Superizquierdas

El t¨ªtulo del art¨ªculo de hoy puede resultar equ¨ªvoco. No trata de un superh¨¦roe progresista que combate al villano neoliberal y reinstaura el sistema p¨²blico frente a la dictadura de los mercados. M¨¢s bien tiene que ver con una frase o¨ªda hace poco, cuando estaba en la puerta de un bar hablando con un amigo. Este amigo y yo nos dedicamos al cine y la verdad es que somos bastante pesados: hablamos del tema todo el tiempo, del cine que vemos y del que intentamos hacer y a veces hacemos.

A unos metros de nosotros fumaba un hombre que pon¨ªa la oreja a nuestra conversaci¨®n. Animado quiz¨¢s por el alcohol ingerido, se acerc¨® y nos pregunt¨® si nos dedic¨¢bamos a la far¨¢ndula. No tuvimos tiempo de responder porque el tipo empez¨® su declaraci¨®n: ¡°Ojo, que yo soy de superizquierdas, pero lo de las subvenciones...¡±

No, tampoco voy a hablar de ese tema llamado ¡°subvenciones¡± cuando nos referimos al cine y que recibe otros t¨ªtulos m¨¢s dignos en otros casos, como ¡°incentivos¡± o ¡°est¨ªmulos¡±. Estoy m¨¢s interesado en lo de ¡°superizquierdas¡±. No dijo ¡°s¨²per de izquierdas¡±, sino que utiliz¨® una expresi¨®n que sonaba mucho m¨¢s rotunda, casi de proporciones ¨¦picas. Con ello quiz¨¢s quer¨ªa dejar claro que ¨¦l era un tipo de fiar, abierto de mente, generoso, valiente y honrado. Como si el hecho de ser de ¡°superizquierdas¡± adjudicase autom¨¢ticamente el carnet de ¡°buena persona¡±.

A lo mejor ese se?or s¨ª que es un bell¨ªsimo ser humano, pero lo que he aprendido a lo largo de los a?os es que una determinada ideolog¨ªa no repercute en tu val¨ªa personal. No cuenta. Desgraciados los hay de derechas, de izquierdas y apol¨ªticos. Y buenas personas tambi¨¦n, de todo pelaje. S¨ª, se puede ser del PP y buena persona. No es un ox¨ªmoron. Y ser simpatizante de la izquierda abertzale no lleva aparejada una dotaci¨®n de cuernos y rabo, adem¨¢s de un inconfundible olor corporal a azufre.

El problema lo veo en el orgullo de ideolog¨ªa, en cierto hooliganismo. Hay mucha reivindicaci¨®n reciente en Espa?a en plan ¡°soy de derechas y con la cabeza bien alta¡±. Pues muy bien, me alegro, pero ?y qu¨¦? No es un valor, no es una cualidad. Es una opini¨®n. Quiz¨¢s confundimos libertad de expresi¨®n con ¡°obligaci¨®n de opini¨®n¡±.

Hay que tener un punto de vista sobre todo, independientemente de que conozcamos los hechos, de que haya una reflexi¨®n detr¨¢s. Hay cientos de cosas sobre las que no tenemos ni pu?etera idea y, sin embargo, nos lanzamos en un torbellino de valoraciones que da pena.

Debemos tener much¨ªsimos problemas de autoestima porque si no, no se explica esa necesidad continua de reafirmaci¨®n ¡ªen redes sociales, en tertulias de amigos, en comentarios de prensa on line¡ª. Nos faltar¨¢ cari?o, supongo.