El relato de cuatro paredes
¡®Arquitectura habitada¡¯ exhibe en el Guggenheim la relaci¨®n de las personas y su historia con las construcciones La muestra re¨²ne seis instalaciones
Toda construcci¨®n esconde diversas historias. La primera, la propia, y el resto, la de las personas que la han habitado, transitado o conocido, as¨ª como la relaci¨®n de estas con otros. Con esta premisa y tomando como hilo conductor la ¡°capacidad de la arquitectura para sugerir un estado, un pasado o un presente creado por nosotros y nuestras relaciones con los dem¨¢s¡± el Guggenheim inaugur¨® ayer la muestra Arquitectura habitada. La exposici¨®n, hasta el 19 de mayo, re¨²ne seis instalaciones, todas procedentes de los fondos de la pinacoteca bilba¨ªna, de cinco artistas internacionales: Liam Gillick, Doris Salcedo, Cristina Iglesias, Mona Hatoun y Pello Irazu.
¡°No podemos escaparnos de la arquitectura mientras formemos parte de la civilizaci¨®n, porque la arquitectura representa el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre para satisfacer las necesidades humanas, exceptuando s¨®lo el puro desierto¡±. La m¨¢xima, que formul¨® en 1881 William Morris, impulsor del movimiento Arts and Crafts, da sentido a la muestra, seg¨²n explicaron el director del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, y la comisaria de la exposici¨®n, Luc¨ªa Agirre, durante la presentaci¨®n de la misma.
Un gato disecado ¡®habla¡¯ a los espectadores en una de las obras
De entre las seis piezas expuestas ?C¨®mo te vas a comportar? Un gato de cocina habla, del brit¨¢nico Liam Gillick, ocupa un lugar destacado. El artista, que ha cedido su creaci¨®n al Guggenheim despu¨¦s de representar con ella a Alemania en la Bienal de Venecia de 2009, imita con madera de pino la cocina modular dise?ada en los a?os 20 por Margarete Sch¨¹tte-Lihotzky, arquitecta, feminista, comunista y activista antinazi, para un complejo de viviendas sociales. Gillick ¡°evoca con su obra la utop¨ªa moderna del acceso al dise?o de calidad y el discurso sobre el espacio habitable¡±. La pieza se completa con un gato disecado, sentado sobre uno de los m¨®dulos de la obra, que va narrando al espectador en castellano, euskera e ingl¨¦s, ¡°reflexiones sobre los sue?os, las desilusiones y el paso del tiempo¡±, especificaron los responsables de la muestra.
Sin t¨ªtulo, de Doris Salcedo, propone por el contrario una reflexi¨®n sobre el conflicto colombiano. La artista transforma a trav¨¦s del ensamblaje de diversos muebles comunes en cualquier hogar, como armarios o mesas, en un f¨¦retro de grandes dimensiones. El resultado se consigue gracias al empleo de objetos cotidianos envejecidos y al uso de cemento para rellenar los huecos entre unos y otros. ¡°El mobiliario dom¨¦stico se utiliza como veh¨ªculo para explorar la convulsa historia pol¨ªtica de su pa¨ªs¡±, explicaron desde el Guggenheim, de hecho, en m¨¢s de una ocasi¨®n Salcedo ha detallado que ¡°todas las obras que he hecho hasta ahora contienen evidencias de primera mano de una v¨ªctima real de la guerra en Colombia¡±.
La exposici¨®n se completa con Hogar de la artista brit¨¢nica de origen liban¨¦s, Mona Hatoum, con otras dos obras de la donostiarra Cristina Iglesias, Celos¨ªa II y Habitaci¨®n del alabastro, y con Formas de vida 304, de Pello Irazu.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.