Patri¨®tico Wert
El ministro y su ley apuntan contra la cohesi¨®n social que ha supuesto la inmersi¨®n en las escuelas catalanas
El nacionalismo taumat¨²rgico tiene entusiastas por doquier. Como si de una prolongaci¨®n de los poderes sobrenaturales de los reyes se tratase, ciertos patriotismos pretenden obrar el milagro lograr que el entusiasmo por la bandera haga olvidar el sufrimiento por la crisis. En Catalu?a, las ¡°estructuras de Estado¡± de resonancias althusserianas han intentado erigirse en un cebo goloso para la ciudadan¨ªa golpeada por los recortes. La campa?a electoral fue un buen ejemplo. Elena Ribera, n¨²mero dos de CiU por Girona lo explicit¨® en el fragor de esos intensos 15 d¨ªas: ¡°En Catalu?a hay muchas ovejas que buscan un pastor. Y ese pastor lo tenemos nosotros. Y la gente va descarriada porque creen que el problema son los recortes, la crisis. Y es cierto. Pero bienvenida sea la crisis porque ha hecho aflorar el sentimiento catal¨¢n y nos ha permitido decir: dadnos lo que es nuestro, porque nos toca, porque lo merecemos¡±.
Una vez pasada la batalla, las ovejas descarriadas han dejado un patio pol¨ªtico revuelto y han acampado a la orilla del mar Rojo. Y es que la ciudadan¨ªa ha decidido en las urnas organizarse por su cuenta antes que seguir gregariamente a un pastor que primero convirti¨® la austeridad en virtud y luego en un defecto atribuible al calvinismo espa?ol.
Mientras decide qu¨¦ va a hacer, el reba?o se ha visto desagradablemente sorprendido por la propuesta del ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, para yugular la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, una de las pocas propuestas que ha generado consenso educactivo en Catalu?a. Con su anteproyecto de ley de la LOMCE, el ministro se ha erigido en palad¨ªn del nacionalismo espa?ol m¨¢s rancio, que pretende esconder su fracaso pol¨ªtico tras una enorme bandera. Su empe?o decidido amenaza los puentes que quedan entre Catalu?a y Espa?a, al tiempo que trata de ocultar, tras encendidas afirmaciones de espa?olismo, la crisis: con parados y pensionistas con la paga recortada que sostienen a sus familia. La llamada de la patria ¡ªla historia as¨ª lo acredita¡ª es un argumento at¨¢vicamente peligroso.
El compendio de todo el proyecto es un monumento al alma m¨¢s negra de esa derecha, amante del toro bravo , que tanto gusta a Wert
La reducci¨®n del catal¨¢n a una asignatura de las conocidas como mar¨ªas, la sensacional apertura a la ense?anza en ¡°lengua materna¡± ¡ª va a ser caro, en Catalu?a hay 273 idiomas censados¡ª o el pago por parte de toda la ciudadan¨ªa de la minuta mensual de una escuela privada para aquellos alumnos que deseen ser escolarizados en castellano y no tengan un centro p¨²blico o concertado disponible da la medida del desprop¨®sito. El proyecto de la LOMCE, adem¨¢s de fabricar independentistas, elimina la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, reduce al estado laical al catal¨¢n y devuelve bajo palio a las aulas como evaluable a la asignatura de Religi¨®n cat¨®lica: esa que pagan jud¨ªos y gentiles, ateos y creyentes, pero cuyo profesorado ha de obtener el nihil obstat doctrinal del obispo de la di¨®cesis. Como si el tiempo no fuera con ellos.
El compendio de todo el proyecto es un monumento al alma m¨¢s negra de esa derecha, amante del toro bravo , que tanto gusta a Wert, y tambi¨¦n de de frecuentar mesas y manifestaciones bajo la advocaci¨®n de la Conferencia Episcopal. Es la derecha que el expresidente Aznar defiende sin complejos, al anunciar que antes se romper¨¢ Catalu?a que Espa?a. Y la LOMCE apunta directamente a la cohesi¨®n social que ha supuesto la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica.
Poco importa que los presupuestos en Educaci¨®n hayan perdido en las comunidades m¨¢s de 6.300 millones de euros desde 2010. Todo est¨¢ en rebajas, pero, gracias a la asignatura de Religi¨®n cat¨®lica, Espa?a no perder¨¢ su alma. La LOMCE quiere suplir la falta de inversi¨®n con demagogia. No aborda el fracaso escolar, que ronda el 30%. Y es que en Sefarad abundan quienes se envuelven en la bandera para eludir responsabilidades por la crisis.
Son aquellos que tratan de contagiar a la ciudadan¨ªa una visi¨®n tan peligrosamente superficial como la que previsiblemente tenga de ?frica el propietario de una potente colecci¨®n de animales disecados: con leones, ant¨ªlopes, cabezas de b¨²falo, jirafas y, de adorno, colmillos de elefante. Muy similar a la galer¨ªa de taxidermia del ex expresidente de la patronal CEOE, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n.
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