Vivir dentro de un cuadro
El director Lech Majewsky, jurado de la muestra de creaci¨®n audiovisual Madatac, resucita la pintura de Brueghel en su pel¨ªcula ¡®El molino y la cruz¡¯
Lech Majewsky (Katowice, Polonia, 1953) siempre hac¨ªa escala en Viena solo para ver ese cuadro. En cada uno de sus viajes de adolescente a Venecia, donde viv¨ªa su t¨ªo e instructor, se las ingeniaba para bajarse del tren, colarse en el Museo Kunsthistorisches de la capital austriaca y plantarse frente a El camino del calvario, el cuadro del pintor flamenco del siglo XVI Pieter Brueghel, conocido en la historia del arte como El Viejo.
¡°Ten¨ªa la sensaci¨®n de que estaban pasando muchas cosas ah¨ª y que se me escapaban, pero yo quer¨ªa verlo todo¡±, cuenta Majewsky desde Madrid, donde ayer formaba parte del jurado de Madatac, la Muestra de Arte Digital Audiovisual y Tecnolog¨ªas Avanzadas Contempor¨¢neas que se celebra hasta el 16 de diciembre en el espacio CentroCentro del Palacio de Comunicaciones, la sede del Ayuntamiento de Madrid.
La obsesi¨®n de Majewsky por el arte y, en concreto, por ese cuadro que evoca la pasi¨®n de Cristo durante la cruenta ocupaci¨®n espa?ola de Flandes en 1564, le ha llevado directamente a meterse dentro. A convivir con sus 500 personajes, con sus misterios y sus crueldades cotidianas, y a recrearlo hasta la extenuaci¨®n. Ha tardado cinco a?os en darle vida a esa pintura. Cinco a?os en fabricar el pasado para zambullirse en el tiempo de sus maestros.
¡°El primer a?o lo emple¨¦ en elaborar los vestuarios con tintes naturales porque no exist¨ªan tejidos con los colores del cuadro, tuvimos que hacerlas como entonces, coci¨¦ndolas. Montamos una f¨¢brica de tintar telas¡±, cuenta.
Su obra animada se llama El molino y la cruz (The mill and the cross) y se estrena en los cines de Espa?a el viernes que viene.
Es un minucioso ejercicio, cinematogr¨¢fico y art¨ªstico, de an¨¢lisis y reproducci¨®n de la pintura de Brueghel ¡ªse fue hasta Nueva Zelanda solo para rodar el color del cielo¡ª. Majewsky disecciona el cuadro, capa por capa.
¡°Tiene siete puntos de vista distintos y hab¨ªa que darle vida a cada uno de ellos¡±, comenta. Han sido necesarios otros tres a?os de trabajo con los ¨²ltimos avances en tecnolog¨ªa 3D para, manteniendo una fidelidad puritana a la ambiciosa pintura de El Viejo, llenar de vida las decenas de escenas simult¨¢neas que refleja su obra. ¡°Ha sido como tejer un gran tapiz¡±, explica Majewsky.
La pel¨ªcula tiene el ritmo de un lamento incesante, simbolizado con el movimiento de las aspas del molino que corona la colina. Siempre hay grano que moler, el tiempo no se detiene. Y Cristo arrastra su cruz, y su madre, Mar¨ªa ¡ªinterpretada por Charlotte Rampling¡ª, llora por su hijo, y los hombres soportan los ataques y las torturas de los casacas rojas de las milicias espa?olas, y los ni?os siguen con sus juegos y sus bailes ajenos a los designios de las fuerzas del bien y del mal... La vida pasa. Y Brueghel ¡ªinterpretado por Rutger Hauer: Roy Batty en Blade runner (¡°He visto cosas que vosotros no podr¨ªais creer...¡±)¡ª estudia y digiere toda esa realidad para pintar una de sus grandes obras con voracidad hol¨ªstica. Y comenta sus an¨¢lisis con uno de los habitantes cultos de ese mundo pict¨®rico flamenco, interpretado por Michael York (Austin Powers).
No es la primera vez que el director polaco-estadounidense (tiene la doble nacionalidad) acomete una empresa semejante. Ya lo hizo con El jard¨ªn de las delicias del pintor, tambi¨¦n flamenco, El Bosco (1450-1516), a pesar de que no hab¨ªa visto nunca el cuadro original, que se encuentra precisamente en el Museo del Prado. Esta es la primera vez que Majewsky visita Madrid y estos d¨ªas ha tenido tiempo de contemplar esa otra pintura a placer.
Su afici¨®n a las llamadas art movies le ha valido recientemente una retrospectiva de toda su obra en el MoMA, adem¨¢s de reconocimientos en la Bienal de Venecia. Ahora, utilizando como gu¨ªa el libro del historiador de arte Michael Francis Gibson sobre Brueghel, ha logrado resucitar el mundo del genio flamenco pero ya est¨¢ preparando una inmersi¨®n en otra gran obra, en este caso literaria, un poema inmenso, la Divina comedia, de Dante: Nel mezzo del cammin di nostra vita / mi ritrovai per una selva oscura... (Del camino a mitad de nuestra vida / encontr¨¦me por una selva oscura...).
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