Los desaires del Gobierno dejan sin discurso pol¨ªtico al PP valenciano

¡°La ¨²nica suerte que hemos tenido es que la presentaci¨®n de los presupuestos generales del Estado tap¨® el fracaso de la reforma sanitaria¡±, admite con sorna un alto cargo del PP valenciano.

Y es que las cuentas que el Gobierno present¨® la semana pasada para el ejercicio 2013 han levantado una oleada de indignaci¨®n en el seno del PP que preside Alberto Fabra.

Las inversiones del Estado el a?o que viene se reducir¨¢n un 35,1% respecto a las de 2012. Pero lo m¨¢s sangrante para los populares valencianos es que disminuyen en un 57% respecto al ¨²ltimo presupuesto del Gobierno socialista de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Y, por si fuera poco, la inversi¨®n estatal per c¨¢pita en 2013 coloca a la Comunidad Valenciana por detr¨¢s de Catalu?a y Andaluc¨ªa, las autonom¨ªas que serv¨ªan de ejemplo para evidenciar la marginaci¨®n socialista por intereses electorales.

Todo ello evidencia el fracaso del discurso del PP valenciano que durante a?os pesc¨® en los caladeros de voto con la promesa de que un Gobierno presidido por Mariano Rajoy acabar¨ªa con los agravios del Estado. No ha sido as¨ª.

El presidente traslad¨® su malestar

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha tenido que moverse r¨¢pido esta semana, en un ambiente complicado por las imputaciones judiciales en casos de corrupci¨®n de Sonia Castedo y Rafael Blasco, para intentar canalizar el fuerte malestar interno. El jefe del Consell es consciente de que en algunos c¨ªrculos del PP valenciano se ha llegado a verbalizar la posibilidad de que los diputados valencianos protagonizasen un plante en el Congreso en protesta por la baja inversi¨®n del Gobierno. Un lujo que Fabra, asfixiado como est¨¢ por los problemas de tesorer¨ªa y pendiente del rescate del Fondo de Liquidez Auton¨®mico (FLA), no se puede permitir.

En conversaciones con Mariano Rajoy, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, y el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, Fabra ha transmitido a cada uno de ellos su indignaci¨®n por unos presupuestos que vuelven a castigar a la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, el mal ya est¨¢ hecho y hay muy poco margen de maniobra para rectificar. Seg¨²n fuentes del PP valenciano, Montoro se excus¨® en que la responsabilidad era de los ministros ¡ªuna justificaci¨®n punzante que vuelve a evidenciar que no hay ni un alto cargo valenciano en el Gobierno de Rajoy¡ª, mientras que el presidente del Gobierno se remiti¨® a compensaciones futuras ¡ªlo que es muy poco consuelo dada la volatilidad de la situaci¨®n econ¨®mica con un posible rescate de Espa?a encima de la mesa¡ª. El presidente de la Generalitat ha dado orden a sus consejeros de que preparen enmiendas parciales para limpiar un poco la da?ada imagen, aunque el propio Consell sabe que se trata de un brindis al sol en el que ¨²nicamente hay posibilidades de mejorar ligeramente la inversi¨®n en el corredor ferroviario mediterr¨¢neo.

Sectores del partido especularon con

¡°Estamos en situaci¨®n de debilidad¡±, admite un alto cargo del Consell, ¡°hasta que no aliviemos el problema de los impagos que solo se solucionar¨¢ con el dinero del FLA es dif¨ªcil levantar la voz¡±.

Por eso lo ha hecho la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE), que preside Vicente Boluda. Deterioradas las relaciones del Consell con la patronal auton¨®mica Cierval de Jos¨¦ Vicente Gonz¨¢lez, la asociaci¨®n de grandes empresarios, con influencia suficiente para hacerse o¨ªr en Moncloa, la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE) se ha convertido en uno de los puntales de las reivindicaciones econ¨®micas de Fabra, Lo que no impide que, adem¨¢s de apoyar las reivindicaciones de la Generalitat en Madrid, deslice sus propias cr¨ªticas hacia la falta de diligencia del Consell.

Voces que tambi¨¦n se escuchan en el PP valenciano, que abogan por una crisis que permita a Fabra reformar a fondo el Gobierno que hered¨® de Francisco Camps y dar un nuevo impulso a la acci¨®n de la Generalitat.

Fuentes populares aseguran que Fabra ha descartado esta opci¨®n por dos razones: la necesidad de que algunos miembros de su gabinete se acaben de consumir en la elaboraci¨®n de las cuentas de 2013 y de evitar que la asfixiante situaci¨®n financiera convierta el impulso de un nuevo Consell en flor de un d¨ªa.

Mientras, el jefe del Consell se prepara para un cambio de discurso, m¨¢s reivindicativo hacia Madrid, en cuando las circunstancias se lo permitan.