De regreso a casa con una empresa en la maleta
Una iniciativa ayuda a inmigrantes a crear proyectos en sus pa¨ªses de origen
El camino de regreso a su Colombia natal espera ya a Danilo Delgado. Su empleo se esfum¨® en 2009, dos a?os despu¨¦s desapareci¨® su subsidio de paro y dentro de cuatro meses se evaporar¨¢n tambi¨¦n los 420 euros que percibe como ayuda. ¡°Me vuelvo a mi pueblo¡±, dice. No hay marcha atr¨¢s para este hombre de 53 a?os. ¡°Para vivir mal aqu¨ª me voy a Colombia¡±, asume, pero subraya: ¡°No puedo irme a hacer nada, quiero pelear por una oportunidad¡±. El del regreso con la cabeza alta es un pensamiento que tranquiliza al emigrante. La posible etiqueta del fracaso, pese a que ¡°durante a?os envi¨¦ dinero para que mis hijos pudieran comer y estudiar¡±, es un temor que atenaza todav¨ªa m¨¢s en el avi¨®n de regreso. Por ello, Delgado ultima la creaci¨®n de una empresa de alquiler de maquinaria en Buga (Colombia), donde podr¨¢n trabajar tambi¨¦n sus dos hijos, de 23 y 26 a?os.
No va solo en ese proyecto personal. Detr¨¢s tiene a R¨¦tale, una iniciativa coordinada por la ONG Servei Solidari y apadrinada por un fondo de la ONU, que busca impulsar microempresas en ¨¢mbitos rurales de Ecuador y Colombia por parte de emigrantes. ¡°Vemos si el proyecto es viable, trabajamos el plan de negocio y cuando est¨¢ acabado se busca el dinero para ponerlo en marcha¡±, explica Inma Mart¨ªn, una de las t¨¦cnicas encargadas de la iniciativa. La diferencia en este caso es que las organizaciones que trabajan en Espa?a lo hacen en coordinaci¨®n con otras en los pa¨ªses donde se instalar¨¢ la empresa para asegurar que los planes puedan realizarse.
El principal obst¨¢culo para conseguirlo sigue siendo el de siempre, la financiaci¨®n. Delgado asume que no tiene dinero. ¡°Me equivoqu¨¦: en 2009 ten¨ªa unos ahorros que he ido gastando desde que me qued¨¦ sin trabajo. Ya me dec¨ªan que me volviera entonces, pero yo cre¨ªa que la cosa mejorar¨ªa¡±. Mart¨ªn lamenta que no exista ning¨²n programa de microcr¨¦ditos para financiar empresas de inmigrantes que vuelven a su pa¨ªs.
¡°Vemos si el proyecto es viable y trabajamos el plan de negocio¡±
Entre 2004 y 2009 CatalunyaCaixa puso en marcha uno que financi¨® 128 proyectos con 654.500 euros, pero la crisis tambi¨¦n acab¨® con ¨¦l. Y ahora R¨¦tale depende sobre todo de los cr¨¦ditos que pueden ofrecer entidades colombianas y ecuatorianas, pero con unas condiciones casi draconianas. En Colombia colaboran con una cooperativa que ofrece microcr¨¦ditos con un tipo de inter¨¦s que supera el 25%. En Ecuador ese porcentaje se reduce en los pr¨¦stamos al 12%, pero R¨¦tale espera que se sume a la iniciativa el Banco del Migrante y mejore la oferta. Sin esos recursos muchas iniciativas se pueden quedar colgadas. Como la del ecuatoriano Jos¨¦, que a sus 46 a?os ha solicitado el regreso voluntario tras m¨¢s de dos a?os sin trabajar y quedarse sin permiso de residencia en Espa?a.
A la espera de que pueda volver a su pa¨ªs ¡ªle dicen que dadas sus circunstancias (no tiene ingreso) podr¨ªa tener billete en febrero¡ª, tambi¨¦n elabora un proyecto para abrir una carpinter¨ªa en Quito. Desde que en 2010 perdi¨® su trabajo ha ido agotando sus ahorros hasta quedarse con ¡°absolutamente nada¡±. Y ahora necesita de una inversi¨®n de 12.000 d¨®lares (9.223 euros). Una parte ¡°me la prestar¨ªan mis padres¡±, dice, pero necesita cr¨¦dito.
El suyo forma parte del perfil de personas interesadas en entrar en R¨¦tale: mayores de 35 a?os, con diez a?os en Espa?a y en paro o que lo ven cerca. Una excepci¨®n a esa regla es Jimena Uribe, que de momento no tiene intenci¨®n de dejar Espa?a, donde vive con su familia. Puso en marcha su empresa de artesan¨ªa, Festivanima, en Colombia y la continu¨® en Espa?a cuando se vino a vivir. ¡°Tengo clientes que me piden que vaya all¨ª y yo quiero volver a hacerlo en Bogot¨¢, as¨ª que convertir¨¦ mi peque?a empresa en una multinacional¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.