Por qu¨¦ los Jaime I no interesan
Los premios cient¨ªficos doblan la dotaci¨®n de los Pr¨ªncipe de Asturias y congregan a m¨¢s Nobel que ning¨²n otro, pero su impacto social es m¨ªnimo
El mi¨¦rcoles 31 de octubre se entregar¨¢n los Premios Rey Jaime I, en su edici¨®n n¨²mero 25. Y el rito, que empez¨® como cada a?o en junio con el desembarco de 22 premios Nobel en Valencia, volver¨¢ a completarse: acto solemne en la Lonja, entrega de los galardones por parte de alg¨²n miembro de la familia real ¡ªen esta ocasi¨®n, la reina Sof¨ªa¡ª y falta total de repercusi¨®n social y medi¨¢tica fuera de las fronteras de la comunidad aut¨®noma.
La pregunta es por qu¨¦ a pesar de tener una dotaci¨®n econ¨®mica (100.000 euros por galardonado) que dobla la de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias, de reconocer la trayectoria de cient¨ªficos de indudable excelencia ¡ªal menos en el galard¨®n central, el de investigaci¨®n b¨¢sica¡ª, y de haber conseguido implicar a grandes empresas como patrocinadores, los Jaime I resultan pr¨¢cticamente irrelevantes.
La mayor¨ªa de los consultados ¡ªcient¨ªficos reconocidos, varios de ellos distinguidos en ediciones anteriores, y personas que dirigen o han dirigido las grandes instituciones investigadoras valencianas¡ª se?alan, en primer lugar, un problema de comunicaci¨®n, un argumento habitual en estos casos.
Se comunican poco y hay
¡°Yo lo atribuyo b¨¢sicamente a un exceso de humildad o austeridad informativa por parte de la fundaci¨®n que los concede¡±, responde el economista y vicepresidente de Abengoa, Jos¨¦ B. Terceiro, que recibi¨® el premio en su especialidad en el a?o 2000. Terceiro considera que, en t¨¦rminos espa?oles, los Jaime I son m¨¢s importantes que los Pr¨ªncipe de Asturias, excesivamente orientados en su opini¨®n ¨²ltimamente al exterior. ¡°Re¨²nen a m¨¢s premios Nobel que ning¨²n otro lugar de Espa?a, el jurado no puede ser m¨¢s prestigioso, los premiados son importantes y, sin embargo, el impacto es m¨ªnimo. No lo entiendo¡±, afirma el catedr¨¢tico de la Universidad Complutense de Madrid, que es miembro de la Real Academia Espa?ola.
El neurocient¨ªfico Carlos Belmonte (Jaime I en 1992) comparte el diagn¨®stico, pero agrega: ¡°La verdad es que con los dem¨¢s premios pasa algo parecido. Y creo que se deriva del hecho de que el reconocimiento social a la investigaci¨®n es escaso. Genera bastante indiferencia¡±. El exdirector del Instituto de Neurociencias de Alicante comenta el caso de los Premios BBVA, que han distinguido en los ¨²ltimos a?os a varios cient¨ªficos que despu¨¦s recibieron el Nobel, y que tambi¨¦n suelen pasar desapercibidos. Y el qu¨ªmico Eugenio Coronado (Jaime I en 2003 de Nuevas Tecnolog¨ªas) se?ala que lo mismo ocurre con las distintas categor¨ªas cient¨ªficas del Premio Nacional, ¡°que tambi¨¦n entrega el rey¡±.
Otros premios cient¨ªficos
Todos los consultados, incluso entre los m¨¢s cr¨ªticos, reconocen la importancia de los Jaime I en el reconocimiento de la actividad cient¨ªfica y por haber logrado embarcar en ellos a importantes empresarios y compa?¨ªas, que hoy financian el 80% del presupuesto de los galardones, que alcanza los 1,6 millones de euros, frente al 20% que aporta la Generalitat. Dicho esto, el catedr¨¢tico de Qu¨ªmica F¨ªsica y exrector de la Universitat de Val¨¨ncia, Francisco Tom¨¢s, considera que los premios han evolucionado hasta convertirse m¨¢s en un acto de sociedad que en un acontecimiento cient¨ªfico.
El propio momento de la entrega en La Lonja, donde los cient¨ªficos est¨¢n en minor¨ªa frente a pol¨ªticos y otros invitados, apunta Tom¨¢s, es una prueba de ello: ¡°Se le da poca pelota a la ciencia y mucha al boato¡±.
