M¨¢s casas sin vender que en ning¨²n sitio
La Comunidad Valenciana ten¨ªa 139.273 viviendas terminadas y cerradas a finales de 2011
![Ignacio Zafra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F4d89325c-7f93-4b69-b7eb-b1b3b272c02d.jpg?auth=eb0419eecf558bcf53cd5f7086dca9762dfd83c9619fba0f80a50674db2f041f&width=100&height=100&smart=true)
![Viviendas y oficinas sin vender en la ciudad de Valencia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HL4S523SLN4FIS7OH2WP5ODAXA.jpg?auth=4ccb6b6b5faf5f80be8a24e16cce87ed0ac08dc65f5701e5aa16376f7cbce6fd&width=414)
La Comunidad Valenciana rompe registros en viviendas nuevas sin vender. A finales de 2011 ten¨ªa 139.273 casas terminadas y cerradas, seg¨²n datos del Ministerio de Fomento. Lo m¨¢s grave no es, probablemente, que el territorio se sit¨²e a mucha distancia de otras autonom¨ªas m¨¢s pobladas, m¨¢s extensas y situadas tambi¨¦n en el litoral mediterr¨¢neo. Lo m¨¢s grave es que desde que empez¨® la crisis, hace cuatro a?os, la valenciana ha sido la ¨²nica entre las grandes comunidades que ha seguido aumentando su stock a buen ritmo cada a?o.
Y la dimensi¨®n del problema es mayor. ¡°Esa cifra es de m¨ªnimos¡±, asegura el experto en econom¨ªa de la vivienda de la Universidad Pompeu Fabra e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE), Jos¨¦ Garc¨ªa-Montalvo. De un lado, porque Fomento parte del principio de que todo lo que se cataloga como autopromoci¨®n ¡ªla uni¨®n de particulares para levantar viviendas sin ¨¢nimo de lucro¡ª est¨¢ vendido, cuando no es as¨ª. Y de otro lado, sobre todo, porque no computa las viviendas usadas puestas a la venta, un segmento que ha aumentado con la crisis ante la necesidad de los propietarios de conseguir liquidez.
Aunque no existen datos exactos, el servicio de estudios de Catalunya Caixa estim¨® que la Comunidad Valenciana ten¨ªa 210.000 viviendas sin vender.
?C¨®mo se ha llegado hasta ah¨ª? Una primera respuesta la ofrece el hist¨®rico de viviendas sin vender de Fomento. En 2009, cuando la crisis y el pinchazo inmobiliario era un hecho, Andaluc¨ªa, Catalu?a y Madrid limitaron el aumento de su stock por debajo de los dos d¨ªgitos. En la Comunidad Valenciana, en cambio, las viviendas nuevas sin vender aumentaron un 27,1%.
La situaci¨®n se explica, en parte, por un error de c¨¢lculo al inicio de la crisis
En el a?o 2010, las otras tres comunidades grandes estaban ya en la senda de reducci¨®n del stock. La valenciana, por su parte, volvi¨® a aumentarlo un 11,4%. Y el a?o pasado, mientras la disminuci¨®n se consolidaba en el conjunto de Espa?a (-1,6%) y era muy intensa en algunas regiones, en la Comunidad Valenciana volvi¨® a desviarse la tendencia y aument¨® su stock t¨®xico un 4,7%.
Mientras en otras zonas se corrigi¨® el rumbo ¡ªal menos una vez constatado el crash inmobiliario¡ª la inercia llev¨® a la Comunidad Valenciana a seguir construyendo viviendas imposibles de vender. El efecto es que a finales de 2008 el stock era de 94.254 casas y a finales de 2011, tres a?os de dura crisis despu¨¦s, ascend¨ªa a 139.273. Un aumento de casi el 50%.
Esto explica el gran inter¨¦s que se est¨¢ tomando la Generalitat, con gira del propio presidente, Alberto Fabra, incluida para vender viviendas, sobre todo segundas residencias, en Alemania. O la iniciativa puesta en marcha por la Consejer¨ªa de Industria, en colaboraci¨®n con el Consejo de C¨¢maras de la Comunidad Valenciana, para dar a conocer la oferta dentro de la Uni¨®n Europea y asegurar a los potenciales clientes la alta seguridad jur¨ªdica que garantizar¨ªa sus inversiones, despu¨¦s de los tirones de orejas que recibi¨® el Consell de Bruselas durante los a?os del boom.
Garc¨ªa-Montalvo ofrece dos explicaciones para la evoluci¨®n valenciana. La primera es un error de c¨¢lculo: ¡°El plazo de finalizaci¨®n de obras es largo, as¨ª que el a?o pasado se materializaron decisiones tomadas en 2008¡±. La segunda es un dilema al que se han enfrentado en Espa?a muchos promotores y financiadores de proyectos inmobiliarios tras el estallido de la crisis: ¡°Mejor seguir adelante y terminar las viviendas, que quiz¨¢ se puedan acabar vendiendo, que quedarse con un suelo que dif¨ªcilmente tendr¨¢ salida¡±.
