Con los Beatles lleg¨® la fiesta

Poco antes de la media noche del viernes en la barcelonesa plaza de Sant Jaume no cab¨ªa ni un alfiler. El p¨²blico apretujado cantaba, aplaud¨ªa, agitaba los brazos y saltaba en el poco espacio de que dispon¨ªa (bailar era materialmente imposible). Aut¨¦ntico ambiente de fiesta mayor gracias a un pu?ado de canciones que estos d¨ªas andan celebrando su primer medio siglo de vida pero, sobre todo, gracias al saber hacer de los barceloneses Abbey Road, que, por arte de birlibirloque, consiguieron transportar nuestra plaza m¨¢s institucional hasta la lejana, en el espacio y tiempo, Liverpool de los sesenta. Las canciones de los Beatles resonaron con una fuerza insospechada mientras entre el Ayuntamiento y la Generalitat reinaba la m¨¢s sana de las locuras.

Desde los primeros compases del inicial Twist and Shout la plaza y sus calles confluentes se pusieron en movimiento y ya no pararon. Las fieles versiones de Abbey Road son formidables y captan todo el esp¨ªritu de la ¨¦poca llegando a varias generaciones. El viernes hab¨ªa desde ni?os hasta abuelos cantando conjuntamente las canciones m¨¢s populares de los Fab Four. Fiesta mayor en estado puro.

Los Beatles hicieron estallar la fiesta, pero ya antes la m¨²sica hab¨ªa ocupado las plazas del centro de la ciudad. En la de Catalunya una atractiva propuesta tanto musical como danzante lo llenaba todo de un folk fresco, alegre y sin estridencias. Le Vent du Nord son un atractivo cuarteto de Montreal que, centrados en las melod¨ªas populares franc¨®fonas, mezclan la electr¨®nica (guitarras, teclados) con la tradici¨®n (viol¨ªn, zanfo?a, acorde¨®n y percusiones realizadas golpeando el suelo con los zapatos al estilo de los bailarines de claqu¨¦). Voces agradables y un buen dominio del escenario que consiguieron doblegar una plaza llena a esas horas de paseantes que se quedaban enganchados en el ritmo quebequ¨¦s.

Una hora despu¨¦s en la plaza de la Catedral todo era muy distinto. Reinaba un ambiente m¨¢s ¨ªntimo propiciado por las hileras de sillas colocadas ante el escenario en las que un p¨²blico silencioso segu¨ªa la m¨²sica del kurdo afincado en Barcelona Gani Mirzo con aut¨¦ntica devoci¨®n. Gracias al final de las obras de la catedral la avenida ha recuperado su apariencia festiva de anta?o con el escenario situado ante el templo, un escenario de c¨²pula transparente que permite ver tras los artistas la fachada recientemente limpiada.