Los cuatro tesoros del extrarradio
El Escorial o el palacio de Aranjuez, pero tambi¨¦n una torre de telegraf¨ªa o las ruinas romanas de Complutum. La Semana de la Arquitectura sale de la capital y se adentra en las otras joyas
Para cuando lea usted estas l¨ªneas su oportunidad para realizar algunos de los recorridos por Madrid o visitas a edificios acompa?ados de arquitectos habr¨¢ pasado. Las entradas vuelan. Tal es el ¨¦xito de la Semana de la Arquitectura, que arranca el pr¨®ximo lunes y dura hasta el domingo 6, y que este a?o cumple su novena edici¨®n. El a?o pasado acudieron a algunas de las convocatorias 15.000 personas y participaron m¨¢s de 50 arquitectos. Todas las propuestas son gratis, pero en algunas es necesario inscribirse, por lo que conviene estar atento a la web (www.coam.org) o bien acercarse a la sede.
Durante esos d¨ªas, los arquitectos, inmersos en su particular crisis, salen a la calle y muestran al ciudadano de a pie lo que mejor conocen. Visitas guiadas a la mansi¨®n de Jos¨¦ L¨¢zaro, al Palacio de Comunicaciones (hoy Ayuntamiento), al Zool¨®gico, al Estado Mayor de la Defensa, al estudio de Alejandro de la Sota o al mercado de Legazpi; itinerarios culturales o hist¨®ricos; debates sobre arquitectura o sobre la relaci¨®n de esta con el cine, y talleres con sugerentes nombres como Arquitectura comestible. Por algo han titulado a esta semana Todo es arquitectura. El gremio tambi¨¦n ha querido recordar mediante un homenaje a su colega Luis Mansilla, fallecido el pasado febrero.
Pero este a?o hay una importante novedad. El radio de acci¨®n se ampl¨ªa y el foco se coloca, tambi¨¦n, en edificios de fuera de la capital. Salta a otros municipios y entra en el monasterio de El Escorial, en el palacio de Aranjuez, en la Torre de Telegraf¨ªa ?ptica en Arganda del Rey y en la ciudad romana de Complutum en Alcal¨¢ de Henares. Una selecci¨®n de joyas arquitect¨®nicas que podr¨¢ visitarse de la mano de expertos cicerones.
La gran residencia de verano. Para hablar del palacio de Aranjuez hay que empezar por el Tajo, ya que sin el agua habr¨ªa sido imposible su construcci¨®n. La arquitecta Amparo de Santisteban cuenta que los or¨ªgenes del palacio est¨¢n en una casa maestral, en el siglo XIV, que pertenec¨ªa a la orden de Santiago. ¡°Posteriormente son los Reyes Cat¨®licos quienes deciden tomar este lugar como una residencia de verano por el clima suave, las colinas pr¨®ximas al agua y el acceso a las huertas y, por tanto, a los alimentos. Y ser¨ªa Felipe II quien le diera el nombre de Real Sitio y quien tomara la decisi¨®n de construir un palacio¡±, relata. Y lo hace casi en paralelo a El Escorial y con los mismos arquitectos, Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. ¡°Felipe II era muy culto y sobre todo muy sensible con la naturaleza. Por eso, aunque no le dio tiempo m¨¢s que a construir poco m¨¢s de la mitad de lo que hoy conocemos, todo el repertorio de jardines y la disposici¨®n de las estancias lo dej¨® planteado en el proyecto original¡±. La imagen que hoy conocemos, con los 16.000 metros cuadrados construidos en dos y tres plantas, la culminar¨ªa Sabatini en el siglo XVIII.
Mensajes con sorpresa. La Torre de Telegraf¨ªa ?ptica en Arganda est¨¢ en medio de un p¨¢ramo, muy pocos saben qu¨¦ es. Y eso que cuando se inaugur¨®, en 1849, supuso toda una revoluci¨®n en la forma de comunicarse. ¡°Era una de las 30 torres, la cuarta, que un¨ªa Madrid con Valencia. Otras est¨¢n en el Cerro de Almod¨®var o en Rivas Vaciamadrid, hab¨ªa una por cada 10-13 kil¨®metros hasta Valencia¡±, relata Julio Cerd¨¢, jefe de Archivos y Patrimonio del Ayuntamiento de Arganda. ¡°El primer mensaje que se mand¨® fue para felicitar al presidente del Gobierno, Narv¨¢ez, que ese d¨ªa cumpl¨ªa a?os¡±. Este sistema ten¨ªa una gran ventaja, cuenta Cerd¨¢ que es una mina de an¨¦cdotas. ¡°Si todo iba bien, el mensaje llegaba en media hora, frente a los dos d¨ªas que se tardaba a caballo¡±. Pero no era infalible: ¡°Hubo unas revueltas en Valencia y, por las inclemencias del tiempo, se cort¨® la l¨ªnea y el Gobierno no se enter¨® hasta pasados cinco d¨ªas¡±. Hay otra m¨¢s sabrosa: ¡°En la l¨ªnea Madrid-Ir¨²n ten¨ªan todos los torreros la orden de que, cuando naciera el infante (la reina veraneaba en San Sebasti¨¢n), lo comunicaran a Madrid. El torrero de Burgos se levant¨® por la noche para hacer sus necesidades, encendi¨® un candil y otro torrero interpret¨® que hab¨ªa nacido un ni?o y lo comunic¨®. Hubo d¨ªas de fiesta en Ir¨²n. Y ocurri¨® que naci¨® una ni?a y naci¨® muerta¡±.
Esta peque?a fortificaci¨®n, que solo estuvo en funcionamiento ocho a?os, hasta que fue sustituida por la telegraf¨ªa el¨¦ctrica, es la ¨²nica torre de este tipo en Espa?a rehabilitada ¨ªntegramente, presume Cerd¨¢.
