La RFG interpreta un Mozart de gran altura con Maria Jo?o Pires

Maria Jo?o Pires obtuvo este jueves un sonad¨ªsimo ¨¦xito en el Auditorio de Galicia con su versi¨®n del Concierto para piano n? 9, ¡°Jeunehomme¡±, de Mozart, acompa?ada por la Real Filharmon¨ªa de Galicia dirigida por Antoni Ros Marb¨¤. Por encima de su consumada maestr¨ªa t¨¦cnica, con un mecanismo y un sonido absolutamente impecables, m¨¢s all¨¢ incluso de su idoneidad estil¨ªstica como int¨¦rprete de Mozart y de un nivel dif¨ªcilmente alcanzable en su musicalidad, Pires se mostr¨® como la gran humanista y artista integral que es.

Su versi¨®n del Jeunehomme alcanz¨® momentos de sublime belleza expresiva, como ese inicio de la cadenza del andantino con dos notas en un pianissimo escalofriante que parecieron surgir de una lejan¨ªsima arm¨®nica de cristal para ser continuadas con la plenitud en sencillez imprescindible y tan dif¨ªcil de alcanzar en la m¨²sica de Mozart. Toda su interpretaci¨®n fue una verdadera leccci¨®n magistral de interpretaci¨®n explicada sin palabras. Solo ¨Cnada menos- con esa esencia sonora que supone la m¨²sica del salzburgu¨¦s.

Y como Pires tiene esa humildad que solo los m¨¢s grandes alcanzan, correspondi¨® a la calurosa ovaci¨®n del p¨²blico santiagu¨¦s con un bis sorprendente, el Andante con moto del Tr¨ªo n? 2 de Brahms. Lejos del lucimiento de tanto huero virtuosismo al uso, prefiri¨® el placer de hacer m¨²sica junto a otros, del que participaron en una s¨®lida y muy sentida versi¨®n James Dahlgren, concertino de la Filharmon¨ªa, y la coprincipal de chelos, Barbara Switalska, en un tr¨ªo de gran categor¨ªa musical. Toda una demostraci¨®n de la rentabilidad cultural y social que logra la inversi¨®n en proyectos tan s¨®lidos como la RFG o la OSG.

El concierto hab¨ªa comenzado con una obra de madurez plena de Xavier Montsalvatge, Sortilegis. Obra grande en su brevedad, al reunir un gran capacidad de sugerencia po¨¦tica con una alta exigencia t¨¦cnica por su destino inicial para un concurso de direcci¨®n orquestal. Ros demostr¨® con la RFG su profundo conocimiento de la obra del compositor catal¨¢n.

Para rematar, la Sinfon¨ªa n? 88 de Haydn, que no en vano constituye uno de sus favoritos, de la que Ros hizo una versi¨®n absolutamente acorde a estilo. El sonido compacto y terso de la introducci¨®n al Allegro inicial, la serenidad de su Largo, el ambiente campesino del Trio de su Minueto o el color orquestal logrado en todo momento fueron una buena demostraci¨®n del dominio al pie de la letra de la m¨²sica haydniana por el director de L¡¯Hospitalet.