El chico c¨¢lido y fr¨¢gil
El cantautor de Trollh?tan emociona con su voz sentimental y deliciosa a 300 seguidores Las naves del Matadero cobijaron los canciones de Johanson
Sin necesidad de atesorar grandes conocimientos de fisonom¨ªa, algunos artistas resultan desenvolverse como cabr¨ªa inferir de su aspecto. P¨¢lido y huesudo, casi albino y de barba tan clara que no se sabe si est¨¢ afeitado o no, el sueco Jay-Jay Johanson encarna la intersecci¨®n entre fragilidad y calidez. Salvo en las dos primeras estrofas de su tema inaugural (Dilemma), que interpret¨® muy fuera de tono, este cantautor de Trollh?ttan atesora una voz sentimental y deliciosa, casi femenina en la franja aguda. Emocionante de tan vulnerable.
Johanson compareci¨® en el Matadero ante unos 300 seguidores que combat¨ªan la antipat¨ªa oto?al arremolinados en torno a las estufas. El ya cuarent¨®n autor de It hurts me so pas¨® de puntillas por su hermoso ¨²ltimo ¨¢lbum, Spellbound, para ofrecer sus ¨¦xitos en compa?¨ªa de un teclista que disparaba abundantes pasajes pregrabados. Sonaron arreglos hasta orquestales, pero el desangelado escenario solo albergaba a dos ocupantes.
La deliciosa voz de J?je remite a menudo, por ternura e inflexi¨®n jazz¨ªstica, a Chet Baker o Harry Connick Jr., incluso al Caetano Veloso de Fina estampa. Pero el envoltorio alterna la melancol¨ªa y romanticismo a ultranza de los crooners (So tell the girls parece Sinatra en los cincuenta) con la electr¨®nica lenta y relativamente c¨¢lida del trip hop. El resultado es personal y sugerente, pero terminamos echando de menos alg¨²n instrumento con m¨¢s latido humano. De hecho, la bella y melanc¨®lica The girl I love is gone, interpretada solo a piano y voz, con un fraseo delicad¨ªsimo, se acaba convirtiendo en el ¨²nico momento sobrecogedor.
Johanson se acompa?a con las im¨¢genes en blanco y negro de personajes que pesta?ean ante la c¨¢mara con pesadumbre, como preciosas fotograf¨ªas tristes de dos minutos. Dej¨® su m¨¢s conmovedor t¨ªtulo reciente, On the other side, para los bises: dos amantes que se preguntan si se reconocer¨¢n al otro lado de la vida. Genuina congoja n¨®rdica para una noche desapacible.
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