El juicio al doctor Mor¨ªn recrudece la batalla sobre el aborto
El fiscal pide 309 a?os de c¨¢rcel para el responsable de las cl¨ªnicas abortistas El reportaje con c¨¢mara oculta que destap¨® el caso no servir¨¢ como prueba
El doctor Carlos Mor¨ªn afronta, a partir de hoy y durante dos meses, un juicio complejo que va a poner a prueba su precaria salud y va a reabrir el debate sobre el aborto. Han pasado casi cinco a?os desde que la Guardia Civil irrumpi¨® en las cl¨ªnicas abortistas que regentaba en Barcelona, que desde entonces permanecen cerradas. Mor¨ªn, que se ha retirado a vivir a Menorca, se ha convertido en un s¨ªmbolo ambivalente. Para unos, es el hombre que permiti¨® abortar a miles de mujeres en dificultades. Para otros, los que le han empujado al banquillo de los acusados, es la representaci¨®n del mal.
Mor¨ªn afronta una petici¨®n de 309 a?os de c¨¢rcel por practicar un centenar de abortos ilegales hasta 2007. Seg¨²n la fiscal¨ªa, las interrupciones voluntarias de embarazo se hicieron ¡°sin l¨ªmite temporal alguno¡± y con un ¡°af¨¢n desmedido de lucro¡±. A sus cl¨ªnicas ¡ªGinemedex, TCB y CBM¡ª acud¨ªan cada a?o cientos de mujeres de toda Espa?a y del resto de Europa, que en muchos casos se acog¨ªan a uno de los tres supuestos que recog¨ªa la extinta ley de 1983, que despenaliz¨® el aborto: el riesgo para la salud f¨ªsica o mental de la madre. En la mayor¨ªa ocasiones, dice el fiscal, no se cumpli¨® el requisito legal de que la mujer fuera visitada por un psiquiatra.
Aunque hac¨ªa tiempo que grupos cat¨®licos intentaban torpedear las cl¨ªnicas del doctor Mor¨ªn, el punto de partida del caso lo marc¨® un reportaje emitido por la televisi¨®n p¨²blica danesa. Una periodista embarazada fingi¨® inter¨¦s en abortar y mantuvo conversaciones reveladoras con Mor¨ªn. Con ese material, el movimiento ultraconservador E-Cristians interpuso una querella que la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 33 de Barcelona, Elisabet Castell¨®, admiti¨® a tr¨¢mite a pesar de que antes hab¨ªa dado carpetazo a denuncias similares. Al caso se sumaron despu¨¦s otras acusaciones, como Alternativa Espa?ola, la Fundaci¨®n Tom¨¢s Moro y el Colegio de M¨¦dicos de Barcelona.
Los magistrados que van a juzgar a Mor¨ªn han dicho que ese reportaje no va a poder aportarse como prueba porque fue grabado con c¨¢mara oculta y, por tanto, es il¨ªcito. Tampoco podr¨¢n declarar como testigos los tres periodistas.
Los investigadores pincharon los tel¨¦fonos de Mor¨ªn y sus colaboradores ¡ªincluida su esposa, Mar¨ªa Luisa Dur¨¢n¡ª y registraron los centros. De all¨ª se llevaron miles de historias cl¨ªnicas. Las defensas de los acusados, un total de 12, van a intentar que se declaren nulas esas diligencias para evitar que se celebre el juicio. La investigaci¨®n que se sigui¨® con la filial de Ginemedex en Madrid qued¨® archivada; el juez consider¨® que existieron irregularidades administrativas, pero no delitos.
El caso Mor¨ªn influy¨® decisivamente en los cambios legales sobre el aborto ¡ªla ley de plazos del Gobierno Zapatero¡ª y supone un reto para los grupos antiabortistas. El presidente de E-Cristians, Josep Mir¨® Ard¨¨vol, subray¨® ayer que el juicio ¡°tiene una importancia decisiva para Espa?a¡± y reproch¨® que las cl¨ªnicas privadas se ¡°aprovechen¡± del aborto, que supone ¡°un grave riesgo para la mujer¡±. Algunas de las mujeres que abortaron declararon como imputadas ante la juez, aunque despu¨¦s fueron exculpadas y hablar¨¢n como testigos en el juicio. Para Mir¨®, el aborto se presenta como ¡°un pretendido acto de liberaci¨®n¡± pero, en realidad, ¡°consiste en matar¡±.
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