¡°Mi casa la han partido en dos¡±

Este mi¨¦rcoles fue el ¨²ltimo d¨ªa de trabajo para los 260 empleados del Ayuntamiento de Jerez afectados por el primer Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) presentado por el gobierno municipal del PP. Sus contratos ya est¨¢n extinguidos, la indemnizaci¨®n por ¡°despido procedente¡± en sus bolsillos, pero siguen sin saber por qu¨¦ ellos, entre un total de 2.000 trabajadores, fueron los elegidos para perder sus empleos.

Seis meses despu¨¦s de anunciarse el ERE, la Inspecci¨®n de Trabajo destaca que no existe informe alguno que permita determinar que la selecci¨®n de afectados ha sido objetiva. La alcaldesa, Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo, dice que ha querido tramitar un ERE ¡°rentable para Jerez¡±, motivo por el que, seg¨²n defiende, ha decidido obviar antig¨¹edad, cargas familiares o circunstancias personales para primar ¡°la polivalencia¡± con el fin de hacer del Consistorio una administraci¨®n ¡°m¨¢s eficaz y productiva¡±.

Manuela era la ¨²nica mujer de entre 40 jardineros municipales

Entre el personal despedido se pueden encontrar operarios con m¨¢s de 20 a?os de antig¨¹edad, padres de hijos discapacitados, madres solteras, viudas con hijos a su cargo, un t¨¦cnico de turismo que habla cinco idiomas y tutor legal de una madre con Alzheimer y una hermana con s¨ªndrome de Down, o un matrimonio con hijos adolescentes a su cargo.

Manuela Fern¨¢ndez tiene 48 a?os. Entr¨® a trabajar en el Ayuntamiento como jardinera en 2001. Aprob¨® una oposici¨®n sin plaza en 2004. Es la n¨²mero tres en la bolsa de trabajo y desde este mi¨¦rcoles est¨¢ en la calle. Jos¨¦ Manuel Pozo tiene 48 a?os es pintor de la delegaci¨®n de Infraestructura y n¨²mero uno en la bolsa de trabajo municipal. Como Manuela, aprob¨® una oposici¨®n en 2004 y, como ella, tambi¨¦n est¨¢ en la calle. Manuela y Jos¨¦ Manuel est¨¢n casados y son padres de dos hijos, de 24 y 19 a?os, que viven en el domicilio familiar y estudian para tratar de encontrar un trabajo.

¡°Mi casa la ha partido en dos. Se la ha cargado de un plumazo. Ella (en referencia a la alcaldesa Garc¨ªa Pelayo) dijo que iba a respetar a al menos a uno de los miembros de un matrimonio, pero nos ha echado a los dos¡±, lamenta cabizbaja Manuela. ¡°De los 40 jardineros de Medio Ambiente han despedido a dos mayores de 59 a?os para que se acojan a una prejubilaci¨®n y a otros dos, entre ellos yo, la ¨²nica mujer del departamento¡±. ¡°Hay gente por detr¨¢s de mi en la bolsa que se ha salvado y gente que no han echado y que ni siquiera est¨¢¡±. Cuando tienes una posici¨®n en la bolsa es porque re¨²nes una serie de m¨¦ritos, pero eso tampoco se ha tenido en cuenta¡±, protesta Manuela.

Sentado junto a su mujer, Jos¨¦ Manuel saca de una carpeta una fotocopia de la lista de la bolsa de trabajo que refleja que es el primero de entre centenares de nombres, el informe favorable de su jefe para avalar su profesionalidad o la alegaci¨®n presentada al gobierno y no contestada. Este pe¨®n no quiere hablar en p¨²blico de persecuci¨®n sindical, pero confirma que de la lista de 32 candidatos a delegados de UGT en el Consistorio en las ¨²ltimas elecciones, 25 han entrado en el ERE. Entre ellos, ¨¦l y su hermano, n¨²mero dos de la bolsa de trabajo.

Sindicatos y oposici¨®n hablan de ¡°caza de brujas¡± mientras que el PP subraya la ¡°objetividad¡± del expediente. Los populares afirman que el ERE ¡°pone orden en el caos, las injusticias y el sobredimensionamiento que gener¨® (el exalcalde) Pedro Pacheco en la plantilla¡±. ¡°Es una medida dolorosa, pero necesaria¡±, zanja el PP.