Un testigo del crimen de la T-4 denuncia tardanza en asistir a la mujer fallecida

Vicente Moreno, encargado de la log¨ªstica de pasajeros para el hotel Best Western Villa de Barajas desde febrero, acaba de dejar a un viajero en el aeropuerto a las 6.35 cuando, en la rotonda que da acceso a la bolsa de taxis de la T-4, ve a un "Seat Toledo oscuro salir zumbando" y a un taxista que corre a auxiliar a una persona malherida, tirada en el suelo en plena rotonda y rodeada de sangre. Piensa que "ya estar¨¢ en marcha la ayuda y todo organizado", pero decide detenerse "por si acaso" a ayudar. Por esa zona y a esa hora "cruza un coche cada tres segundos y rapidito". "Ten¨ªa que pasar, han atropellado a un borracho", se teme. En la zona hay un puticlub y alguna vez ¨¦l mismo ha esquivado a alg¨²n peat¨®n en mal estado.

Coloca su furgoneta Renault detr¨¢s de la persona herida para protegerla y para iluminar el lugar. Ocupa el carril exterior, de modo que los coches pueden circular por el interior.?En ese momento, se da cuenta de que est¨¢ viva, porque mueve con dificultad el brazo para taparse la cara con el dorso de la mano. Le molesta la luz de los faros. En cuanto aparca, llama al 112. Son las 6.40. Les da una informaci¨®n incorrecta. "Hay un hombre herido, est¨¢ sangrando mucho, inconsciente, no respira". Lo hace porque conf¨ªa en que "as¨ª se dar¨¢n m¨¢s prisa", para que la ambulancia "llegue lo antes posible". "Les presento el peor de los casos, s¨¦ que hay una escala". Indica al operador con precisi¨®n el lugar, que conoce a la perfecci¨®n porque lo recorre varias veces al d¨ªa. Tranquilo, "la ambulancia est¨¢ en camino". No sabe si su llamada es la primera. Piensa que la mujer ha tenido suerte: "Estamos en la T-4, en cinco minutos llegan".

Una llamada, un mensaje y una rellamada

"Pie a tierra". Se baja r¨¢pidamente del coche, ve que es "una mujer", ve el "uniforme de Iberia", ve "los papeles de la mutua y el boli en el suelo", le toma el pulso en el cuello, lo tiene "bajo", pero lo tiene. Consulta los documentos de la p¨®liza y averigua que se llama Raquel. Le quita la mano de la cara y se la coge, ella mueve ligeramente los dedos, ¨¦l le habla, le dice: "Raquel, tranquila, est¨¢n llegando, no es nada, tranquila, aguanta". Se da cuenta de que ha sido arrollada por un indicio claro de atropello: le faltan los zapatos.

Sabe este detalle y lo que tiene que hacer, conoce los protocolos de actuaci¨®n y est¨¢ acostumbrado a trabajar en emergencias. Es director de seguridad ¡ªuna capacitaci¨®n especial dentro de la seguridad privada que otorga el Ministerio del Interior. "Le han robado, le han robado", le informa a gritos el taxista. Llegan m¨¢s personas, se organizan, unos hacen se?ales a los conductores para que vayan m¨¢s despacio, otros se encargan de preguntar uno a uno a todo el que pasa si es m¨¦dico, un motorista se tira de rodillas al suelo para tapar con su chaqueta a la mujer, otro le tapa los pies con otra chamarra. Tiene una media rota. Hace fr¨ªo, amanece.

La mujer tiene los ojos medio abiertos y la mirada perdida hacia el cielo. No reacciona. Le vuelve a tomar el pulso en la mu?eca, lo tiene m¨¢s tenue. Se le pasa por la cabeza cogerla en brazos y llevarla en su furgoneta al centro de salud Barajas, en la avenida de Logro?o, son dos kil¨®metros. Estar¨ªa all¨ª en dos minutos. Pero no lo hace. Sabe que con esas lesiones no se debe mover a una v¨ªctima y teme que est¨¦ cerrado por culpa de la crisis. "Est¨¢ todo empapelado de carteles de no al cierre de las urgencias por la noche".

"Tranquila, estate tranquila, no te muevas, aguanta, es un susto, ya viene la ambulancia". A las 6.50, cuando lo que espera es ver las luces de la ambulancia, lo que llega es un mensaje a su m¨®vil. Es el 112 para informarle de que "una ambulancia del Samur se dirige al aeropuerto internacional de Barajas". Tres minutos despu¨¦s, suena el tel¨¦fono. "Le llamo del Samur para preguntarle d¨®nde es exactamente el accidente". Le explica que en la bolsa de taxis de la T-4 y el operario le replica: "Y eso d¨®nde est¨¢, en qu¨¦ carretera, en la M-111, en la M-112...? "Vaya a la T-4, se ve, hay 20 carteles que lo indican", responde con impaciencia. "No es posible que alguien que trabaja en emergencias no sepa d¨®nde est¨¢ la bolsa de taxis de Barajas", se lamenta.