Mezquitas, parques y tiendas de dise?o
Una semana para disfrutar de los edificios de Madrid. Esta es una selecci¨®n de las propuestas de la Semana de la Arquitectura.
En homenaje a Luis Mansilla, fallecido este a?o, hay una visita al Archivo y Biblioteca Regional y al Museo de las Colecciones Reales, que realiz¨® junto a Emilio Tu?¨®n.
La casa mansi¨®n del escritor, editor y financiero Jos¨¦ L¨¢zaro Galdiano, discretamente ubicada en Serrano, 122, abre sus puertas al p¨²blico, que podr¨¢ contemplar su extensa colecci¨®n de arte.
El poco conocido parque del Capricho, en la Alameda de Osuna, ¨²nico jard¨ªn del Romanticismo de Madrid.
Visita guiada a la mezquita de Madrid y al centro cultural isl¨¢mico, en la calle de Salvador de Madariaga. Para entrar en la sala de oraci¨®n se exige a las mujeres llevar velo.
Visita al Parque Zool¨®gico, en la Casa de Campo, del arquitecto Javier Carvajal.
Para cambiar de aires, dos visitas dedicadas al dise?o de mobiliario: a las tiendas Vitra (Marqu¨¦s de Villamejor, 5) y BD (Villanueva, 5), donde encontrar las mejores firmas internacionales.
La arquitecta Teresa Sapey recorrer¨¢ la exposici¨®n sobre la producci¨®n art¨ªstica de su colega iran¨ª Zaha Hadid en Ivory Press (Comandante Zorita, 48).
Visita a Casa Matesanz, la firma comercial que le encarg¨® a Antonio Palacios (el mismo arquitecto que proyect¨® el Palacio de Cibeles) este edificio en Gran V¨ªa, 27, uno de los primeros centros comerciales al estilo estadounidense.
La nueva sede del COAM ser¨¢ escenario de diversas iniciativas: visitas guiadas por el edificio, la exposici¨®n dedicada al arquitecto Fernando Moreno Barber¨¢ (1913-1998), hasta un concierto en el jard¨ªn.
El origen de Madrid. A tiro de piedra de Madrid apareci¨® una de las grandes ciudades romanas de Espa?a, Complutum, en Alcal¨¢ de Henares. Las excavaciones empezaron en el siglo<TH>XVI, pero cay¨® en el olvido tras las crisis de finales del XIX y principios del XX, y no se retomaron hasta los a?os setenta-ochenta del XX. Ocupa 50 hect¨¢reas de una zona antes degradada, el barrio de los Reyes Cat¨®licos, en las cuales se lleva excavado a¨²n poco. Solo hay tres o cuatro hect¨¢reas abiertas al p¨²blico. Una de las particularidades de esta ciudad romana es que su mayor parte no est¨¢ alejada de la ciudad actual, sino en el coraz¨®n del casco urbano, lo cual ha favorecido que los trabajos de recuperaci¨®n hayan mejorado esa zona degradada del centro.
Sebasti¨¢n Rasc¨®n, jefe del servicio de Arqueolog¨ªa del Ayuntamiento de Alcal¨¢, cuenta qu¨¦ se encontraron en Complutum: ¡°Aparecieron edificios singulares de lo que era una ciudad romana: casas privadas, termas p¨²blicas, un foro con su bas¨ªlica civil, un mercado... La trama urbana se ordenaba en manzanas de 30x30 y, gracias a t¨¦cnicas de prospecci¨®n geof¨ªsicas, sabemos d¨®nde est¨¢n las calles, las manzanas y las plazas en origen¡±. Las casas de mayor tama?o, las de los pudientes, ocupaban una manzana cada una; el resto, ocupaban una manzana entre tres o cuatro. Una de las lecciones curiosas que se extraen es la siguiente: ¡°Complutum fue el origen urbano de la regi¨®n, porque Madrid como elemento urbano es del XVI cuando Felipe II decide instalar ah¨ª la capital. Antes hab¨ªa una ciudad importante, hoy llamada Alcal¨¢, y antes Complutum¡±.
Entre aposentos reales. Custodio, que est¨¢ en el proyecto fin de carrera de Arquitectura y que ser¨¢ el encargado de guiar la visita al monasterio de El Escorial, empezar¨¢ por el principio: ¡°Felipe II lo mand¨® construir para dar cobijo a los restos mortales de su padre, Carlos V, tal y como consta en su testamento. A partir del proyecto, se fueron ampliando contenidos: la bas¨ªlica, biblioteca... Para su custodia se lo dieron a los monjes de los Jer¨®nimos y actualmente lo llevan los Agustinos¡±. Despu¨¦s se centrar¨¢ en las fachadas: ¡°Las principales son las de poniente y el sur, las mejores por sus condiciones solares y a donde dan las dependencias, tanto las del monasterio como las reales. Y los accesos son por las fachadas oriental y norte, la principal y donde se muestra el orden gigante¡±. Tras pasar por la bas¨ªlica y el pante¨®n, donde est¨¢n enterrados salvo alguna excepci¨®n los reyes y sus madres, se llega a las dependencias del rey. ¡°El dormitorio est¨¢ dispuesto de tal forma que, desde ¨¦l, puede verse la bas¨ªlica y escuchar la oraci¨®n. Representa sus creencias al unir ah¨ª el imperio y la religiosidad, la bas¨ªlica con sus dependencias¡±. Y de ah¨ª a la biblioteca, ¡°un gran archivo hist¨®rico con m¨¢s de 50.000 ejemplares¡±, y a la sala capitular, ¡°donde se reun¨ªan los monjes¡±.
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