Chicas taciturnas
Plazas que eran de arena, centros comerciales futuristas o la casa donde vivi¨® Valle-Incl¨¢n. As¨ª es el Madrid del escritor, que acaba de traducir una obra de J. R. Ackerley
1. Cubo de m¨¢rmol. Delante del Museo de Ciencias Naturales. Es una especie de monumento blanco, que creo es a la Constituci¨®n pero no lo pone por ning¨²n lado. Tiene esa cosa bonita de monumento que pod¨ªa ser cualquier cosa. Est¨¢ al lado del Museo de Ciencias Naturales, a donde mi madre, bi¨®loga, me llevaba mucho y que por esa man¨ªa mostrenca de convertirlo todo en interactivo se lo han cargado. (Jos¨¦ Guti¨¦rrez Abascal, 2)
?2. Dehesa de la Villa. Es un lugar como m¨¢gico y relajado. De pronto aparece como un bosque romano en mitad de Madrid. Me llevaban mis padres a jugar de ni?o y ahora es el que est¨¢ al lado de mi casa y voy a correr cuando me armo de valor. Y tiene un lugar muy literario, una cl¨ªnica abortista y cuando se sale da a un parque infantil donde no s¨¦ por qu¨¦ siempre hay chicas como taciturnas.
3. Plaza de las Comendadoras. Siempre me han fascinado las plazas de arena de Madrid, de donde todo el mundo volv¨ªa con el polvillo blanco como s¨ªmbolo de diversi¨®n. Y esta fue la ¨²ltima de arena a donde vuelvo como nostalgia y casi siempre est¨¢ vac¨ªa.
4. Casa do Brasil. Nunca he entrado, pero siempre que paso por ah¨ª me produce una atracci¨®n hipn¨®tica. Es como una de esas presencias con las que siempre cuentas y que cuando te vas acercando anticipas: ¡®Y ah¨ª est¨¢ la Casa do Brasil¡¯. (Avenida del Arco de la Victoria, 3)
EE UU, Roma, Buenos Aires
Andr¨¦s Barba (Madrid, 1975) ha vivido por el todo el mundo: EE UU, Roma, Buenos Aires... Ha publicado 14 libros (¡°creo¡±, dice) entre ensayo, cuentos, novela... como 'Ha dejado de llover' o 'Agosto, Octubre' y ha traducido varias obras del ingl¨¦s.
5. La Vaguada. Protocentro comercial de cuando pens¨¢bamos que la felicidad estaba en los centros comerciales. ?bamos como si fu¨¦ramos de excursi¨®n a una ciudad diferente. Ten¨ªa algo de futurista.
6. La V¨ªa L¨¢ctea. Es lo m¨¢s parecido a un bar hist¨®rico en mi vida. Desde los 18 a?os hasta ahora, por la m¨²sica, los amigos, Javier Krahe, su due?o... Si junto todo el dinero que me he gastado ah¨ª podr¨ªa haberme comprado un apartamento en Benalm¨¢dena. Se lo habr¨¢ comprado Krahe, seguro. (Velarde, 18)
7. Casa Mingo. Lo tengo asociado al comienzo de la primavera. A estar en la universidad e ir a comer all¨ª esa especie de men¨² ¨²nico a base de cabrales, ensaladas y pollo. (Paseo de la Florida, 34)
8. Dep¨®sito de Aguas. Sigue ah¨ª como un testimonio f¨®sil de lo que fue la plaza, con el monumento a Jos¨¦ Calvo Sotelo en el centro. De peque?o viv¨ªa cerca y me reconfortaba tenerlo pr¨®ximo porque si hubiera habido una gran tragedia a nosotros no nos iba a faltar el agua. (Plaza de Castilla)
9. General Oraa, 19. Siempre me fascina mucho esta casa, que es donde vivi¨® Valle- Incl¨¢n, un escritor muy admirado para m¨ª, y en la que me parec¨ªa que se concentraba algo oscuro, como un lugar donde la literatura niega la vida y se encierra en s¨ª misma. Era como una advertencia. Est¨¢ en la esquina con Hermanos B¨¦cquer donde creo que Javier Mar¨ªas en Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª cuenta que era donde se pon¨ªan las putas.
10. Edificio A, facultad de Filolog¨ªa. Desde el primer momento que llegu¨¦, en la entrada le¨ª una frase, Siste Viator (Det¨¦nte caminante), era como entrar en el templo del saber y me impresion¨® much¨ªsimo. Me hizo tener un respeto reverencial a la universidad que perd¨ª nada m¨¢s entrar. (Ciudad Universitaria s/n)
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