Populares y empresarios dan por superado el Estado del bienestar
El PP y la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n, contra ¡°pap¨¢ Estado¡±
La sociedad valenciana es una de las que m¨¢s est¨¢ acusando la crisis en t¨¦rminos de paro, par¨¢lisis de la actividad econ¨®mica y quiebra de su Administraci¨®n. Un contexto en el que este jueves se produjo, por partida doble, el cuestionamiento de la sostenibilidad de los servicios p¨²blicos, lo que suele llamarse Estado del bienestar. Por un lado, en las Cortes Valencianas, el diputado del PP Eduardo Ovejero replic¨® a las cr¨ªticas de la oposici¨®n, durante el debate en comisi¨®n de una futura Carta de Derechos Sociales, que ¡°el Estado del bienestar est¨¢ en crisis¡±. Tras advertir que ¡°esto no es agua para todos¡± o ¡°caf¨¦ para todos¡±, el parlamentario a?adi¨®: ¡°Digo s¨ª a los derechos de los desfavorecidos, pero los que no son desfavorecidos, que no piensen que pap¨¢ Estado siempre est¨¢ detr¨¢s¡±.
La otra advertencia provino del alto mundo empresarial. Fue en la presentaci¨®n del segundo congreso de la influyente Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n (APD), que reunir¨¢ en Valencia en noviembre a varios pesos pesados de los negocios y, salvo fuerza mayor, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Durante el turno de preguntas, el director general de APD, Enrique S¨¢nchez de Le¨®n, afirm¨®: ¡°El Estado de bienestar, a corto plazo, no puede ser el mismo que hemos tenido durante muchos a?os. Nos tiene que entrar en la cabeza a todos: sindicatos, familias...¡±.
El directivo consider¨® que en la rivalidad entre dos modelos de entender la sociedad, el europeo ¡ª¡°donde el Estado pod¨ªa pagarlo todo¡±¡ª y el anglosaj¨®n ¡ª¡°en el que no todo se puede pagar¡±¡ª se est¨¢ imponiendo el segundo. S¨¢nchez de Le¨®n aval¨® la l¨ªnea de recortes que est¨¢n llevando a cabo las Administraciones y consider¨® que debe profundizarse en aquello que representa ¡°la gran masa del gasto¡±. Sobre todo en las autonom¨ªas, las principales partidas son las n¨®minas, la financiaci¨®n de la sanidad, la educaci¨®n y otros servicios sociales.
El director general de ADP dijo que los ciudadanos deben acostumbrarse a no contar con ¡°pap¨¢ Estado o pap¨¢ comunidad aut¨®noma¡±. Y que el Gobierno hace lo que har¨ªa cualquier familia cuando los ingresos bajan: ajustar los gastos.
El PP acepta algunas enmiendas pero la izquierda califica el proyecto de ¡°tr¨¢mite¡±
S¨¢nchez de Le¨®n expres¨® dudas sobre la eficacia de medidas como la adoptada en Francia, que subir¨¢ temporalmente el impuesto sobre la renta a los m¨¢s ricos hasta el 75%, porque existe la posibilidad de que los afectados abandonen el pa¨ªs para refugiarse en otros que valoren m¨¢s ¡°su capacidad para generar riqueza¡±. Y consider¨® que la petici¨®n de algunas de las grandes fortunas francesas de pagar m¨¢s impuestos debido a la grave situaci¨®n de crisis ha sido, en realidad, algo m¨¢s ¡°medi¨¢tico¡± que compartido por el sector empresarial.
Mientras tanto, en una comisi¨®n de la Cortes Valencianas se debat¨ªa un proyecto de ley de Carta de Derechos Sociales que enfrent¨® m¨¢s all¨¢ de lo coyuntural al PP con la oposici¨®n. Aunque los populares aceptaron algunas enmiendas en el texto que ser¨¢ discutido en el pleno de la C¨¢mara auton¨®mica, como una que introduce una referencia al derecho de los mayores a una atenci¨®n gerontol¨®gica adecuada, en el debate se enfrentaron dos modelos muy alejados en la concepci¨®n del papel que ha de jugar el Estado a la hora de garantizar una vida digna a todos los ciudadanos.
¡°Se han olvidado de la educaci¨®n y de la sanidad¡±, reiteraron las tres portavoces de la oposici¨®n al criticar lo que consideraron un proyecto que no aporta nada nuevo y que, adem¨¢s, no implica compromisos concretos del Consell en la prestaci¨®n de servicios. Algo a lo que el PP respondi¨® que se trata de un texto ¡°abierto¡± que no debe interferir en lo que ya regulan otras leyes.
La diputada de Esquerra Unida Esther L¨®pez se?al¨® que ¡°estamos en una situaci¨®n de emergencia¡± y por ello hay que crear ¡°un escudo social que d¨¦ respuesta a las necesidades m¨¢s urgentes¡±. El Consell tiene la obligaci¨®n, indic¨®, de garantizar a los ciudadanos ¡°el acceso a la consecuci¨®n de una vida digna¡± y se refiri¨® a aspectos como la renta b¨¢sica de ciudadan¨ªa o las ayudas a la dependencia.
