Los expertos piden acelerar por ley la destrucci¨®n de la droga incautada

¡°Nos estaban avisando de que nos iban a robar. El trasiego de personas es permanente en ese dep¨®sito de C¨¢diz y su uso no se puede compartir. Y ahora todo el mundo escurre el bulto¡±. Por incre¨ªble que parezca, las alertas sobre el riesgo que supon¨ªa la droga incautada en esta ciudad hab¨ªan saltado hac¨ªa meses, tal y como resaltan fuentes policiales. Pero la falta de medios impidi¨® reaccionar a tiempo, y la semana pasada desaparecieron 290 kilos de coca¨ªna y hach¨ªs del dep¨®sito gaditano. De la custodia policial, los alijos regresaron al mercado en una operaci¨®n limpia, realizada tras entrar los ladrones en el dep¨®sito llave en mano.

El problema es c¨ªclico. Andaluc¨ªa, tradicional puerta de entrada de la coca¨ªna y el hach¨ªs hacia Europa, sufre esta saturaci¨®n de fardos que supone una llamada de atenci¨®n a los ladrones, un problema de salubridad, e incluso una tentaci¨®n a la corrupci¨®n para agentes con sueldos nada boyantes. M¨¢laga, Sevilla, C¨¢diz¡­ la cascada de ciudades cuyos dep¨®sitos han sufrido robos aumenta casi cada a?o ?Hay soluci¨®n para evitar a estos avezados cacos?

Tras la sustracci¨®n de C¨¢diz, el Gobierno central ha firmado un protocolo con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la Agencia Estatal de Medicamentos y la Fiscal¨ªa General del Estado para que el plazo de destrucci¨®n de la droga incautada no supere los dos meses. Pero es solo una recomendaci¨®n, ya que la ¨²ltima palabra es del juez de instrucci¨®n. Cada caso es un mundo, y los jueces buscan dar respuesta a ulteriores reclamaciones de los abogados, por lo que a menudo reh¨²yen la destrucci¨®n de la droga, que se eterniza en los dep¨®sitos durante a?os.

Las voces expertas tildan el protocolo de papel mojado y exigen una reforma legal que obligue al instructor a quemar las sustancias. ¡°Salvo que haya una orden motivada, deber¨ªa imponerse una reforma legal¡±, pide Mar¨ªa Jos¨¦ Segarra, fiscal jefe de Sevilla, donde en 2008 desaparecieron 154 kilos de hero¨ªna y coca¨ªna de la Jefatura Superior de Polic¨ªa.

El Ejecutivo central no avanza sus planes al respecto, pero tras caducar un anteproyecto, la reforma podr¨ªa estar lista a principios de 2013, seg¨²n fuentes del CGPJ. Ahora las lagunas son varias y graves. ¡°Con el protocolo buscamos que la cadena de custodia quede identificada con reportajes fotogr¨¢ficos. Qui¨¦n traslad¨® qu¨¦ en cada momento¡±, detalla Manuel Almenar, vocal del Consejo firmante del acuerdo, que comparte con Segarra la reforma legal como la soluci¨®n definitiva. El presidente de la Audiencia de Sevilla, Dami¨¢n ?lvarez, remacha: ¡°Una reforma legal ser¨ªa el espaldarazo definitivo para un plazo ponderable¡±. El Consejo pretende presionar a los jueces a trav¨¦s de los decanatos tras recibir las peticiones para la quema desde la fiscal¨ªa, la polic¨ªa o la Guardia Civil.

De momento, la amenaza de robos sigue latente mientras los agentes de la lucha antidroga piden un horno crematorio en Andaluc¨ªa que eviten los costosos traslados de la droga hasta Asturias. Antes una cementera de Jerez permit¨ªa la quema espor¨¢dica de alijos, pero la empresa cerr¨® el grifo de la colaboraci¨®n. Sin embargo, los agentes piden sobre todo la colaboraci¨®n de los jueces, porque lo habitual es que un alijo est¨¦ entre dos y cuatro a?os bajo custodia policial. Y a veces hasta ocho y 10 a?os. ¡°Convertir 400 kilos en 400 gramos es muy sencillo, pero hay que molestarse en levantar actas y hacer contraan¨¢lisis. Simplemente es voluntad y que el juez y las partes quieran hacerlo¡±.

Mientras, los jueces de instrucci¨®n reconocen la falta de coordinaci¨®n que se pule muy poco a poco. ¡°Si aplicas la ley, lo puedes hacer [la destrucci¨®n], sin duda. Te la juegas, pero lo puedes hacer¡±, admite uno de ellos. Pero tambi¨¦n reparte responsabilidades. ¡°La misma polic¨ªa tambi¨¦n es culpable. Nos interesa m¨¢s los detenidos que la sustancia. No debe ser una coletilla el deber de especificar los fardos¡±, a?ade este juez.

Ante las precauciones tomadas por ladrones que se saben vigilados, la resoluci¨®n de estos casos es muy compleja. Y recuperar la droga, casi imposible. Solo el robo en la Jefatura de Sevilla cont¨® con detenidos. Los otros tres carecen de culpables y alijos.