Vecinos de Villaverde tratan de parar una gasolinera pegada a sus viviendas

La construcci¨®n de una gasolinera en un solar del distrito de Villaverde ha levantado en armas a los vecinos, que denuncian su ilegalidad al estar demasiado pr¨®xima a viviendas y parques infantiles, y justo al lado de una parcela reservada para un centro de salud. Los vecinos se han reunido con Ayuntamiento y Comunidad, han recogido miles de firmas y han realizado protestas en la calle, pero las obras siguen su curso, pendientes ya solo de un par de recursos administrativos.

La empresa Bogar solicit¨® en agosto de 2009 al Ayuntamiento de Madrid (PP) licencia urban¨ªstica para construir una gasolinera en un solar ubicado en el n¨²mero 22 de la calle de la Hulla. Dos meses despu¨¦s, el expediente se remiti¨® al Gobierno regional (PP) para que emitiese el informe de impacto ambiental preceptivo.

En marzo de 2011, la Asociaci¨®n de Vecinos Independiente de Butarque, opuesta al proyecto, pidi¨® al Ayuntamiento que cerrase el expediente por silencio administrativo regional. As¨ª se hizo.

Pero la Comunidad termin¨® por dar el visto bueno medioambiental en febrero de 2012, y la empresa solicit¨® entonces de nuevo licencia municipal, que fue aprobada en agosto. Los vecinos denuncian que, pese a que en el expediente constaba que deb¨ªan ser avisados para poder recurrir, no se les comunic¨®; ante la ausencia de recurso, el 3 de septiembre se aprob¨® definitivamente la licencia. Se permiti¨® as¨ª construir una gasolinera con un edificio de 300 metros cuadrados divididos en dos plantas (tienda y oficinas), dos tanques de 70.000 litros cada uno, seis surtidores de cuatro mangueras, un puente de lavado autom¨¢tico y seis de lavado manual, seis aspiradoras y siete plazas de aparcamiento. Las obras comenzaron el 23 de noviembre.

Los vecinos empezaron a recoger firmas en el barrio en contra de la estaci¨®n de servicio el 1 de diciembre (tienen ya m¨¢s de 2.000), al considerar ¡°una barbaridad¡± que se construya ¡°muy cerca de los bloques de viviendas, la pista de patinaje, la zona infantil del parque, una futura escuela infantil, y pegada a la parcela cedida para la construcci¨®n de un centro de salud¡±. A?aden adem¨¢s que hay otra gasolinera a solo 700 metros. En diciembre, protestaron junto al solar al grito de: ¡°Gasolinera no: necesitamos m¨¢s pediatras, no surtidores. ?Centro de salud ya!¡±.

La asociaci¨®n de vecinos present¨® un recurso extraordinario de revisi¨®n, alegando que la licencia se aprob¨® ¡°sin tener en cuenta que se construir¨¢ a menos de 15 metros de un bloque de viviendas, a menos de 15 metros de una zona infantil, a menos de 60 metros una zona de juegos infantiles en un parque p¨²blico, a menos de 60 metros de otro edificio de viviendas, a menos de 60 metros de una parcela destinada a la construcci¨®n de una escuela infantil, a menos de 80 metros de una parcela destinada a equipamiento educativo y en la parcela colindante con un terreno destinado a la construcci¨®n de un centro de salud¡±.

Eso, alegan, viola la normativa de seguridad sobre distancia a edificaciones del real decreto 1562/1998, que indica que la distancia m¨ªnima debe ser de entre 30 y 40 metros respecto a inmuebles habitados o locales de p¨²blica concurrencia.

Adem¨¢s, los vecinos cuestionan la declaraci¨®n de impacto medioambiental aprobada por la Comunidad, que en su opini¨®n no tiene en cuenta ¡°los posibles perjuicios¡± de situar una gasolinera cerca de viviendas, ni el hecho de que haya otra estaci¨®n ¡°a menos de 700 metros¡±. En diciembre, se reunieron con el Gobierno regional, que les confirm¨®, seg¨²n cuentan, que no se tuvo en cuenta el convenio para construir un centro de salud en el solar contiguo a la hora de elaborar el informe de impacto ambiental.

Tambi¨¦n mantuvieron un encuentro con el ¨¢rea municipal de Urbanismo, del que extrajeron que efectivamente no se les hab¨ªa comunicado como era preceptivo la resoluci¨®n de la licencia. Por ello, han presentado un recurso de reposici¨®n, en el que denuncian adem¨¢s que, al abrirse de nuevo el expediente en febrero de 2012, el Ayuntamiento no realiz¨® de nuevo todos los tr¨¢mites, lo que permiti¨® conceder el permiso con tanta celeridad, apenas cinco meses despu¨¦s.