La m¨ªtica ¡®Operaci¨®n Impala¡¯ revive en la gran pantalla
Un documental narra la historia del hist¨®rico viaje por ?frica de cinco pioneros a bordo de una moto de culto
Iba a ser una excursi¨®n entre colegas. Y termin¨® convirti¨¦ndose en una operaci¨®n propagand¨ªstica de primer orden. Oriol Reg¨¤s, empresario y promotor cultural, no solo quer¨ªa ir a ?frica: quer¨ªa recorrerla en moto y hacerlo con sus amigos. Lo hizo. La expedici¨®n recorri¨® 20.000 kil¨®metros durante 100 d¨ªas. Pero el viaje fue, adem¨¢s de una aventura, la mejor campa?a de publicidad para una f¨¢brica en nacimiento, Montesa, y una moto diferente, la Impala, que saldr¨ªa al mercado pocos meses despu¨¦s y que debe su nombre al esp¨ªritu intr¨¦pido de cinco hombres: Oriol Reg¨¤s, Rafa Marsans, Tei Elizalde, Enric Vern¨ªs y Manuel Maristany. Ellos son los chicos de la Operaci¨®n Impala, un nombre en clave que se adjudicaron cuando preparaban el viaje, a finales de 1961, ¡°para que no se enteraran los de Bultaco¡±, rememora Maristany en el documental que ha dirigido el periodista Manel Garriga y que puede verse en los cines M¨¦li¨¨s de Barcelona.
Operaci¨® Impala ¡ªen versi¨®n original en catal¨¢n¡ª cuenta la historia de una moto y un viaje m¨ªtico, del que se cumplen ahora 50 a?os, que sirven como ejemplo del boom de la industria de la moto en Catalu?a en los a?os sesenta y setenta. La idea de descubrir el continente africano sobre dos ruedas coincidi¨® en el tiempo con la ruptura de la relaci¨®n profesional entre Paco Bult¨® y Pere Pemanyer; el primero, defensor de la competici¨®n, abandon¨® el barco y fund¨® Bultaco. El segundo asumi¨® el reto de hacer crecer Montesa. Y quiso hacerlo con la salida al mercado de una moto distinta. ¡°Hagamos la moto, la moto collonuda¡±, as¨ª se lo propusieron, seg¨²n se explica en la pel¨ªcula. Y Leopoldo Mil¨¤, el disc¨ªpulo de Bult¨® que se qued¨® en Montesa, dise?¨® lo que iba a ser la Montesa Montju?c, que finalmente fue rebautizada con el nombre de la ya famosa excursi¨®n. Era una monocil¨ªndrica de dos tiempos, de 175 cent¨ªmetros c¨²bicos y 10,5 caballos de potencia. Pesaba 90 kilos y llegaba a los 110 kil¨®metros por hora.
La expedici¨®n recorri¨® 20.000 kil¨®metros en 100 d¨ªas en 1961
La novedad es que se trataba de la primera Montesa con un motor monobloc ¡ªel motor y la caja de cambios formaban un conjunto¡ª; adem¨¢s, la transmisi¨®n primaria era de engranajes, en lugar de la cl¨¢sica cadena y el sistema de embrague multidisco se activaba con palanca. ¡°Desde entonces aquella moto constituy¨® la base mec¨¢nica de todas las Montesa¡±, explican.
La Impala entr¨® y sigue entrando por los ojos: ese inconfundible dep¨®sito con fondo plano, generalmente de un rojo intenso, y el asiento en forma de guitarra la han convertido en un objeto de culto. La m¨ªstica de aquel viaje para descubrir los secretos de ?frica la puso en el punto de mira y hoy ha pasado de la calle a los museos ¡ªhay un modelo en el museo Honda del circuito de Motegi¡ª y, ahora, tambi¨¦n a la pantalla del cine y de la tele. Pr¨®ximamente TV3 tambi¨¦n emitir¨¢ el documental.
La Operaci¨®n Impala arranc¨® en Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica), donde aterriz¨® aquel grupo de intr¨¦pidos que alucin¨® con el apartheid y se tropez¨® casi por sorpresa con las famosas pir¨¢mides a su paso por Egipto. El viaje lo hicieron a lomos de tres prototipos de aquella nueva Montesa todav¨ªa sin comercializar y un Land Rover como asistencia. ¡°De aquellas tres motos no hab¨ªa dos iguales. Cada una llevaba un sistema de embrague diferente y el dep¨®sito era redondo, no el que la har¨ªa famosa¡±, cuenta Garriga. ¡°Cuando dejamos Sud¨¢frica, dejaron de haber caminos, solo hab¨ªa barro¡±, recuerda Maristany. El itinerario, de sur a norte, les llev¨® por Zimbabue, Zambia y Etiop¨ªa. Pasado el Ecuador se encontraron con el primer gran problema: Sud¨¢n estaba en guerra. Hubo que replanificar la ruta, pero siguieron adelante, cruzaron Egipto, llegaron a Alejandr¨ªa y acabaron en T¨²nez. ¡°Su aventura gener¨® mucha m¨¢s expectaci¨®n de la que hubieran imaginado¡±, narra el documental.
Se fabricaron unas 60.000 unidades de todos los modelos de Impala, pues hubo versiones deportivas, de monta?a o de cross, por ejemplo. Hasta lleg¨® a Estados Unidos: Steve McQueen o John Wayne ten¨ªan una. Hoy es un producto de culto. Y el documental Operaci¨®n Impala, que lleva 15 a?os en la cabeza de Garriga y que ofrece im¨¢genes in¨¦ditas sobre la traves¨ªa salidas de una pel¨ªcula Super 8 de Elizalde, as¨ª lo atestigua.
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