¡°Saco basuras por 50 c¨¦ntimos¡±
Un parado de C¨¢diz busca a la desesperada cualquier ingreso
Por la ma?ana busca trabajo y por la noche saca las basuras de sus vecinos por 50 c¨¦ntimos la bolsa. Jes¨²s Pardel tiene 29 a?os, un curr¨ªculum como camarero y ayudante de cocina. Tiene incluso experiencia laboral en el extranjero. Pero lleva demasiado tiempo en el paro. Tanto que ya no recibe ninguna prestaci¨®n. As¨ª que, a la desesperada, se le ocurri¨® colgar carteles por C¨¢diz. ¡°No tengo trabajo. Estoy casado y voy a tener una hija. 50 c¨¦ntimos no son nada. Usted puede ayudar a un padre de familia olvid¨¢ndose de bajar la basura¡±. Su anuncio le ha ayudado a conseguir sus primeros clientes y a erigirse como un s¨ªmbolo local de la crisis.
Pardel vive con sus suegros. El ¨²nico sueldo que entraba en la casa era el de la madre de su mujer, hasta que enferm¨® de c¨¢ncer y tuvo que dejar de trabajar. Emigr¨® a Francia donde trabaj¨® en el sector de la hosteler¨ªa. Pero la aventura laboral dur¨® poco. Hasta que se dio cuenta de que perd¨ªa dinero. ¡°Un piso compartido nos costaba 900 euros mensuales¡±. As¨ª que volvieron. Y en diciembre vendr¨¢ Elena, su primera hija. ¡°Yo tengo que conseguir dinero para ir compr¨¢ndole cosas a la ni?a¡±.
Y con esa m¨¢xima tuvo la idea de anunciarse para recoger las basuras de las casas. No era una idea nueva. En C¨¢diz este tipo de tareas se ofrece desde hace d¨¦cadas a modo de mozo de los recados. Aunque Jes¨²s Pardel lo institucionaliza como la ¨²nica v¨ªa para subsistir. ¡°Ahora viene el invierno y mucha gente no quiere o tiene dificultades para salir, as¨ª que yo me ofrezco a bajarles las bolsas¡±. En el anuncio detalla que pide 50 c¨¦ntimos por viaje. Lo ha repartido, sobre todo, por la barriada de La Paz, pero lo ha terminado extendiendo por toda la ciudad. Sabe que para ganar un m¨ªnimo aceptable tendr¨¢ que coger muchos ascensores y subir y bajar muchas escaleras. Tambi¨¦n ofrece descuentos a comunidades de propietarios, para recoger las bolsas de los inquilinos de edificios enteros.
Su anuncio ha pasado de la calle a divulgarse en las redes sociales
Jes¨²s Pardel es un producto de la crisis, un emprendedor a peque?a escala, un almac¨¦n de ingenio desesperado. Lo es en una ciudad de 125.000 habitantes y 17.000 parados, en una provincia que, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Poblaci¨®n Activa, alcanzaba el 34,51% de desempleo. Reconoce que act¨²a bajo la desesperaci¨®n, con la presi¨®n del ¡°algo tengo que hacer¡±, sin plantearse si quiera la viabilidad de este negocio en ciernes, solo con la esperanza de reunir algunos euros.
El cartel solo llevaba tres d¨ªas en la calle, cuando recibi¨® la primera llamada de una clienta. Su primera clienta. Sus primeros 50 c¨¦ntimos. Despu¨¦s recibi¨® otra. E incluso de una comunidad de propietarios. Su anuncio pas¨® de la calle a divulgarse en las redes sociales, donde su caso se analiza ya desde la perspectiva de las v¨ªctimas de la situaci¨®n econ¨®mica, como ejemplo de que las necesidades b¨¢sicas no se pueden cubrir f¨¢cilmente en muchas casas. ?l empezaba a buscarse esta manera de ganar dinero justo en la semana en la que Instituto Nacional de Estad¨ªstica revelaba que el 21% de los espa?oles vive bajo el umbral de la pobreza.
Por la ma?ana Jes¨²s Pardel se dedica a buscar trabajo por toda la bah¨ªa gaditana. Ah¨ª no se pone l¨ªmites. De lo que sea. Lo hace mientras espera que su tel¨¦fono, promocionado en carteles por las calles, suene para sumar nuevos clientes. As¨ª ocupar¨¢ sus noches y llenar¨¢ una fr¨¢gil hucha, abierta ya para todo lo que necesite Elena.
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