La Princesa pelea su futuro
El hospital madrile?o se enfrenta a la mayor amenaza en sus 160 a?os de historia Si se transforma en un centro "superespecializado" en mayores pierde 273.600 pacientes Tambi¨¦n terminar¨ªa su potencial docente e investigador
Los trabajadores ¡ªtodos: desde la celadora hasta el jefe de servicio, pasando por el investigador y el m¨¦dico residente¡ª a¨²n est¨¢n en shock.Nadie se explica la decisi¨®n que anunci¨® el mi¨¦rcoles el presidente regional, Ignacio Gonz¨¢lez: el hospital de la Princesa, con 160 a?os de historia, con investigaci¨®n puntera, hiperespecializado en ¨¢reas como la neurocirug¨ªa y la hematolog¨ªa, con centenares de estudiantes de medicina y enfermer¨ªa en formaci¨®n, se va a transformar en un centro ¡°de alta especializaci¨®n¡± en las patolog¨ªas de los mayores de 75 a?os. No ser¨¢ ¡°un geri¨¢trico ni un centro de media y larga estancia¡±, seg¨²n el consejero de Sanidad, Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty. ?Qu¨¦ ser¨¢ entonces? Nadie lo sabe. No existe precedente alguno.
El hospital de la Princesa, el centro p¨²blico de alta complejidad mejor valorado por los pacientes en 2011, se desmantela para poner en marcha un proyecto del que ni siquiera el propio gerente estaba informado hasta el mi¨¦rcoles pasado. El hospital, situado en un edificio de 12 plantas en pleno centro de la capital, atiende a una poblaci¨®n de 313.000 personas. Solo 39.400 ¡ªlos mayores de 75 a?os¡ª podr¨¢n seguir us¨¢ndolo: el resto deber¨¢n cambiar de centro. ?Qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ sumar 273.600 nuevos pacientes a las urgencias y las consultas de otros hospitales de la capital? Es una m¨¢s de las muchas inc¨®gnitas que rodean esta decisi¨®n. Las respuestas de los responsables pol¨ªticos suenan a improvisaci¨®n: ¡°En otros lugares¡±, respondi¨® Lasquetty sobre d¨®nde ser¨¢n atendidos tras el cambio.
Las urgencias de La Princesa cerrar¨¢n. Desaparecer¨¢n servicios cl¨ªnicos altamente especializados como neurocirug¨ªa, cirug¨ªa maxilofacial, tor¨¢cica y cardiaca, seg¨²n denuncia la junta t¨¦cnico asistencial del centro (¨®rgano que representa a sus profesionales). Tambi¨¦n parte de los laboratorios, y ello pese a que el a?o pasado la Comunidad de Madrid remodel¨® completamente el de microbiolog¨ªa (570.000 euros), que participa en un programa internacional sobre infecciones en trasplantados. ¡°La Comunidad convierte al hospital de la Princesa en el primero de Espa?a con neurocirug¨ªa en 3D¡±, se promocionaba el Gobierno regional hace apenas un par de a?os. Solo el equipamiento cost¨® cerca de un mill¨®n de euros. La reforma de la unidad de trasplante de m¨¦dula se inaugur¨® en enero pasado. Seg¨²n la escasa informaci¨®n que manejan los profesionales, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la unidad coronaria y la de ictus ¡ªuna de las ¨²nicas seis de la regi¨®n¡ª tampoco tienen sentido en un hospital para mayores de 75 a?os que ingresar¨ªan derivados del Gregorio Mara?¨®n y el Cl¨ªnico.
El futuro de esas inversiones, de los m¨²ltiples proyectos de investigaci¨®n en marcha, de las dos unidades de referencia nacional y de la docencia queda, por tanto, en el aire. ¡°Como usuaria y contribuyente, espero que lo que se ha construido aqu¨ª no se pierda. Es una millonada en dinero p¨²blico¡±, dec¨ªa Mar¨ªa Jes¨²s, celadora, durante la asamblea que, el viernes pasado, reuni¨® a centenares de trabajadores de todas las categor¨ªas en el abarrotado sal¨®n de actos del centro. Decidieron iniciar un encierro, que a¨²n contin¨²a, y empezar a organizarse para evitar el ¡°desmantelamiento¡± de La Princesa. Llevan d¨ªas, desde que conocieron la noticia, protestando y cortando el tr¨¢fico en la calle de Diego de Le¨®n.
