree que la propia reforma est¨¢ incidiendo en la situaci¨®n econ¨®mica? ?Est¨¢ ayudando o complicando?

R. Hay una parte de la situaci¨®n de los trabajadores atribuible a la propia reforma. Los datos son concluyentes. Con las sucesivas reformas no ha mejorado la situaci¨®n del empleo, no ha mejorado la situaci¨®n general y desde ese punto de vista la reforma es un fracaso. Cuando se iniciaron las reformas sus impulsores declaraban que el objetivo era la mejora del mercado y del empleo. Poco a poco se ha ido instalando el discurso que vincula la mejora de ambos al ciclo econ¨®mico. Es un ejemplo de discurso circular. Hoy nadie puede afirmar que la reforma por s¨ª misma ha mejorado las cosas. La gran incertidumbre es si en otro escenario de recuperaci¨®n, esas nuevas normas incidir¨ªan de forma positiva. Pero de momento todos seguimos a la espera.

P. Efectivamente esa es la tesis oficial. ?Usted cree que los mecanismos que incorpora son buenos?

R. Creo que la reforma ha tenido un primer efecto que se traduce en una mayor destrucci¨®n de empleos al flexibilizar las extinciones de contratos. En un contexto de mayor normalidad, el reto al que se enfrenta el modelo de relaciones laborales es conseguir mayor flexibilidad interna pero a trav¨¦s de la negociaci¨®n, un modelo de flexibilidad interna negociado. Para ello la reforma facilita los instrumentos de resoluci¨®n pactada de conflictos como el PRECO en el caso de Euskadi. Pero el colapso de la negociaci¨®n hace que eso no arranque. La gran inc¨®gnita es si seremos capaces de crear flexibilidad sin romper los equilibrios b¨¢sicos.

P. ?Y c¨®mo se puede hacer eso?

La incertidumbre es si la reforma laboral servir¨¢ en otras condiciones

R. Pactando los supuestos, estableciendo de manera negociada los procedimientos y activando los mecanismos que tenemos como el PRECO. Pero este instrumento tendr¨¢ tanto m¨¢s papel contra mayor sea la negociaci¨®n colectiva y la implicaci¨®n de sus actores. Pero eso est¨¢ parado.

P. ?A qui¨¦n beneficia el bloqueo de la negociaci¨®n colectiva?

R. Yo deber¨ªa de decir que no beneficia a nadie, pero adem¨¢s lo digo porque lo creo. Si miramos a corto plazo est¨¢ claro a quien perjudica, pero hay que mirar a largo. ?Qu¨¦ es lo que est¨¢ pesando sobre la negociaci¨®n? La actual situaci¨®n dificultad para pactar hace muy dif¨ªcil pactar salarios y jornadas, pero hay otro gran tema como la estabilidad de los convenios y la ultraactividad, que lo est¨¢ lastrando y ensombrece su futuro. Los convenios son instrumentos de mejora de las condiciones, y si se pierde, hay un retroceso, y adem¨¢s se rompe la l¨®gica en la que todos, m¨¢s o menos nos hemos movido. Y eso es un reto y est¨¢ lastrando la negociaci¨®n.

La ultraactividad est¨¢ lastrando la negociaci¨®n colectiva y el futuro

P. Estamos hablando de en torno a medio mill¨®n de trabajadores sin convenio actualizado...

R. Solo una cuarta parte de los trabajadores tiene el convenio actualizado, luego el resto est¨¢n en una situaci¨®n de notable incertidumbre. No solo porque no actualizan sus condiciones sino porque esta nueva regulaci¨®n les coloca ante la eventualidad no lejana en el tiempo, en septiembre de 2013, de perder la cobertura del convenio ¡ªultraactividad¡ª. Y la recuperaci¨®n de esos convenios ser¨¢ mucho m¨¢s problem¨¢tica.

P. Lo que supone para los trabajadores es que no mejoran sus condiciones econ¨®micas pese a que los precios siguen subiendo...

R. En el mejor de los casos congelan sus condiciones econ¨®micas y laborales cuando los dem¨¢s parametros suben, los precios evolucionan al alza y se pierde poder adquisitivo. Pero ese no es el peor de los escenarios posibles. El peor es el que que se puede dar en septiembre del pr¨®ximo a?o si no han renovado su convenio porque esas condiciones se perder¨¢n y esa es una situaci¨®n totalmente nueva para la mentalidad y para lo que ha sido el modelo de relaciones laborales hasta ahora.

El gran riesgo para el modelo es que se pierde el basado en la negociaci¨®n

P. ?Perder definitivamente el convenio significa perder las condiciones econ¨®micas de cada trabajador y volver al convenio estatal si se le puede aplicar o al Estatuto de los Trabajadores?

R. No exactamente. Los trabajadores mantendr¨¢n sus condiciones econ¨®micas como derechos personales, pero con la diferencia de que la protecci¨®n jur¨ªdica de esos derechos queda disminuida. En consecuencia, su posici¨®n ser¨¢ menos s¨®lida. Y a quienes no disfrutaron nunca de esas condiciones y se incorporan a la empresa como trabajadores nuevos se les aplicar¨¢ la ley, y en base a pactos individuales. Y eso s¨ª puede ser una gran diferencia. La Ley trata a los convenios colectivos con mayor protecci¨®n jur¨ªdica que a los pactos personales.

P. La reforma da a la empresa m¨¢s capacidad para fijar las condiciones laborales. ?Cree que beneficia a alguna organizaci¨®n sindical?

En el nuevo prima la determinaci¨®n unilateral de las condiciones

R. El gran riesgo para el modelo es que se pierde el que estaba basado en el di¨¢logo y se avanza hacia otro en el que prima la determinaci¨®n unilateral de condiciones. Eso es malo y es malo para todos. Ese no es un buen contexto para avanzar. El modelo bueno exige coparticipaci¨®n, compromiso, cohesi¨®n, equilibrio interno y participaci¨®n real en cada organizaci¨®n. Lo urgente no nos puede impedir ocuparnos de lo necesario.

P. ?Patronal y sindicatos est¨¢n preparados para afrontar es nuevo modelo?

R. Creo que nadie est¨¢ preparado para esto. Usted comenzaba la entrevista pregunt¨¢ndome si me pod¨ªa imaginar este escenario. No estamos ninguno preparados, pero lo tenemos que hacer porque en ello nos va parte del futuro.