La llegada de polic¨ªa, AENA, y Samur

No llegan. No llegan. "El pulso es cada vez peor hasta que ya no se le encuentra. No hay pulso". En ese momento piensa que hay que empezar a hacerle las maniobras de reanimaci¨®n pero no se atreve, piensa que est¨¢ cr¨ªtica, que hay riesgo de empeorar las cosas y que lo m¨¢s prudente es esperar a los profesionales. "En la tele, en las pel¨ªculas, parece f¨¢cil, pero luego hay que estar ah¨ª, con la sangre". Est¨¢ "de los nervios", no para de mirar el reloj. Aparece un municipal en moto a las 7.07. A los 20 segundos, "llega un 4x4 de AENA, del que se bajan cuatro m¨¦dicos con batas azules". El polic¨ªa y los sanitarios se hacen cargo de la situaci¨®n y empiezan a hacerle el masaje cardiovascular. Minutos despu¨¦s, a las 7.10, la ambulancia del Samur, a la que deja el lugar que ocupaba su furgoneta.

"M¨¢s de 20 minutos, casi media hora despu¨¦s de la llamada", critica Vicente, para quien es "inadmisible" que "se tarde tant¨ªsimo en llegar a la T-4" y que "el Samur no se sepa de memoria la zona". "No estamos hablando de una calle perdida en cualquier punto de la ciudad, es un aeropuerto internacional", subraya. A su juicio, el Samur ha fallado "estrepitosamente". Al margen de la denuncia, Vicente tambi¨¦n quiere que la familia sepa que hab¨ªa alguien con ella. "A lo mejor no lo oy¨®, pero estuve a su lado, cogi¨¦ndola de la mano. No muri¨® sola", repite.

Un portavoz de Aena ha confirmado que los primeros en llegar fueron sus m¨¦dicos, aunque en la informaci¨®n ofrecida ayer por polic¨ªa y Emergencias 112 nadie lo mencionara. Explica que "en Barajas hay tres servicios m¨¦dicos abiertos las 24 horas para atender las incidencias, situados en la T-1, la T-4 y la T-4 Sat¨¦lite", aunque existen "por seguridad y por calidad, porque ninguna normativa internacional" obliga a ello. "Tambi¨¦n tenemos por el mismo motivo 65 desfibriladores en las instalaciones y cuerpo propio de bomberos", a?ade. "No obstante, la atenci¨®n m¨¦dica de urgencias en el aeropuerto, como en todo el municipio de Madrid, depende del Samur", puntualiza.

Una actuaci¨®n "correcta"

El Ayuntamiento de Madrid, como responsable del Samur, sostiene que la actuaci¨®n del Samur fue "correcta". Seg¨²n el Consistorio, "el tiempo de respuesta medio en el entorno de Barajas es de nueve minutos, uno m¨¢s que en el resto de la ciudad, que es de ocho". En el caso de la Raquel Migu¨¦lez Cart¨®n, de 40 a?os, la mujer que muri¨® ayer en Barajas al ser arrollada por unos ladrones que le robaron el coche, un Porsche Cayenne, el Ayuntamiento admite que se tard¨® casi el doble. "El GPS de la UVI m¨®vil indica que transcurrieron 17,05 minutos desde que sale hasta que llega", precisa una portavoz municipal. ?Por qu¨¦? No hay respuesta.

"La elecci¨®n del recurso fue acertada, acorde con la incidencia, porque se asign¨® una unidad de soporte vital avanzado y no una ambulancia b¨¢sica", se defiende el Ayuntamiento, que recuerda que la v¨ªctima sufr¨ªa "un traumatismo craneoencef¨¢cilo grave con parada cardiorrespiratoria". La unidad que acudi¨® "fue la mejor para la incidencia y la m¨¢s cercana disponible en ese momento a trav¨¦s de GPS", subraya.

La portavoz a?ade que Barajas dispone de un ret¨¦n m¨¦dico: "Aena tiene dos unidades de soporte vital avanzado o IVI m¨®viles en la T-2 y en la T-4 y su propio servicio sanitario". No se considera necesario instalar un puesto fijo del Samur ni m¨¢s cobertura al margen de lo dispuesto por Aena porque en el aeropuerto se producen "en un a?o siete paradas cardiorrespiratorias". "Es un volumen de incidencias muy bajo", anota la portavoz municipal. A ¨²ltima hora de la tarde de ayer uno de los dos asaltantes fue detenido por los agentes, que tambi¨¦n recuperaron en la capital el veh¨ªculo robado. El otro sigue libre.