Estepona, un laboratorio con 176 despidos
La localidad malague?a consigue que la justicia d¨¦ luz verde a su ERE
El Ayuntamiento de Estepona (M¨¢laga, 60.000 habitantes) se ha convertido, seguramente sin pretenderlo, en un campo de ensayo de la reforma laboral y de los ERE en la administraci¨®n p¨²blica. El pasado 25 de octubre, el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) aval¨® el despido colectivo de 176 empleados, decretado el 31 de julio por el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Urbano (PP). La sentencia, un aut¨¦ntico mazazo para los trabajadores, respaldaba los argumentos econ¨®micos y organizativos planteados por el regidor, que buscaba reducir en seis millones de euros anuales el cap¨ªtulo de personal.
El fallo de la Sala de lo Social del TSJA ha sembrado el des¨¢nimo entre los trabajadores despedidos, que ven en un complicado recurso ante el Tribunal Supremo o en las demandas individuales la ¨²nica esperanza para recuperar su puesto de trabajo. Frente a la buena fe negociadora del equipo de gobierno que aprecian los jueces, los empleados consideran que el regidor ¡°ten¨ªa preconcebidos y premeditados los despidos¡± y no quiso contemplar m¨¢s medida alternativa que una reducci¨®n del 25% del salario de todo el personal laboral.
Esta posibilidad, adem¨¢s, result¨® imposible de llevar a cabo. El Ayuntamiento filtr¨® la lista de cesantes antes incluso de que se presentara oficialmente el ERE, y los trabajadores no afectados por los despidos votaron masivamente en contra de bajarse el sueldo en una consulta secundada por apenas el 20% de la plantilla. En algunos casos, afirma el comit¨¦ de empresa, se produjeron ¡°despidos a dedo¡± de trabajadores afiliados al PSOE. Los magistrados del TSJA no lo vieron as¨ª.
El Ayuntamiento filtr¨® la lista de cesantes antes de abrir el expediente
¡°El alcalde nos ha humillado a los trabajadores que est¨¢bamos en el ERE. Nos ha llamado enchufados¡±, afirma Estela S¨¢nchez, puericultora y una de las trabajadoras afectadas. Gran parte de los empleados despedidos procede del entramado de empresas montado por el GIL y que sirvi¨® tanto a este partido como a los que los sucedieron en el poder para colocar sin ning¨²n tipo de control a decenas de afiliados y simpatizantes. Sin embargo, entre los despedidos tambi¨¦n hay personal laboral del Ayuntamiento con m¨¢s de 20 a?os de experiencia y que accedi¨® al puesto a trav¨¦s de un proceso de selecci¨®n. Mientras tanto, el coste de las n¨®minas de los concejales y sus 14 cargos de confianza ¡ªtres cesaron antes del ERE¡ª asciende a cerca de dos millones de euros.
El despido masivo ha afectado especialmente a las guarder¨ªas municipales y a los servicios sociales, aunque tambi¨¦n se ha llevado por delante la Escuela de Seguridad o las instalaciones deportivas. ¡°El centro para discapacitados se cierra despu¨¦s de que una trabajadora social y una administrativa, ambas con discapacidad hayan entrado en el ERE¡±, afirma Jos¨¦ Carrasco, presidente del comit¨¦ de empresa por CC OO. En el mayor centro de educaci¨®n infantil de la ciudad solo hay una puericultora de apoyo. ¡°Los maestros y administrativos hacen labores de conserjes despedidos y auxiliares de Polic¨ªa Local se encargan de trasladar a discapacitados a Marbella tras el cierre de un centro de atenci¨®n¡±, afirman los despedidos.
El comit¨¦ de empresa ve inquina pol¨ªtica en los despidos
El ahorro logrado con el despido de los trabajadores ha permitido al Ayuntamiento anunciar una rebaja del 8% en el Impuesto de Bienes Inmuebles para el pr¨®ximo ejercicio. ¡°Con eso solo se va a lograr desequilibrar m¨¢s el presupuesto, lo que dar¨¢ pie en el futuro a m¨¢s despidos justificados¡±, considera Carrasco. Tras las salidas de trabajadores, el comit¨¦ de empresa ve la voluntad del alcalde de privatizar al m¨¢ximo los servicios que hasta ahora prestaba el Ayuntamiento. Antes del ERE, y con la intenci¨®n de aligerar los costes de una plantilla claramente sobredimensionada, el alcalde externalizo servicios como limpieza, saneamiento, jardines o servicios operativos.
Entre los empleados que permanecen en el Ayuntamiento reina la consternaci¨®n. ¡°Hay miedo, tensi¨®n e inseguridad en el ambiente. Antes la gente opinaba con libertad, ahora hay muchos que ni te saludan si saben que est¨¢s en la lista¡±, afirma Ana Mar¨ªa, una de las despedidas.
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