Castell¨®n presenta, con diferencia, el peor diagn¨®stico de Espa?a
El catedr¨¢tico anticipa que la recuperaci¨®n ser¨¢ muy lenta: ¡°Decir que en 10 o 15 a?os se absorber¨¢ el suelo que ha quedado pendiente de ser urbanizado es ser optimista. Respecto a las promociones, habr¨¢ algunas que saldr¨¢n al mercado y otras que no se absorber¨¢n nunca¡±. En cataclismos inmobiliarios parecidos, como el irland¨¦s, el banco malo que impuls¨® el Gobierno ha acabado por decidirse a demoler bloques de apartamentos.
La mucha peor reacci¨®n de la Comunidad Valenciana comparada con el resto de Espa?a tiene un factor esencial: Castell¨®n. Observando el registro hist¨®rico del Ministerio de Fomento resulta que en 2009, cuando la moderaci¨®n ya se hab¨ªa instalado, en Espa?a, el n¨²mero de viviendas sin vender en Castell¨®n creci¨® un 92,8%.
A pesar de ello, por entonces a¨²n era la provincia valenciana con menos stock: 34.366 casas nuevas y cerradas. En 2010, sin embargo, su n¨²mero creci¨® un 34,6%. Y en 2011, cuando en Espa?a ya apenas se mov¨ªa una piedra, Castell¨®n volvi¨® a batir los registros y lo aument¨® otro 17%.
La consecuencia es que a finales del a?o pasado, Castell¨®n, con 54.274, no solo era la provincia valenciana con m¨¢s casas sin vender, sino la segunda de Espa?a, a no mucha distancia de la primera, que era Barcelona (60.077).
Una casa por 11 residentes
Los valores absolutos no reflejan, sin embargo, m¨¢s que una peque?a parte del desastre. Garc¨ªa-Montalvo se?ala que para conocer el verdadero estado de salud del stock de viviendas sin vender en una zona hay que cruzarlo con el n¨²mero total de viviendas y con el n¨²mero de habitantes. El diagn¨®stico para Castell¨®n es en ambos casos grav¨ªsimo. Mientras en el conjunto de Espa?a este stock representa el 2,6% del total (y en Barcelona el 2,3%) en la provincia de Castell¨®n se dispara al 12%. Si se mide por poblaci¨®n, resulta que por cada casa nueva vac¨ªa en la provincia de Barcelona hay 92 habitantes; mientras que en Castell¨®n hay una por cada 11 residentes.
Siguiendo la explicaci¨®n de Garc¨ªa-Montalvo, Castell¨®n, primero, lleg¨® muy tarde a la burbuja inmobiliaria, quiz¨¢ cuando ya hab¨ªa empezado a pincharse. Y segundo, sus promotores y responsables pol¨ªticos no se arredraron ante el vendaval que se anunciaba, y continuaron ejecutando megacomplejos urban¨ªsticos, como los levantados en Oropesa. Confiando tal vez en que su nuevo aeropuerto saldr¨ªa en su ayuda atrayendo a miles de compradores extranjeros.
Construyendo casas en pleno pinchazo inmobiliario
Desafiando al mercado. En el a?o 2008, cuando las alarmas en el negocio inmobiliario sonaban con fuerza y las grandes comunidades aut¨®nomas pisaban el freno del ladrillo, la Comunidad Valenciana experiment¨® un aumento de casas nuevas sin vender del 27,1%. La acumulaci¨®n del stock obedece a una regla elemental, que consiste en levantar m¨¢s casas de las que se compran.
Tres a?os de crisis despu¨¦s. Mientras en el conjunto de Espa?a ya se ha iniciado la disminuci¨®n del
El 20% del stock t¨®xico de Espa?a. Cuando empez¨® la crisis, la Comunidad Valenciana ten¨ªa algo m¨¢s del 15% de todas las viviendas sin vender del pa¨ªs. Hoy supone el 20,6%.
El desastre de Castell¨®n. La provincia ten¨ªa el menor stock inmobiliario de la comunidad aut¨®noma y una posici¨®n relativamente discreta en el conjunto de Espa?a. Con un ritmo de aumento de viviendas vac¨ªas que alcanz¨® el 92% en 2009, el 34% en 2010, y el 17% el a?o pasado, Castell¨®n ha pasado a ser la segunda provincia espa?ola con m¨¢s casas sin vender: 54.274. En realidad, su posici¨®n es la peor: la que m¨¢s stock tiene es Barcelona, pero su poblaci¨®n y parque total de viviendas diluyen el problema mientras en Castell¨®n lo agravan. En comparaci¨®n, tanto Alicante (donde el ritmo de ventas es muy superior, y hay 49.333 viviendas nuevas sin vender) como Valencia (35.666) se han ido acercando a la tendencia espa?ola, aunque siguen generando ligeramente m¨¢s.
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