El propietario del edificio de la sala Apolo desoy¨® ¨®rdenes municipales
El distrito requiri¨® atajar la corrosi¨®n del s¨®tano hace dos a?os
Los problemas del s¨®tano del edificio que alberga la sala Apolo ¡ªy otras actividades, como un restaurante¡ª se detectaron hace dos a?os y el Ayuntamiento de Barcelona abri¨® un expediente y requiri¨® al propietario del inmueble que los subsanara. No lo hizo, fue multado con una sanci¨®n de 1.200 euros y rehuy¨® a los t¨¦cnicos del distrito en varias ocasiones, seg¨²n la versi¨®n municipal. Hasta el jueves pasado, d¨ªa en el que los t¨¦cnicos, acompa?ados por los bomberos inspeccionaron el s¨®tano de 1.400 metros cuadrados ¡ªen presencia del propietario ¡ªy ordenaron el cese de actividad de la sala Apolo por razones de seguridad. ¡°No hab¨ªa riesgo de colapso pero era necesario evitar que cada fin de semana m¨¢s de mil personas bailaran y saltaran en la sala Apolo¡±, matizaba un portavoz municipal. El cierre temporal ha provocado la suspensi¨®n de los espect¨¢culos y de la discoteca este fin de semana mientras que los gestores del local trabajaban a contra reloj para reubicar los conciertos programados en otros locales.
La Sala Apolo no tiene acceso al s¨®tano en cuesti¨®n. Se trata de un espacio de unos 1.400 metros cuadrados cuyo uso fue cedido durante d¨¦cadas a unos talleres de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). En 2010, cuando todav¨ªa estaban los talleres, TMB comunic¨® al distrito que hab¨ªa problemas de humedades y corrosi¨®n. Ese mismo a?o se produjo una inspecci¨®n que concluy¨® con un requerimiento a la propiedad para que reparase los problemas de corrosi¨®n de las columnas y el forjado de la losa sobre la que reposa la sala Apolo. Los problemas en ese momento no eran graves. En marzo de 2011, TMB renuncia al uso del s¨®tano. Fuentes municipales se?alaron que el propietario del edificio se neg¨® entonces a realizar los trabajos y posteriormente ha esquivado los requerimientos de los t¨¦cnicos municipales que quer¨ªa volver a entrar en el s¨®tano.
La propiedad, sin embargo, s¨ª encarg¨® un dictamen a un arquitecto para saber qu¨¦ intervenci¨®n se necesitaba y el presupuesto, seg¨²n explicaciones de los gestores de la Sala Apolo que el viernes? mantuvieron una reuni¨®n con el arquitecto y representantes de la propiedad del inmueble. ¡°A nosotros nos preocupa mucho lo que ha ocurrido y nos interesa la m¨¢xima celeridad en que se arregle¡±, concreta Alberto Guijarro. El concierto previsto para este s¨¢bado de Micah P.Hinson se ha reubicado en la sala Razzmatazz y trabajaban en la localizaci¨®n de otras soluciones para otros espect¨¢culos con la confianza de que la provisionalidad no vaya m¨¢s all¨¢ de un mes. Todos los cambios se publicitar¨¢n en las redes sociales en las que ha cundido ya la alarma por el cierre ¡ªtemporal ¡ªy se ha creado una plataforma ¡°Salvem la sala Apolo¡± con m¨¢s de 700 fans.
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