Ojo avizor y vuelos en picado sobre el vi?edo

Copito, Merl¨ªn, Francesca y Miranda. Nombrados y vistos as¨ª, tranquilamente posados en palos asidos a la tierra, suenan m¨¢s a personajes de dibujos animados que a depredadores. Pero lo son. La lechuza blanca, de plumaje sorprendentemente suave y color nieve, es Copito, la especialista en grandes mam¨ªferos. En la finca de El Socorro (Colmenar de Oreja, a 44 kil¨®metros de la capital), de propiedad p¨²blica, mantiene a raya a los topillos que horadan el suelo como si fuera un queso gruyere. Su visi¨®n de 180 grados funciona como un radar. La pareja de halcones (Merl¨ªn y Francesca) se elevan hasta 300 metros y caen en picado a 300 kil¨®metros por hora para cazar a cualquier conejo que amague con roer la uva. El ¨¢guila Miranda planea en horizontal y asusta a los estorninos hambrientos. Vuelan entre hora y hora y media al d¨ªa. Suficiente.

Las cuatro rapaces son los guardianes de El Socorro, la finca experimental de 22 hect¨¢reas que atesora m¨¢s de 140 variedades de uvas negras, amarillentas, p¨¢lidas, rojizas que esconden sabores a frutos del bosque, a manzana, a c¨ªtrico, a alm¨ªbar. Deliciosas al paladar y muy preciadas para la investigaci¨®n.

¡°Cada variedad dispone de entre cuatro y una veintena de cepas en estos campos. Si los roedores o las aves fruteras se las comen, fastidian todo un a?o de trabajo¡±, explica F¨¦lix Cabello, director del Departamento de Alimentaci¨®n Agroalimentaria del IMIDRA. El Instituto Madrile?o de Investigaci¨®n y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario, dependiente de la Comunidad de Madrid, dispone de 15 millones de euros anuales de presupuesto y tiene a 10 investigadores pendientes de sus vides.

En un paseo a mediados de octubre por los vi?edos, cargados entonces de fruto, el director del IMIDRA, Ricardo Riquelme, explicaba la ventaja del uso experimental de vig¨ªas, que ya se ha probado en comunidades aut¨®nomas como Castilla y Le¨®n y Arag¨®n. ¡°La cetrer¨ªa es un sistema ecol¨®gico y no invasivo que queremos probar a fondo¡±, contaba Riquelme.

Madrid dispone de 11.000 hect¨¢reas de vid, el tercer cultivo en importancia por detr¨¢s del cereal (50.000 hect¨¢reas) y el olivo (20.000). ¡°Seguiremos indagando en todos los m¨¦todos hasta descubrir el mejor para los agricultores¡±, a?ad¨ªa Riquelme. Por la tierra arenosa de El Socorro han desfilado anteriormente peones con cohetes para ahuyentar aves; espantap¨¢jaros en su versi¨®n cl¨¢sica o en la moderna (globos con ojos); ca?ones de carburo o CD con grabaciones de estorninos, que sonaban como si los estuvieran torturando y de paso torturaban las orejas de los que trabajaban en las vides. El ojo avizor de las cuatro rapaces es la ¨²ltima soluci¨®n probada, y puede ser la definitiva.