Una limpieza a¨¦rea en el asfalto
El aeropuerto de Barajas inhabilita dos pistas durante 24 horas para eliminar el caucho del pavimento y arreglar imperfecciones y grietas
Las pistas est¨¢n desiertas. El sol choca contra el asfalto y a lo lejos se ven en plena tarea a varios camiones, algo borrosos por el calor que desprende el pavimento. Los aviones no pueden pisar las pistas de aterrizaje y despegue de la zona oeste (o izquierdas) del aeropuerto de Barajas, inhabilitadas durante 24 horas por tareas de limpieza, mantenimiento y conservaci¨®n. Solo los todoterrenos y las extra?as m¨¢quinas que suelen verse en los aer¨®dromos parecen mantener un ritmo fren¨¦tico de trabajo. El tiempo es limitado y no existe la posibilidad de que les ampl¨ªen las horas. Esas dos pistas son necesarias para poder acoger el flujo de viajes que van y vienen a la capital desde todos los lugares del mundo.
El pasado s¨¢bado, desde las cuatro de la tarde hasta las dos del mediod¨ªa del domingo, se llevaron a cabo las tareas de limpieza en profundidad que se hacen bianualmente en Barajas. Se repintan las l¨ªneas para que puedan verse desde el aire, se elimina el caucho que las ruedas dejan en el pavimento al chocar cada vez que se realiza un aterrizaje, arreglan las grietas y las luces fundidas, limpian los canales de drenaje del agua y hasta siegan las zonas colindantes a las pistas. Todo tiene que estar en perfecto estado tanto por seguridad como para cumplir la normativa aeron¨¢utica internacional. En un par de semanas cerrar¨¢n las pistas del este (o derechas) donde har¨¢n los mismos ajustes. El presupuesto que han utilizado para esta actividad no lo especifican. Fuentes de Aena informan de que el plan de presupuesto preventivo para el mantenimiento y conservaci¨®n de todo el entramado del aeropuerto es de seis millones y medio de euros.
Los viajeros caminan por las terminales, ajenos a los trabajos de mejora. El aeropuerto sigue funcionando. Los aviones siguen volando y nadie parece darse cuenta de que dos de las cuatro pistas que tiene el aeropuerto de Madrid, el que m¨¢s vuelos efect¨²a al d¨ªa en Espa?a (una media de 1100, seg¨²n Aena), est¨¢n completamente cerradas. ¡°La gente puede pensar que los fines de semana hay m¨¢s flujo a¨¦reo, pero es precisamente lo contrario¡±, explica Yolanda Rubio, jefa de departamento de campo de vuelo e ingeniera aeron¨¢utica. Esta vez se van a centrar en la retirada de la goma que queda en el asfalto, sobre todo en la pista donde suelen aterrizar los aviones.
El pavimento, m¨¢s rugoso que una carretera normal para que las ruedas se agarren al 100%, parece un mar negro, y la goma perdida en cada aterrizaje peque?os peces que van a desaparecer. Un gran cami¨®n azul, reci¨¦n llegado de Alemania y propiedad de la empresa subcontratada para el trabajo, Strate, se mueve por la pista. Su funci¨®n es eliminar el caucho con agua a presi¨®n, que se sit¨²a entre 1.000 y 2.500 bares, o lo que es lo mismo, a una presi¨®n capaz de cortar piedra o acero. Una placa sale del cami¨®n y avanza pegada al suelo expulsando el agua y dejando tras de s¨ª una l¨ªnea blanca y mojada. Es el eje donde se apoyar¨¢ el avi¨®n al aterrizar y al despegar. ¡°Eliminar el caucho es necesario, sobre todo si llueve. Se podr¨ªa crear una pel¨ªcula entre la goma desprendida y las ruedas, lo que podr¨ªa provocar aquaplaning¡±, se?ala Rubio.
La limpieza en profundidad tiene que organizarse meses antes. ¡°Es un lujo que podamos llevar a cabo las labores de mantenimiento a la luz del d¨ªa¡±, asegura Rubio. Las tareas de limpieza m¨¢s superficiales y los an¨¢lisis de laboratorio se hacen trimestralmente y de noche, as¨ª como la revisi¨®n mensual de cada una de las pistas. Aun as¨ª, siempre hay cambios de ¨²ltima hora debido a la actividad continua del aeropuerto. ¡°En noviembre presentamos el plan. Ayer nos llamaron y nos retrasaron la hora de inicio y nos adelantaron la hora de finalizaci¨®n. Vamos a estar 22 horas sin parar ni un instante¡±, dice Rubio, caminando por una de las pistas, de 4 kil¨®metros de longitud y 60 metros de anchura.
El aeropuerto es un mundo aparte. ¡°Es cuatro veces Melilla¡±, puntualiza la ingeniera, oriunda de esa ciudad. Las calles, las pistas e incluso la fauna y la flora est¨¢n cuidadosamente vigiladas. ¡°Nada se puede escapar, es parte de la seguridad de Barajas¡±.
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