Poniente y sequ¨ªa: Todo ayud¨® al fuego

Entre las 16.00 y las 17.00 del domingo, fuertes rachas de viento de poniente de entre 60 y 70 kil¨®metros por hora elevaron la temperatura de Chulilla a los 34 grados mientras la humedad relativa del aire se desplomaba al 20%, seg¨²n los datos de la Agencia Espa?ola de Meteorolog¨ªa (Aemet). Las condiciones eran perfectas para que cualquier fuego se convirtiera en un incendio desbocado como, de hecho, sucedi¨®, y que oblig¨® a evacuar unas 2.000 personas, no solo de esta localidad de Los Serranos, sino tambi¨¦n en Gestalgar, Sot de Chera, Pedralba, Bugarra y Casinos, en el interior de la provincia de Valencia.

Pero, adem¨¢s, estas circunstancias encontraron un terreno abonado para la tragedia. No solo porque los ¨²ltimos 12 meses hayan sido los m¨¢s secos desde 2000 o porque se haya recogido un 60 % menos de lluvia de lo habitual en verano. A esta lista de r¨¦cords se suma que el verano que acaba de finalizar ha sido el segundo m¨¢s c¨¢lido en medio siglo.

El delegado de la Aemet en la Comunidad Valenciana, Jorge Tamayo, explicaba este lunes que pr¨¢cticamente todos los d¨ªas hay incendios. Cuesti¨®n distinta es que se propaguen, lo que depende de factores meteorol¨®gicos como el viento, en especial los de poniente, que suelen continuar por la noche, elevan la temperatura por encima de los 30 grados y disminuyen la humedad ambiental por debajo del 20%, como ha sido el caso de Chulilla. Tamayo destac¨® que hay una relaci¨®n directa entre esta ¡°adversidad meteorol¨®gica¡± y la ¡°adversidad de los incendios forestales¡±. Para ilustrarlo, indic¨® que entre el 85% y el 90% de los d¨ªas de verano las condiciones meteorol¨®gicas son benignas y si hay fuegos son de peque?a extensi¨®n y f¨¢cilmente controlables. Es en el resto de d¨ªas, cuando se producen los grandes incendios, los que cada temporada queman el 95% de la superficie forestal carbonizada.

M¨¢s all¨¢ de la eficacia en el control del fuego, de la rapidez de reacci¨®n inicial o del n¨²mero de medios desplazados y empleados, los datos trasladados por Aemet describen con bastante claridad que el domingo por la tarde, usando la terminolog¨ªa empleada por Tamayo, fue un d¨ªa de ¡°adversidad meteorol¨®gica¡± puntual acompa?ada de un tel¨®n de fondo cargado de r¨¦cords de adversidades de largo recorrido.

Algunas explican no solo el incendio de Chulilla, sino el de Andilla, que se produjo a finales de junio y que arras¨® unas 20.000 hect¨¢reas. Por ejemplo, el hecho de que el verano haya sido muy c¨¢lido. Tanto que ha sido el segundo con una temperatura media m¨¢s alta (24,6 grados) desde 1950, solo por detr¨¢s del hist¨®rico est¨ªo de 2003, el m¨¢s c¨¢lido en Europa desde 1540.

El calor ha sido a¨²n m¨¢s intenso en las zonas del interior, donde se ha llegado a rebasar en tres grados la media normal de verano (22,4 grados) y donde han tenido lugar los grandes incendios de este a?o. Agosto a¨²n super¨® los registros del sofocante 2003 (25,7 grados) con una temperatura media de 26,3 grados.

Los datos de lluvia tambi¨¦n han roto registros hist¨®ricos de Aemet (desde 1950). El a?o hidrol¨®gico (de 1 de octubre a 30 de septiembre), cuando faltan pocos d¨ªas para concluir, ha acumulado un 30% menos de lluvia de la serie de referencia, por lo que ha sido el m¨¢s seco de los ¨²ltimos 12 a?os.

La comarca de los Serranos ha sido la que ha registrado un mayor d¨¦ficit pluvial de todo el territorio valenciano. La estaci¨®n de Chulilla, por ejemplo, solo ha recogido 202 litros por metro cuadrado en toda la temporada, frente a los 509 que suele acumular, es decir, un 60 % menos de agua. En Losa del Obispo no se ha llegado ni a los 200 litros, lo que da una idea de lo seco que est¨¢ el bosque en esta zona del interior de Valencia.

Tamayo avanz¨® este lunes que el viento de poniente que sopla en la zona del incendio forestal de Chulilla amainar¨¢ durante el d¨ªa de hoy, hasta quedarse en unos valores medios de entre 20 y 30 kil¨®metros por hora, aunque las rachas alcanzar¨¢n los 50. Para ma?ana se espera que aumente la fuerza del viento, con puntas m¨¢s altas que podr¨ªan alcanzar 60 kil¨®metros por hora.