El naval, en aguas electorales

El aire a precampa?a electoral rode¨® al presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, cuando anunci¨® el acuerdo entre Pemex, la cuarta petrolera del mundo, y los astilleros Barreras y Navantia. No se explica de otra manera el hecho de que fuese el presidente auton¨®mico, y no las propias empresas, el encargado de comunicar a los ciudadanos la gran noticia con toda la pompa y la solemnidad de una declaraci¨®n institucional en el Pazo de Raxoi. Los medios de comunicaci¨®n fueron convocados a toda prisa la misma ma?ana del mi¨¦rcoles pasado desde el gabinete de presidencia para evitar cualquier filtraci¨®n. Que nadie le rob¨® ni un ¨¢pice de protagonismo a Feij¨®o lo demuestra la frase que pronunci¨® Jos¨¦ Garc¨ªa Costas, vicepresidente de Barreras, uno de los astilleros beneficiados: "Gracias presidente, eso que hoy hacemos es porque t¨² te lo has ganado". En d¨ªas posteriores insisti¨®, en p¨²blico y en privado, en atribuirle el m¨¦rito. Hubo m¨¢s alusiones directas: el presidente de la SEPI, Ram¨®n Aguirre, en representaci¨®n de Navantia, regal¨® los o¨ªdos de Feij¨®o calific¨¢ndolo como el "mejor agente comercial de Galicia" por haber conseguido los contratos. El sector, desde la patronal de empresas auxiliares Asime hasta el cluster del ramo, aplaudi¨® a raudales.

Dos buques hotel por 290 millones de euros pon¨ªan punto final a especulaciones sobre la fiabilidad del pacto que Feij¨®o lanz¨®, tambi¨¦n con toda solemnidad, el pasado 19 de abril tras maratonianas reuniones en M¨¦xico junto a Mariano Rajoy. Se trataba, dec¨ªa la informaci¨®n oficial, de aprovechar el plan estrat¨¦gico de la petrolera para incrementar su "flota menor", con remolcadores y barcos supplies (de apoyo a plataformas), aunque los contratos fueron por otros derroteros: dos buques-hotel de 600 plazas muy complejos tecnol¨®gicamente.

Pese a las l¨®gicas dudas que suscit¨® el primer anuncio, para los negociadores fue un camino sin grandes obst¨¢culos. Am¨¦n de las consideraciones t¨¦cnicas, el armador no puso mayores reparos a las empresas, muy al contrario de lo que suele suceder habitualmente. Los funcionarios mexicanos (Pemex es una empresa p¨²blica) no dieron mil y una vueltas al precio ni racanearon en detalles. Aunque los flecos no se cerraron hasta el ¨²ltimo fin de semana en Madrid, lo cierto es que las ¨®rdenes ven¨ªan ¡°de muy arriba¡±, seg¨²n fuentes del sector, con los ejecutivos de mayor nivel de Pemex como interlocutores. Un matiz que no es menor en un grupo de sus elefanti¨¢sicas dimensiones: la empresa es la m¨¢s grande de M¨¦xico, la n¨²mero 13 del mundo por reservas de crudo y la fuente de ingresos m¨¢s importante que tiene el Gobierno Federal.

Con Galicia, que no deja de ser una regi¨®n perif¨¦rica de Espa?a en la que Pemex nunca se hab¨ªa fijado hasta ahora, los contactos los pilot¨® el consejero delegado de la divisi¨®n internacional, Jos¨¦ Manuel Carrera. "La empresa ha elegido esta regi¨®n como una puerta de entrada a Europa", refuerzan fuentes de la petrolera. No hablan de si se producir¨¢n pronto nuevas contrataciones en astilleros: "Solo comunicamos hechos consumados", advierte un portavoz que remarca la tremenda importancia del pacto. Las empresas gallegas esperan bastante m¨¢s, y no solo la "pedrea", de los siete remolcadores que Feij¨®o anunci¨® que se realizar¨ªan en Galicia. "Eso no es nada comparado con lo que tenemos intenci¨®n de llegar a firmar", se?ala el directivo de un astillero. "Las cosas se est¨¢n llevando muy bien, ellos tienen la disposici¨®n y nosotros estamos dispuestos a no dejarles escapar", comenta otro.

Hasta ah¨ª, la parte brillante del asunto. "Las promesas electorales las carga el diablo", recuerda un sindicalista. "Todav¨ªa no sabemos qu¨¦ financiaci¨®n tienen esos barcos, ni si son contratos en firme. Se anuncian como el man¨¢ pero no van a lograr ni por asomo crear los 3.000 puestos de trabajo que prometieron". C¨¦sar Rodr¨ªguez, de la secci¨®n del metal de CIG, rebaja esa cifra a 450 empleos por cada unidad con un razonamiento elemental: "Cuando Barreras estaba en su momento ¨¢lgido, con dos barcos en las gradas y otros cinco a la cola, hab¨ªa unas 1.400 personas, ahora no van a ser 1.500 con el flotel". Ram¨®n Sarmiento, de CC OO, apunta a que hay un inter¨¦s pol¨ªtico claro m¨¢s all¨¢ del empresarial y valora con cautela el acuerdo. "Este ¨²ltimo mes y medio antes de las elecciones todo huele demasiado a humo, y hay una parte del sector al que le reconforta creer ciertos anuncios, pero vamos a esperar a ver en qu¨¦ termina todo".

El pacto podr¨ªa producir otros efectos colaterales. Ahora es cuando cobra especial significado una frase que pronunci¨® el propio N¨²?ez Feij¨®o en la firma del mi¨¦rcoles: ¡°Pemex no regala ni un euro¡±. No han tardado en saltar las voces que se preguntan si la petrolera ha cambiado alg¨²n cromo con el Gobierno espa?ol a cambio de ayudar a reactivar los astilleros gallegos.

Las negociaciones las ha llevado de forma personal y directa el presidente de la Xunta con el respaldo de Mariano Rajoy, con quien viaj¨® a M¨¦xico en abril para cerrar el pacto. Meses antes, en septiembre de 2011, el presidente gallego ya hab¨ªa visitado ese pa¨ªs, aunque esta vez acompa?ado por el presidente de Novagalicia Banco, Jos¨¦ Mar¨ªa Castellano. El magnate gallego Olegario V¨¢zquez Ra?a, propietario de la cadena de gesti¨®n hospitalaria Los ?ngeles en M¨¦xico, arrop¨® al mandatario de la Xunta en varios encuentros, incluida una cena celebrada en O Grove meses despu¨¦s, donde ambos compartieron mantel con el multimillonario Carlos Slim, la primera fortuna del planeta. Feij¨®o ni desmiente ni confirma el encuentro. Y m¨¢s all¨¢ de qui¨¦n le abriera las puertas en M¨¦xico, Pemex tiene en Espa?a intereses importantes como accionista de referencia en Repsol (con un 9,73%).

En el puerto exterior de A Coru?a ha firmado Pemex la segunda parte de su alianza con la Xunta. Invertir¨¢ 70 millones de euros en una plataforma para mezcla de crudo. La Autoridad Portuaria va a concederle el permiso en Punta Langosteira, donde tambi¨¦n tendr¨ªa que trasladarse Repsol. "Ah¨ª podr¨ªa estar una de las claves del acuerdo", especula un empresario consultado.