Sara Baras trae aires de libertad
Su espect¨¢culo ¡®La Pepa¡¯ es el ¨²nico que ocupa tres noches en la Bienal
Casi justo a los seis meses de su estreno, el espect¨¢culo La Pepa de la bailaora gaditana Sara Baras recala en la Bienal. Lo har¨¢ durante tres noches ¡ªde viernes 14 a domingo 16¡ª en el Teatro de la Maestranza, protagonizando un caso ¨²nico en la presente edici¨®n de la cita sevillana. Es un dato relevante en los tiempos que corren y, por ello, se le pregunta a la artista si no habr¨¢ sido la propia Pepa la que le ha dado la valent¨ªa para atreverse con el reto de llenar tres noches seguidas el coliseo del paseo de Col¨®n. ¡°Yo solo dije que quer¨ªa estar en la Bienal, el resto es cosa de mi equipo¡±, responde. ¡°Lo mejor de la vida ¡ªa?ade¡ª es rodearse de personas de calidad, y no solo en lo art¨ªstico, sino en lo personal. Y yo tengo la suerte de tener el mejor equipo de personas¡±.
En la conversaci¨®n, su determinaci¨®n de estar en Sevilla se antepone a todo. Insiste una vez y otra en las ganas que tiene y en la ilusi¨®n que le produce volver, pero a?ade tambi¨¦n que regresa con mucha tranquilidad. ¡°Estar en Sevilla te obliga a buscar la magia ¡ªreconoce¡ª pero creo que llegamos con mucha seguridad. La gira de La Pepa est¨¢ yendo muy bien y la obra ha cogido un mensaje y una energ¨ªa bestial¡±. ¡°Humildemente ¡ªa?ade¡ª creo que volvemos siendo mejores¡±. La artista, de inmediato, lo achaca a su todav¨ªa reciente maternidad y al peso que ha tenido en su manera de ver las cosas. De hecho, reconoce que la existencia de su hijo est¨¢ marcando el tempo de la gira de este espect¨¢culo. Todo se programa en funci¨®n de ¨¦l y, de hecho, viaja con la artista a todos sus compromisos. ¡°Se lo digo a mi compa?¨ªa. Si no llevamos el ritmo loco de otros a?os se lo deb¨¦is al peque?o¡±.
La obra naci¨® para el Bicentenario de la Constituci¨®n de C¨¢diz de 1812
Y de vuelta a Sevilla y a la Bienal, es la propia artista la que se encarga de subrayar que regresa a un sitio por el que ha pasado casi toda su carrera. Recuerda su espect¨¢culo de la edici¨®n de 1998, cuando todav¨ªa era veintea?era, aquel C¨¢diz, La Isla junto al recordado Chano Lobato, y se asombra del tiempo pasado. Tambi¨¦n se acuerda de que en la Bienal estren¨® su Juana la Loca (2000) y su Mariana Pineda (2002), dos de las mujeres que, junto con Carmen y la actual Pepa componen su personal tetralog¨ªa de mujeres hero¨ªnas. Porque, por m¨¢s que la ¨²ltima sea una alegor¨ªa, Sara siempre insiste en que La Pepa tiene piel. La obra naci¨® como un encargo para la conmemoraci¨®n del Bicentenario de la Constituci¨®n de C¨¢diz de 1812, de hecho, se estreno el mismo d¨ªa 12 del pasado mes de marzo en la capital gaditana, pero tras el periodo de su preparaci¨®n, la bailaora afirmaba con rotundidad que, por mucho que le hubiesen marcado los anteriores personajes, ella se sent¨ªa la Pepa, de tanto que se hab¨ªa metido en ese ser virtual que encarna los valores de la libertad y representa a C¨¢diz a la vez.
¡®La Pepa¡¯ estuvo una semana en Madrid con ocho funciones llenas
Sara afirma que en los seis meses que lleva de gira, La Pepa ¡°ha crecido mucho, ha ido redonde¨¢ndose¡± dentro de esa dial¨¦ctica producto del rodaje y de la respuesta del p¨²blico. ¡°Cuando salimos de C¨¢diz ¡ªrelata¡ª, ¨ªbamos con el nervio de la duda, de si en otros lugares iban a entender, sobre todo, los detalles, porque esta es una obra de muchos detalles, pero ha sido lo contrario. No s¨¦ si la gente se da cuenta o diferencia la seguiriya de la sole¨¢, pero lo que nosotros sentimos es una explosi¨®n de magia, y la compa?¨ªa disfruta mucho con cada representaci¨®n¡±. De la gira, pues, la artista no cuenta m¨¢s que sensaciones positivas. Recuerda a Santander, porque fue el primer lugar tras C¨¢diz, el Festival de Peralada, la semana de Madrid con las ocho funciones llenas, pero se detiene de forma especial en La Uni¨®n, en cuyo festival fue homenajeada. ¡°All¨ª tuvimos que hacer una Pepa muy desnuda, adaptada de luces y escenograf¨ªa porque no cab¨ªa en el escenario, pero le pusimos mucho coraz¨®n para que no se notase la diferencia¡±.
De experiencias como la de La Uni¨®n, la bailaora extrae una ense?anza. ¡°Vamos recorriendo el mundo y tenemos la suerte de estar en los mejores teatros, pero no olvido quien soy ni de d¨®nde vengo, y los lugares del flamenco son sagrados¡±. Como Sevilla, como la Bienal a la que regresa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.