Sentimientos rosas, melod¨ªas azules
Este montaje de 'Sonrisas y l¨¢grimas' zarandea al p¨²blico de un lado al otro del arco emocional
El t¨ªtulo espa?ol de esta comedia musical es un diagn¨®stico preciso de los efectos que produce sobre el p¨²blico. No hace falta tener mucha empat¨ªa ni ser emocionalmente l¨¢bil para que la historia del flechazo m¨²ltiple entre la dulce Mar¨ªa y la familia Trapp al completo te zarandee de un lado al otro del arco iris emocional. De haberse atenido a los hechos, sus autores podr¨ªan haber escrito un drama social ilustrativo de los efectos de la Gran Depresi¨®n de 1929: los Trapp de carne y hueso, arruinados por la quiebra del banco donde invirtieron su fortuna, hubieron de despedir a sus sirvientes y alquilar su mansi¨®n por habitaciones.
En Madrid, Sonrisas y l¨¢grimas se estren¨® en 1968, en el Teatro de La Zarzuela: en contra de lo que los productores de musicales de la Gran V¨ªa vienen difundiendo interesadamente, el bum del g¨¦nero en Espa?a no es cosa reciente. La versi¨®n que dirige Jaime Azpilicueta en el Teatro Coliseum tiene como protagonistas a Silvia Luchetti, a qui¨¦n han cortado el pelo a lo Julie Andrews, y a Carlos Hip¨®lito. La similitud entre la Mar¨ªa de la Luchetti y la de la pel¨ªcula, que al principio parece un h¨¢ndicap, deja de serlo a medida que la actriz argentina se va esponjando en el papel, le va poniendo acentos m¨¢s personales y va desgranando sus canciones con muy bonita voz y mejor gusto. Por fisonom¨ªa y car¨¢cter, Hip¨®lito ofrece una versi¨®n in¨¦dita y bonancible de von Trapp: parece un intelectual nacionalista austriaco antes que el militar empe?ado en imponer disciplina castrense en su casa. Sin tener una voz destacable, le extrae todo su jugo a la melanc¨®lica Edelweiss, que el capit¨¢n canta a modo de despedida de Austria, su patria, tras la anexi¨®n alemana.
SONRISAS Y L?GRIMAS
Autores: Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II. Int¨¦rpretes: Silvia Luchetti, Carlos Hip¨®lito, Noemi Mazoy, Loreto Valverde, Jorge Lucas, Paris Martin, Yolanda Garc¨ªa, Trinidad Iglesias¡ Director musical: Julio Awad. Director: Jaime Azpilicueta. Teatro Coliseum
Hablando de emociones, la escena donde von Trapp baila el l?ndler con Mar¨ªa para ense?ar a su benjam¨ªn y, en un roce fortuito, ambos est¨¢n a punto de besarse ante la mirada ansiosa de los peque?os y la estupefacci¨®n de su prometida, est¨¢ resuelta con mayor tensi¨®n dram¨¢tica que la secuencia hom¨®loga de la pel¨ªcula. Teniendo el gusto que Azpilicueta tiene para tales situaciones, es una l¨¢stima que el primer beso entre Mar¨ªa y el capit¨¢n se haya resuelto en falsete (haciendo que Hip¨®lito se gire de espaldas al p¨²blico mientras entrelaza a la Luchetti, para que los rostros de ambos queden tapados). No hay qu¨ªmica en ese instante, pero s¨ª en los besos a la vista que se producen despu¨¦s: afortunadamente, pues a esa ligaz¨®n sentimental conduce toda la trama.
Entre los papeles de car¨¢cter, destaca la madre superiora de Noem¨ª Mazoy: una voz extraordinaria pero tambi¨¦n una actriz capaz de solucionar con gracia soberana un arquetipo tan alejado de su f¨ªsico y edad. La chispeante Frau Schmidt de Trinidad Iglesias despierta la hilaridad general en cada una de sus intervenciones y levanta un aplauso merecido en su mutis. Los tonos pastel del paisaje alpino, pintado por Ricardo S¨¢nchez sobre telones y decorados planos intencionadamente ingenuos, est¨¢n en sinton¨ªa con los dulces acentos de las muy pegadizas melod¨ªas de Richard Rodgers. Y la traducci¨®n del Do, re, mi, de todos conocida ¨Cporque es la misma de la pel¨ªcula¨C, resulta puro nonsense.
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