Fascinaci¨®n por lo femenino
El Museo Thyssen de M¨¢laga revisa la visi¨®n de la mujer del pintor catal¨¢n Anglada-Camarasa
¡°A mi abuelo le fascinaba la noche parisina, los cabarets y el efecto que produc¨ªa la luz el¨¦ctrica sobre esos locales, despu¨¦s de que se hubiese sustituido la luz de gas. Estas mujeres, casi siempre en obras de peque?os formato, son evanescentes y et¨¦reas, con vestidos vaporosos¡±. As¨ª recordaba el pasado lunes la nieta del pintor catal¨¢n Hermen Anglada-Camarasa (Barcelona, 1871 ¨C Port de Pollen?a, 1959) el gusto de su abuelo por la figura femenina, un verdadero icono en la trayectoria art¨ªstica de uno de los artistas modernos m¨¢s relevantes de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Silvia Pizarro Anglada-Camarasa inaugur¨® en el Museo Thyssen de M¨¢laga la muestra Anglada-Camarasa. Arabesco y seducci¨®n, que re¨²ne hasta el pr¨®ximo 31 de marzo 54 obras del pintor en las que la mujer es la ¨²nica protagonista, fondos que proceden en su mayor¨ªa de la Fundaci¨®n La Caixa.
La exposici¨®n temporal se distribuye en secciones que se corresponden con etapas est¨¦ticas significativas y cronol¨®gicas en torno a la figura femenina: La sugesti¨®n del desnudo, Retratos, Nocturnos de Par¨ªs, El esplendor de la mujer y La pasi¨®n por la danza.
As¨ª, el visitante podr¨¢ encontrar obras realizadas a finales del siglo XIX, con una importante carga simbolista, para continuar con las figuras parisinas vinculadas a la idea de femme fatale, personajes que descubri¨® en los ambientes nocturnos de la capital francesa de la mano del pintor argentino Carlos Baca-Flor.
Hacia 1904, Anglada-Camarasa visita Valencia y queda deslumbrado por el lujo de sus vestidos folcl¨®ricos. Junto a ellos aparecer¨¢n tambi¨¦n las ex¨®ticas gitanas, a quienes represent¨® en numerosas ocasiones vinculadas al tema de la danza. Entre las piezas clave de la muestra destaca Flamenco (1901), Le Paon Blanc (1904), Desnudo bajo la parra (1909), La sibila (1913), Adelina del Carril de G¨¹iraldes (1920-1922) o Retrato de Leticia Bosch, duquesa de D¨²rcal (1922). Asimismo, acompa?ando al conjunto de pinturas, se exponen obras sobre papel que permiten entender el proceso creativo del artista a la vez que constituyen un complemento de gran valor para la interpretaci¨®n de su obra.
En este arranque del siglo pasado es cuando su nombre se convirti¨® en referente internacional. Su obra se expuso en toda Europa, de Roma a Praga y de Par¨ªs a Mosc¨², y suscit¨® un importante coleccionismo en las principales capitales europeas y en los Estados Unidos. Sus telas, de una radiante plasticidad y sensualismo, se han convertido en s¨ªmbolo de la Belle ?poque. En 1915 realiza en el Palau de Barcelona su primera gran exposici¨®n en Espa?a.
La Primera Guerra Mundial llev¨® a Anglada-Camarasa a refugiarse en Mallorca y a descubrir sus paisajes, que se integraron como un elemento principal de su obra. Durante la Guerra Civil espa?ola se recluy¨® en Montserrat y en los ¨²ltimos d¨ªas, antes de la ca¨ªda de Barcelona, march¨® al exilio en Pougues-les-Eaux, donde vivi¨® diez a?os. En el a?o 1949 volvi¨® a Mallorca, donde se estableci¨® definitivamente hasta su fallecimiento, en 1959, a los 87 a?os.
¡°Fue uno de los artistas m¨¢s reconocidos de su tiempo, junto con Joaqu¨ªn Sorolla o Zuloaga¡±, destac¨® la directora del Museo Thyssen, Lourdes Moreno. ¡°Su producci¨®n art¨ªstica es un c¨¢ntico a la imaginaci¨®n, con referencia siempre a lo natural¡±, a?adi¨® Moreno.
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