Urbanismo tambi¨¦n para el campo madrile?o
La Comunidad aprueba los chal¨¦s sostenibles en suelo protegido y un proyecto de club de camo para la finca El Garzo`, en Las Rozas
Sin prisa, pero sin pausa, prosiguen en la Comunidad de Madrid los movimientos urban¨ªsticos con vistas a sacar un provecho privado al suelo rural de la regi¨®n. As¨ª, el proyecto sobre la finca p¨²blica de El Garzo, en Las Rozas, y la ley de viviendas rurales sostenibles fueron los ¨²nicos temas abordados en la ¨²ltima Comisi¨®n de Medio Ambiente y Urbanismo de la Asamblea de Madrid. Y ambas actuaciones salieron de la C¨¢mara regional igual que entraron, sin que ni una alegaci¨®n de la oposici¨®n fuera tenida en cuenta por parte del Grupo Popular.
Lo de la Casa de Campo del Noroeste, en El Garzo, se trata de un proyecto similar al que se llev¨® a cabo en la Finca Experimental de El Enc¨ªn (Alcal¨¢ de Henares), con el golf como bander¨ªn de enganche para explotar como negocio privado unos terrenos de titularidad p¨²blica.
Con el mismo sistema de concesi¨®n a largo plazo para que una empresa obtenga provecho, siempre que ponga sobre la mesa los 35 millones que se barajan como precio de la concesi¨®n. Habr¨¢ que ver si es Desprosa ¡ªla empresa de Joaqu¨ªn Molpeceres que ya gestiona los campos de El Enc¨ªn y Olivar de la Hinojosa, en Madrid¡ª u otra la que decide aventurarse en una inversi¨®n de tal enjundia.
En la finca de 403 hect¨¢reas se proyecta un club de campo de 180 hect¨¢reas
"En la Comunidad de Madrid no caben m¨¢s ¨¢rboles", lleg¨® a comentar alguno de los representantes del Partido Popular en la comisi¨®n, como argumento para echar por tierra tanto la proposici¨®n no de ley presentada por IU como las enmiendas de UPyD, con el objeto de no llevar a cabo en El Garzo ninguna actuaci¨®n que ponga en peligro su funci¨®n de garantizar la protecci¨®n del monte de El Pardo, tal y como recoge el Plan de Gesti¨®n del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
As¨ª pues, todo queda en manos de que el Gobierno regional saque a licitaci¨®n p¨²blica la concesi¨®n, algo que no har¨¢ hasta tener la seguridad de que alguna empresa est¨¦ dispuesta a afrontar la inversi¨®n.
De acuerdo con el proyecto planteado, el Club de Campo del Noroeste se ubicar¨ªa junto a la autov¨ªa A-6, al sur de Las Matas, y ocupar¨ªa 180 de las 403 hect¨¢reas de la finca El Garzo. Las ¨²ltimas 85 fueron adquiridas el pasado mes de marzo por el Ejecutivo regional, a trav¨¦s del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), por 261.000 euros, ejercitando el derecho de tanteo y retracto que le permit¨ªa la ubicaci¨®n del terreno en el parque del Manzanares.
El nuevo campo de golf de 18 hoyos con casa club incluida ser¨ªa el eje sobre el que pivotar¨ªa el negocio para la futura concesionaria, complementado con una zona deportiva con baloncesto, f¨²tbol, canchas de tenis, p¨¢del, piscinas, escuelas deportivas y centro de h¨ªpica.
El virus del chal¨¦ en suelo r¨²stico
Lo que ya no tiene marcha atr¨¢s es la Ley de Viviendas Rurales Sostenibles. En esa misma sesi¨®n de la Comisi¨®n de Medio Ambiente se aprob¨® el dictamen del proyecto, y hoy est¨¢ previsto que el pleno de la Asamblea la apruebe definitivamente.
Una ley que, en palabras del diputado socialista Antonio Fern¨¢ndez Gordillo, permitir¨¢ "plantar casitas asesinas en cualquier sitio cuando se tengan 60.000 metros cuadrados. En cualquier zona, incluso en espacios protegidos". "Decreta el fin del suelo rural, que lo quieren solo para edificar al considerar que no sirve para nada", sentenciaba el diputado de UPyD Gabriel L¨®pez. Al final, la ley virus, como la han calificado los ecologistas, tanto por el acr¨®nimo como por el impacto que la misma puede tener sobre el territorio, entrar¨¢ en vigor tras la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid.
Sobre esas seis hect¨¢reas se podr¨¢ edificar una casa, en una ¨²nica planta y con un m¨¢ximo de 3,5 metros de altura para no modificar la rasante natural del terreno y realizarse con el menor impacto visual. Tambi¨¦n se deber¨¢ preservar el arbolado de las parcelas y compensar con especies aut¨®ctonas a raz¨®n de tantos ejemplares adultos como a?os tuviera el ejemplar trasplantado.
Todos los gastos, tanto de la edificaci¨®n como del acondicionamiento del terreno para los accesos, los suministros de luz y agua, y cualquier instalaci¨®n, as¨ª como la recogida de basuras, correr¨¢n por cuenta del propietario.
?Cu¨¢ntas viviendas se podr¨ªan construir? Ecologistas en Acci¨®n ha echado cuentas y ha puesto un techo de unas 7.000 unidades. Solo en municipios de gran extensi¨®n, como El Escorial o Colmenar Viejo, podr¨ªan contar con suelos susceptibles de albergar, entre ambos, cerca de 2.000 viviendas.
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