Varios consultados consideran que los Jaime I tienen tambi¨¦n el problema de depender excesivamente de la figura de su fundador y presidente ejecutivo, Santiago Grisol¨ªa. Los Nobel que se han ido integrando como jurados de los premios, prosiguen, son en gran medida de su quinta, y por tanto recibieron el galard¨®n sueco hace d¨¦cadas, aunque todas las fuentes admiten que atraer a Valencia a los Nobel m¨¢s recientes ser¨ªa una misi¨®n muy complicada.
En parte porque, a diferencia de los Pr¨ªncipe de Asturias, que tienen una fecha fija, la entrega de los Jaime I baila constantemente en funci¨®n de la agenda del miembro de la Casa Real que cada a?o lo entrega. En alguna ocasi¨®n, Zarzuela ha confirmado la fecha con apenas una semana de antelaci¨®n.
Los cr¨ªticos opinan que los
Admitiendo el enorme peso que Grisol¨ªa tiene en los premios, Jos¨¦ P¨ªo Beltr¨¢n, coordinador del CSIC en la Comunidad Valenciana, matiza que ello puede verse como una cr¨ªtica, pero tambi¨¦n de otro modo: Grisol¨ªa cre¨® los premios en 1989 y ha conseguido mantenerlos hasta hoy navegando por las procelosas aguas de la pol¨ªtica valenciana, y logrando compensar la ca¨ªda de apoyo p¨²blico con el de mecenas privados. ¡°Ya veremos si los premios resisten cuando ¨¦l no est¨¦ al frente¡±, afirma Beltr¨¢n.
El delegado del CSIC y Eugenio Coronado coinciden en que ser¨ªa conveniente sacar m¨¢s partido a la presencia de 22 premios Nobel en Valencia, cuya actividad se ha limitado durante a?os a hacerse una fotograf¨ªa con los organizadores de los premios y las autoridades. En las ¨²ltimas ediciones ha habido iniciativas para reunir algunos de ellos con investigadores de las universidades y estudiantes de la Escuela de Empresarios (Edem). A partir del a?o que viene se quiere orientar a encuentros de los Nobel con j¨®venes cient¨ªficos.
Grisol¨ªa: ¡°El ¨²nico que apoy¨® fue Zaplana¡±
Reci¨¦n aterrizado en Oviedo para la entrega de los Premios Pr¨ªncipes de Asturias, galard¨®n que recibi¨® en 1990 y de cuyo jurado de la categor¨ªa de investigaci¨®n forma parte, Santiago Grisol¨ªa se qued¨® impresionado la semana pasada por la cantidad de gaiteros que recib¨ªan a los participantes. Una de las diferencias clave entre la repercusi¨®n de estos premios y los Jaime I de Valencia es, en opini¨®n del profesor ¡ªque es como suele llamarse a Grisol¨ªa¡ª, lo mucho que se vuelca el Principado de Asturias con los galardones y lo poco que se ha interesado casi siempre la Generalitat. ¡°Pol¨ªticamente, el ¨²nico que se interes¨® fue [el expresidente] Eduardo Zaplana, que instaur¨® el Alto Consejo Consultivo de I+D+i¡±, afirma.
Grisol¨ªa alaba tambi¨¦n el apoyo recibido por la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, cuyo Ayuntamiento financia en solitario uno de los premios, el de Nuevas Tecnolog¨ªas. De todos los dem¨¢s responsables pol¨ªticos, afirma: ¡°No se han dado cuenta de lo que tienen entre manos. Esto es un bomb¨®n y no saben masticarlo¡±.
El veterano profesor ¡ªen enero cumplir¨¢ 90 a?os¡ª cree que esa indiferencia pol¨ªtica tuvo su reflejo en la calle, y se tradujo en que, desde el principio, ¡°los valencianos no los han sentido como propios¡±. Grisol¨ªa compara la movilizaci¨®n de gaiteros de todos los rincones de Asturias en favor de sus premios y echa de menos que se hubiera producido una respuesta similar del mundo fallero respecto a los Jaime I.
El presidente ejecutivo de los galardones valencianos destaca, en cambio, el compromiso que ha mostrado la burgues¨ªa local, y el respaldo que han tenido desde 1989 por parte de la Casa Real. Y considera que premios como los Jaime I son el tipo de est¨ªmulo que necesita la ciencia espa?ola: una de las condiciones para recibirlo es haber desarrollado en el pa¨ªs el grueso de las investigaciones.
El catedr¨¢tico Javier Quesada, adjunto al presidente ejecutivo, cuenta que en su momento la financiaci¨®n de la Generalitat lleg¨® a representar el 50%, mientras que hoy es el 20%, unos 320.000 euros. El patrocinio privado (la petrolera BP no estar¨¢ en la edici¨®n que viene) alcanza 1,28 millones.
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