¡°La funci¨®n del Estado es subsidiaria¡±, sostuvo Eduardo Ovejero
M¨®nica Oltra, de la Coalici¨® Comprom¨ªs, se?al¨® que la Carta de Derechos Sociales, cuya redacci¨®n ha tardado siete a?os, no puede limitarse a ser ¡°una colecci¨®n de buenas intenciones que quedan el caj¨®n del olvido¡±. Oltra incidi¨® en que el tratamiento de la protecci¨®n de la familia obedece a una visi¨®n esquem¨¢tica de la familia tal como la entiende el PP y defendi¨® el reflejo en el proyecto de Carta de derechos Sociales de la pluralidad de modelos de familia existente en la sociedad.
La parlamentaria tambi¨¦n consider¨® que hay que comprometer recursos para garantizar el cumplimiento de los derechos. ¡°Si no pueden legislar sobre derechos sociales porque se lo han gastado todo en fandangos y saraos, no lo hagan porque es hip¨®crita¡±, dijo la diputada de Comprom¨ªs, a quien respondi¨® la popular Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa acus¨¢ndola de ¡°repetir arcaicos esl¨®ganes de la izquierda¡±.
En ese terreno de enfrentamiento ideol¨®gico profundizaron la socialista Ver¨®nica L¨®pez y el diputado del PP Eduardo Ovejero cuando polemizaron sobre la vigencia del Estado del bienestar. Tras asegurar que la Carta de Derechos Sociales es ¡°un proyecto de tr¨¢mite, para cumplir el expediente¡±, puso de relieve que el texto ¡°no hace ni una sola menci¨®n al Estado del bienestar¡±. La diputada del PSPV-PSOE aludi¨® a la renta garantizada de ciudadan¨ªa, que no cumple su funci¨®n cuando no obliga a la Administraci¨®n, como es el caso valenciano, y a la falta de compromisos en sanidad, educaci¨®n y dependencia. ¡°Es un texto vago, malo y, de verdad, inaplicable¡±, concluy¨®.
Ovejero remiti¨® a otras leyes y proyectos para justificar que no se incluya en la Carta de Derechos que debaten las Cortes Valencianas alusi¨®n alguna a varios de los aspectos planteados por la oposici¨®n. Con el argumento de que vivimos ¡°una situaci¨®n social cambiante¡±, en la que hay que ¡°incentivar el esp¨ªritu emprendedor¡±, el diputado sostuvo que ¡°la funci¨®n del Estado es subsidiaria¡± y que ¡°el Estado del bienestar est¨¢ en crisis¡±. Por eso, a?adi¨®, el PP reh¨²ye esa expresi¨®n y prefiere ¡°empezar a hablar de sociedad del bienestar¡±.
Rajoy, en Valencia el 14 de noviembre
La Comunidad Valenciana fue un referente para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante buena parte de su traves¨ªa del desierto en la oposici¨®n. El jefe del Ejecutivo puso la gesti¨®n econ¨®mica de la Generalitat como ejemplo para Espa?a. Y fue aqu¨ª, en 2008, con apoyo local, donde consigui¨® afianzar el poder org¨¢nico tras su segunda derrota electoral. Las tensiones con la direcci¨®n valenciana del PP durante los ¨²ltimos meses de presidencia de Francisco Camps, la cadena de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, y la constataci¨®n de que la gesti¨®n econ¨®mica del territorio no hab¨ªa sido tan ejemplar ¡ªsolo la intervenci¨®n del Ejecutivo ha impedido la quiebra formal de la Generalitat¡ª cambiaron, sin embargo, las cosas.
Desde que arras¨® en las elecciones, el 20 de noviembre, Rajoy no ha puesto un pie en la comunidad aut¨®noma. Lo que no consiguieron los incendios ni la escuela de verano de los populares, clausurada hace unos d¨ªas en Gandia, lo lograr¨¢, salvo desastre sobrevenido, el segundo congreso de la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n (APD) que albergar¨¢ el Palacio de Congresos de Valencia el 13 y el 14 de noviembre.
Rajoy clausurar¨¢ el encuentro, en el que intervendr¨¢n, entre otros, los responsables en Espa?a de Google, Vodafone, Microsoft, Bankia, T¨¦cnicas Reunidas, KPMG, Deloitte, Indra, Iberdrola, Freixenet, Accenture y Vueling.
El presidente de APD Levante, Francisco Juan Ros, consider¨® que el congreso supone tambi¨¦n ¡°una muestra de confianza en el futuro de la Comunidad Valenciana¡±, ¡°la comunidad que m¨¢s cr¨ªticas y autocr¨ªticas ha recibido¡± ¨²ltimamente. Ros afirm¨® que la ¨¦poca ¡°de los grandes fastos y la barra libre¡± ha terminado. Pero que lo mismo debe ocurrir con lo que describi¨® como un bucle actual: ¡°Hemos entrado en depresi¨®n de tanto repetir todo lo que hemos hecho mal¡±; ¡°nadie puede conquistar el futuro depreciando sus activos¡±.
El director general de APD, Enrique S¨¢nchez de Le¨®n, abog¨® por desterrar el ¡°negativismo¡± y ¡°empujar todos juntos en una direcci¨®n¡± asumiendo que la crisis a¨²n va a tardar en resolverse. El director de APD, asociaci¨®n con 56 a?os de historia y 3.000 socios, opin¨® tambi¨¦n que la sociedad civil debe recuperar el terreno que ha ido perdiendo en favor de los pol¨ªticos, cuya presencia, agreg¨®, tiende a expandirse. ¡°No nos van a sacar de la crisis los pol¨ªticos¡±, concluy¨®, ¡°sino los empresarios¡±.
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