Puig acusa a Llanos de Luna de ¡°oportunista, desleal y partidista¡±
La campa?a electoral enfrenta a Interior y a la Delegaci¨®n de Gobierno. Para el jefe de los Mossos, el golpe a un menor fue una acci¨®n ¡°fortuita¡±
Un incidente aparentemente menor, relacionado con la protecci¨®n de la Jefatura Superior de Polic¨ªa, ha desatado un bronco intercambio de reproches entre el Departamento de Interior y la Delegaci¨®n de Gobierno, que ha entrado directo en la campa?a electoral. El titular de Interior Felip Puig cogi¨® aire en una rueda de prensa y embisti¨®: ¡°Desde que est¨¢ la delegada se?ora [Maria de los] Llanos de Luna [PP] las relaciones con la Delegaci¨®n del Gobierno no han sido f¨¢ciles e incluso en alg¨²n momento han rayado la incorrecci¨®n¡±.
As¨ª respond¨ªa a un comunicado de la delegaci¨®n, en el que desment¨ªan a Puig. Durante la manifestaci¨®n alternativa que recorri¨® Barcelona en la huelga general, nadie protegi¨® el edificio de la Jefatura, ubicado en Via Laietana. Una competencia que, por mandato legal, ostentan los Mossos d'Esquadra. El resultado fue dos furgones y un coche camuflado de la polic¨ªa quemados por los violentos.
Seg¨²n Interior, la delegada Mar¨ªa de los Llanos de Luna (PP) rechaz¨® a primera hora de la ma?ana la protecci¨®n facilitada por los Mossos. Ya por la tarde, requiri¨® la custodia pero, seg¨²n Puig, la polic¨ªa catalana no tuvo margen de reacci¨®n porque el dispositivo se acercaba al momento de ¡°tensi¨®n¡±.
Pero Llanos de Luna neg¨® el rechazo inicial ¡°categ¨®ricamente¡±, y se desat¨® la oleada de reproches cruzados entre los dos cargos pol¨ªticos. Puig elev¨® el tono y acus¨® a la delegada de querer enturbiar la relaci¨®n entre los cuerpos policiales. ¡°Lamento que en temas de orden publico, la actitud de la delegada sea de una forma oportunista, desleal institucionalmente, y con un instinto partidista que no se ajusta las responsabilidades que tiene¡±, critic¨®. ¡°La voluntad de distorsionar la realidad cuando da cifras del n¨²mero de manifestantes tambi¨¦n la debe tener cuando da instrucciones a sus mandos¡±, a?adi¨®, en referencia a las cifras de participaci¨®n en la manifestaci¨®n del 11 de septiembre (1,5 millones seg¨²n la Generalitat; 600.000, seg¨²n la Delegaci¨®n).
Llanos de Luna mantuvo que hubo dos peticiones por escrito para proteger el edificio, tach¨® a Puig de ¡°pol¨ªtico irresponsable¡± y le afe¨® que el d¨ªa de la huelga se disculpase telef¨®nicamente para luego criticarla p¨²blicamente. Seg¨²n fuentes policiales, la Jefatura nunca rechaz¨® la custodia de la polic¨ªa catalana, y solicit¨® su presencia a las 17.15 y, de nuevo, pasadas las 20.00, cuando crec¨ªa la tensi¨®n entre algunos manifestantes y los mossos. Luego, seg¨²n esas mismas fuentes, incluso un comisario de los Mossos se disculp¨® ante el jefe superior de la polic¨ªa, Agust¨ªn Castro.
El segundo tema que encendi¨® la campa?a fue el porrazo por parte de los Mossos a un menor de 13 a?os en Tarragona, que necesit¨® cinco puntos de sutura en la cabeza. Puig repiti¨® en cinco ocasiones que fue un golpe ¡°fortuito¡±. Tanto es as¨ª, insisti¨®, que ¡°probablemente¡± no hubiesen abierto una investigaci¨®n sobre la acci¨®n de no ser por lo que pas¨® poco despu¨¦s. Otro mosso d'esquadra golpe¨® hasta tres veces a una joven de 16 a?os que les reprochaba que le hubiesen abierto la cabeza al ni?o. ¡°Ni justificado, ni correcto¡±, afirm¨® el consejero sobre los golpes a la chica, que no se ¡°ajustan estrictamente al protocolo de una carga¡±. En ese caso, es posible que se acabe sancionado al agente e incluso al mando que dirig¨ªa la acci¨®n en aquel momento.
Puig lament¨® lo sucedido, y se disculp¨® ante la familia del ni?o. El director general de la polic¨ªa, Manel Prat, describi¨® las im¨¢genes como algo que provocaba ¡°dolor a la vista¡±, en una entrevista en Rac1. La mayor¨ªa de los sindicatos policiales cerraron filas. ¡°Estoy convencido de que fue un error¡±, defendi¨® Toni Castej¨®n, de CC OO. Una opini¨®n que comparti¨® UGT y el portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya, David Miquel, que apunt¨® adem¨¢s que en una situaci¨®n de conflicto, los antidisturbios apenas alcanzan a o¨ªr lo que se les dice. Ramon Labrador, del Colectivo Aut¨®nomo de Trabajadores de Mossos, fue m¨¢s cr¨ªtico: ¡°?Por qu¨¦ se da una orden de cargar habiendo ni?os?¡±.
El l¨ªder de los socialistas, Pere Navarro, el de Iniciativa, Joan Herrera, y el de Solidaritat, Alfons L¨®pez Tena, pidieron a Puig que dimita. El resto de grupos, a excepci¨®n de CiU, solicitaron su comparecencia en el Parlament. Puig respondi¨® que mientras el presidente de la Generalitat conf¨ªe en ¨¦l, seguir¨¢ siendo consejero y que comparecer¨¢ si es requerido. Aunque no dej¨® pasar la oportunidad de tachar las peticiones de electoralistas.
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