¡°En otra coyuntura econ¨®mica habr¨ªa m¨¢s consenso sobre el Gai¨¢s¡±
La muestra Gallaecia Petrea ¡°empieza a coger velocidad de crucero¡±
Cinco candidatos, seg¨²n la Xunta, optaron en mayo a la direcci¨®n cultural del Gai¨¢s. La elegida fue Mar¨ªa Pereira (Vigo, 1966), una gestora curtida en la obra social de Novacaixagalicia. Cauta y moderadamente optimista, trata de esquivar el lenguaje superlativo al uso. No siempre lo consigue.
Pregunta. ?Dej¨® los deberes hechos Ignacio Santos, su antecesor?
Respuesta. Yo creo que s¨ª. El trabajo de pensar en el futuro de este espacio se hizo con rigor.
P. No lo dir¨¢ por el Plan Gai¨¢s, un corta y pega.
R. No estoy de acuerdo con eso del corta y pega. Lo que se hizo fue mucha investigaci¨®n previa con la voluntad de situarnos y marcar el rumbo de lo que queremos ser.
P. Plagia informes anteriores. Desde luego, no parece el mejor camino para hacer m¨¢s simp¨¢tico un proyecto que arrastra un problema severo de imagen p¨²blica.
R. Algo que lleva en construcci¨®n tant¨ªsimos a?os y que est¨¢ en la prensa de un modo que ya nos gustar¨ªa que fuese m¨¢s positivo, al final... Esto es un proyecto de todos que todos tenemos que asumir. Es important¨ªsima la complicidad de todos los sectores de la sociedad. Estoy segura de que en otra coyuntura econ¨®mica, a pesar de la discrepancia, que siempre existe, habr¨ªa m¨¢s consenso.
P. Santos tambi¨¦n le dej¨® un concierto. ?Cu¨¢nto dinero se perdi¨® con Bj?rk?
R. Lo que se perdi¨® fue la oportunidad de que muchas m¨¢s personas viniesen a verlo: hablando en porcentajes, alrededor de un tercio. Nos faltan algunos n¨²meros por cuadrar...
P. En todo caso, ha sido deficitario.
R. Es muy f¨¢cil hablar a posteriori. Cuando se tom¨® la decisi¨®n, se hizo para atraer a un p¨²blico con un punto de contemporaneidad. Tambi¨¦n era una prueba. Era el primer gran concierto que se hac¨ªa en la plaza exterior. Creo que nos situ¨® a nivel medi¨¢tico: revistas especializadas, televisiones, prensa, radio... Fue una herencia que asumimos con todas las consecuencias.
P. ?En qui¨¦n se piensa cuando se programa?
R. Se piensa en muchas personas. Un espacio como este tiene que acoger propuestas populares, como Cidade Imaxinaria, y otras con un plus de exclusividad, como pueden ser los conciertos para un p¨²blico indie. M¨¢s all¨¢ de los los contenidos, es un lugar para disfrutar, para pasear, para dar a conocer a tus amigos, para sentirse orgullosa. La programaci¨®n tiene que ser transversal.
P. ?Molestan las obras?
R. Para la percepci¨®n general... Tendr¨ªamos que esforzarnos en la comunicaci¨®n en ese aspecto, pero hay muchos ejemplos de obras sin acabar que son muy visitadas, como la ciudad de Barcelona.
P. La muestra Gallaecia Petrea recibe solo 375 visitantes diarios. ?Ha fracasado?
R. Empieza a coger velocidad de crucero. Arranc¨® en junio, cuando estas cosas suelen hacerlo en oto?o. Los pr¨®ximos meses pueden ser un revulsivo. Vamos a dirigirnos a centros escolares, queda gente en Galicia que a¨²n no se ha acercado porque sabe que tiene tiempo y hay que contar tambi¨¦n con el turismo de oto?o. Va a funcionar mucho la recomendaci¨®n. La gente sale sorprendida.
P. Entre el mantenimiento del complejo, m¨¢s de 1,6 millones al a?o, y lo que se ha invertido en la exposici¨®n, casi otro tanto, cada visitante les cuesta un ri?¨®n a los gallegos.
R. Es una exposici¨®n magna en la mayor infraestructura cultural que hay en Galicia, y esa tiene que ser la medida de los costes. Hab¨ªa que hacerla. Un museo de estas caracter¨ªsticas ten¨ªa que abrirse con una exposici¨®n sobre nuestra cultura.
P. Un ejemplo: solo el comisariado ha consumido 135.000 euros, tanto como todas las subvenciones destinadas a promocionar nuevos cineastas, que por cierto se han eliminado este a?o.
R. Olvidamos que la exposici¨®n est¨¢ financiada al 75% por la Fundaci¨®n Gai¨¢s, que forman 14 empresas privadas con sus fondos. No son cifras comparables. Adem¨¢s, esa cantidad va m¨¢s all¨¢ de un comisariado al uso. Comporta un proyecto audiovisual y toda una serie de actividades, de modo que algunos podr¨ªan pensar que es baja. Lo que hay que hacer es valorar a los profesionales de prestigio y felicitarlos. Esas comparaciones se hacen por una determinada cuesti¨®n...
P. ?No teme que la Cidade da Cultura acabe rodeada por un desierto cultural?
R. En el primer a?o y medio de funcionamiento se han primado las empresas y los artistas de aqu¨ª. Creo que han pasado alrededor de 400 empresas, aportando ideas y trabajo y recibiendo recursos.
P. Vamos, que no tiene mala conciencia.
R. Para nada. Al contrario, siempre que se puede... El Plan Gai¨¢s alude a la cultura, la creatividad y la innovaci¨®n como polos de desarrollo y crecimiento sostenible, y ah¨ª estamos.
P. La pr¨®xima muestra aprovecha el tir¨®n del C¨®dice Calixtino.
R. Surgi¨® la posibilidad de poder poner en valor un patrimonio desconocido para los gallegos, no solo el C¨®dice Calixtino, y yo creo que es una buen¨ªsima oportunidad.
P. ?Hay que cobrar o no por la cultura?
R. Nuestro sistema es mixto. Hay que buscar un equilibrio entre el compromiso con determinadas iniciativas, que si no se hacen desde la Administraci¨®n es dif¨ªcil que salgan adelante, y el hecho de que hay cosas que si no se cobran, no se valoran. Es dif¨ªcil superar el todo ¡ªo casi todo¡ª gratis, pero hay que dar el paso. A veces, nuestra actitud cambia cuando salimos de Galicia. Fuera, vemos l¨®gico que nos cobren una entrada. Aqu¨ª, no. No me gustar¨ªa decir que es una cuesti¨®n educacional, pero s¨ª es cierto que tenemos que aportar todos para que la cultura sea sostenible.
P. ?Por qu¨¦ no viene m¨¢s gente?
R. Esto es un proyecto a medio y largo plazo. Es importante incidir en el conocimiento de la Cidade da Cultura, y sobre todo, generar discursos positivos. Es cuesti¨®n de tiempo. El casco hist¨®rico de Santiago est¨¢ lleno de turistas, su crecimiento natural tiene que ser hacia aqu¨ª.
P. ?Todav¨ªa conf¨ªa en llegar a los 500.000 visitantes este a?o?
R. Esas cifras, a veces, son m¨¢s la expresi¨®n de un deseo que otra cosa. La afluencia est¨¢ cogiendo una din¨¢mica. Yo lo que espero es que la cifra al final sea razonable y buena.
P. Ya, ?pero qu¨¦ cifra?
R. No me atrevo a decirlo, no quiero que el deseo me traicione. La situaci¨®n es dif¨ªcil.
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