¡°Me volv¨ª de Estados Unidos porque creo en la sanidad p¨²blica. Sin laboratorio y sin pacientes yo no puedo investigar ni publicar¡±, dice Adri¨¢n McNicholl, especializado en enfermedades hep¨¢ticas. ¡°El instituto de investigaci¨®n tiene compromisos con el ministerio y con Europa. ?Qu¨¦ va a pasar con ese dinero? ?Se pierde?¡±, se pregunta otro investigador que se dedica a la inmunolog¨ªa con un contrato posdoctoral Miguel Servet (Instituto de Salud Carlos III).
Cerca de 300 m¨¦dicos residentes se forman cada a?o en La Princesa. ¡°No sabemos qu¨¦ pasar¨¢ con nosotros, pero tengo claro que estar en un hospital sin unidades de investigaci¨®n, sin docencia y sin urgencias no tiene sentido para m¨ª¡±, dice Luis, residente de reumatolog¨ªa. ¡°No se aprende lo mismo en un hospital geri¨¢trico que en uno general. Sin servicios especializados no puedes potenciar la medicina interna¡±, se?ala otro residente, primero de su promoci¨®n, que escogi¨® La Princesa entre todos los hospitales del Estado para formarse en esta especialidad. Los MIR, que eligen su plaza por oposici¨®n, ven el desmantelamiento del centro en el que ten¨ªan previsto especializarse durante cuatro o cinco a?os como una especie de fraude.
¡°Un tremendo problema¡±
?Adem¨¢s de estudiantes y residentes, la Universidad Aut¨®noma de Madrid tiene a varias decenas de profesores (catedr¨¢ticos, titulares, asociados...) en el hospital. ¡°Creo que la decisi¨®n se ha tomado sin contar con que se trata de un hospital universitario¡±, opina el decano de Medicina Juan Antonio Vargas, que califica los planes del Gobierno regional de ¡°sorpresa absolutamente negativa¡± y ¡°un tremendo problema¡±. ¡°No s¨¦ qui¨¦n habr¨¢ participado en esto¡±, se?ala. ¡°Si nos lo hubieran planteado, nuestra posici¨®n hubiera sido contraria. De hecho, haremos lo posible por evitarlo. Ojal¨¢ podamos revertirlo. Estamos obligados a intentarlo¡±, a?ade.
¡°Ahora mismo tenemos unas 200 camas cerradas, las mismas que tiene abiertas el hospital de Coslada \[de gesti¨®n semiprivada; uno de los seis que el Gobierno regional ha anunciado que privatizar¨¢ completamente\]. ?Hac¨ªa falta Coslada? ?Lo abrieron para cerrar este?¡±, se pregunta un cirujano que trabaja en el centro desde 1999. ¡°Todo lo que se les complica a ellos nos lo traen aqu¨ª¡±, a?ade. ¡°Y resulta que nos cierran a nosotros¡±.
Los profesionales con los que ha hablado este diario, algunos de ellos directivos, repiten expresiones como ¡°ocurrencia¡±, ¡°improvisaci¨®n¡±, ¡°dislate¡±. ¡°?A qui¨¦n se le ha ocurrido? ?En base a qu¨¦ estudios econ¨®micos, de eficiencia o de relaci¨®n coste-beneficio?¡±, se pregunta uno de ellos. Muchos creen que el Gobierno regional dar¨¢ marcha atr¨¢s cuando se d¨¦ cuenta de las consecuencias. Mientras tanto, los trabajadores seguir¨¢n saliendo a la calle con una pancarta donde se lee: ¡°Defendemos tu salud¡±.
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