Sin pol¨ªticos, la dictadura
30 a?os despu¨¦s, la ilusi¨®n se ha evaporado y la pobreza y el paro aparcan a la puerta. Y lo que es peor, se han esfumado los sue?os
Fue como un milagro. La llegada el 2 de diciembre de 1982 de un socialista a la Presidencia del Gobierno de Espa?a era un hito hist¨®rico que no se produc¨ªa desde la II Rep¨²blica.
Era, al tiempo, una se?al de normalidad democr¨¢tica. Muerto el dictador, un Gobierno sustitu¨ªa a otro despu¨¦s de unas elecciones libres.
Con Felipe Gonz¨¢lez, Espa?a entr¨® en un periodo cargado de ilusi¨®n por el futuro, a pesar de la crisis econ¨®mica (s¨ª, tambi¨¦n entonces hab¨ªa crisis), del ruido de sables y de los cr¨ªmenes de ETA.
30 a?os despu¨¦s, la ilusi¨®n se ha evaporado y la pobreza y el paro aparcan a la puerta. Y lo que es peor, se han esfumado los sue?os.
La foto de aquel primer Gobierno de Felipe transmit¨ªa limpieza. Eran j¨®venes, algunos barbados, y desprend¨ªan olor a ilusi¨®n y honestidad. Una nueva clase pol¨ªtica llegaba al poder.
30 a?os despu¨¦s, la limpieza y la honestidad de cierta clase pol¨ªtica est¨¢n en entredicho. La corrupci¨®n corroe casi por igual a los grandes partidos. Porque si en Andaluc¨ªa hay socialistas sinverg¨¹enzas que se llevan la pasta de los ERE, en Valencia nueve diputados regionales del PP est¨¢n imputados por diversos delitos de corrupci¨®n. Uno de ellos acaba de ser condenado a tres a?os de prisi¨®n.
La geograf¨ªa hispana se puebla de las manchas negras de la corrupci¨®n. No es extra?o que la desafecci¨®n por la pol¨ªtica se generalice y que la ciudadan¨ªa sit¨²e la clase pol¨ªtica y los partidos como el tercer mayor problema del pa¨ªs, por detr¨¢s del paro y la econom¨ªa. Adem¨¢s, va en aumento: pas¨® del 17,8% en enero, al 25,4% en julio (encuesta del CIS, agosto 2012).
Pero en Espa?a se dedican a la actividad pol¨ªtica alrededor de 100.000 personas; de ellas, unos 68.000 son concejales. Pues bien, seg¨²n diversos estudios, no llegan al 1% los que est¨¢n implicados en asuntos relacionados con la corrupci¨®n, muchos de menor importancia.
Es m¨¢s, la inmensa mayor¨ªa de los ediles, unos 60.000, no cobran nada por servir a la comunidad. Pero si uno presta o¨ªdo a lo que se dice en la barra de los bares, parece que todos los pol¨ªticos, todos, son unos corruptos que se est¨¢n forrando.
Reflexionaba sobre todo esto cuando a¨²n resonaban en mi cabeza las palabras de Magdalena ?lvarez, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), exconsejera de Econom¨ªa y Hacienda durante 10 a?os en la Junta de Andaluc¨ªa y exministra de Fomento.
Tras una conferencia pronunciada el pasado viernes en la Escuela de Ciudadanos, un asistente quiso saber su opini¨®n sobre el dato cierto de que la clase pol¨ªtica es vista por la ciudadan¨ªa como un serio problema.
La exministra malague?a respondi¨® con una apasionada defensa de la pol¨ªtica, y se declar¨® orgullosa de los a?os que le hab¨ªa dedicado. Concluy¨® tajante: ¡°Sin los pol¨ªticos, lo que queda es la dictadura¡±.
Eso ser¨ªa el suicidio de la democracia. La pol¨ªtica y los pol¨ªticos son necesarios. Otra cosa es controlarlos. Dec¨ªa Emilio Lled¨®, otro ilustre sevillano, como Felipe y su brazo derecho, Alfonso Guerra, que no hay que dejar el poder en manos ¡°de ciertas oligarqu¨ªas que piensan que lo ¨²nico que hay que hacer es ganar dinero y crear ideolog¨ªas aptas para que esa oligarqu¨ªa siga con poder...¡±.
?Cu¨¢l es la soluci¨®n, le preguntaba Juan Cruz en una entrevista aparecida hace alg¨²n tiempo en este peri¨®dico? Respondi¨® Lled¨®: ¡°La cultura entendida como educaci¨®n en la libertad¡±.
Habr¨¢ que seguir el consejo del sabio fil¨®sofo sevillano. Educar en libertad. En ciudadan¨ªa. Para que vuelva el aire fresco que refresc¨® nuestras mentes hace 30 a?os.
Justo lo contrario del werticidio perpetrado contra la asignatura que educaba a los futuros ciudadanos.
@JRomanOrozco
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