La vida m¨¢s all¨¢ de Morente
Tras participar en el experimento ¡®Omega¡¯ del cantaor fallecido, Lagartija Nick interpreta hoy ¨ªntegro su disco de debut, ¡®Hipnosis¡¯, grabado en 1991 Su fundador, Antonio Arias, recuerda c¨®mo compon¨ªan entonces
El reciente apocalipsis de la industria musical no ha pillado por sorpresa a Antonio Arias. A su modo, el fundador de Lagartija Nick ya lo vivi¨® en los a?os noventa: ¡°S¨ª, hicimos el trayecto independiente-multinacional-independiente. Solo lamento que los grupos actuales no pasen ahora por la multi, algo que tambi¨¦n te ense?a mucho¡±.
Arias ven¨ªa de 091, banda legendaria que sufri¨® algunas de las indignidades propias de la ¡°era dorada de la m¨²sica pop espa?ola¡±, como ahora la llaman: ¡°Que nadie se enga?e, los ochenta fueron la era dorada... de los productores. Ellos estaban esperando que fallaras en alg¨²n momento y as¨ª apresurarse a llamar a un m¨²sico de estudio. Impon¨ªan su visi¨®n y luego t¨² sal¨ªas a defender un disco cuyo sonido quiz¨¢ no te representaba¡±.
Reivindicando los 90
Lagartija Nick act¨²a en Madrid como parte de un ciclo jocosamente denominado ?Dichosos 90...qui¨¦n los pillara!. Responde, sin embargo, a una idea muy seria de Nacho Moreno, gerente de la sala El Sol, que recuerda una d¨¦cada tolerante, con horarios flexibles y mucha unidad entre la gente de la cultura: se logr¨® parar al concejal ?ngel Matanzo, que pretend¨ªa cerrar locales de todo tipo. M¨¢s adelante, el alcalde Gallard¨®n utilizar¨ªa m¨¦todos m¨¢s insidiosos: se prohibi¨® a los menores de 18 a?os entrar en espacios donde se serv¨ªa alcohol, en vez de establecer el veto en las barras, como ocurre en otros pa¨ªses. La genialidad municipal ha empujado a posteriores generaciones de j¨®venes a la socializaci¨®n en los botellones.
La programaci¨®n incluye conciertos de Mala Rodr¨ªguez, Cooper, Sex Museum o Hermanos Dalton, junto con una presentaci¨®n del libro Balas perdidas, de Xavier Mercad¨¦, o una fiesta del programa radiof¨®nico Hoy empieza todo. Carteles reforzados por pinchadiscos invitados. Hoy, tras los platos estar¨¢ Juan Aguirre, la mitad de Amaral. Para Antonio Arias, tiene todo el sentido: "los amarales suelen interpretar temas del rock granadino, ?y no los obvios! Encarnan un modelo de m¨²sico que aprecio mucho: el admirador del trabajo de sus colegas."
El nuevo grupo se hizo llamar Lagartija Nick por eufon¨ªa: ¡°Un amigo ten¨ªa un maxi de Bauhaus con ese tema y pens¨¦ que el t¨ªtulo sonaba bien. Ni siquiera nos dimos cuenta de que era una historia de sadomasoquismo: ?cre¨ªmos que hablaba del diablo! De alguna forma, nos serv¨ªa: quer¨ªamos conectar con las corrientes esot¨¦ricas que fluyen bajo el mito de Granada La Bella¡±.
Lagartija Nick estuvo en la gestaci¨®n y el desarrollo de Omega, el soberbio experimento de Enrique Morente. Y Antonio es el custodio de un legado precioso: grabaciones de innumerables ensayos con el cantaor, directos y maquetas. ¡°Ya s¨¦ que ahora no es el momento, con la familia destrozada por lo que ha pasado, pero espero que un d¨ªa nos juntemos para escucharlo¡±.
Mientras tanto, Arias colabora con la segunda hija de Enrique, Sole¨¢ Morente. ¡°Ella ya particip¨® en el disco de Los Evangelistas [el proyecto de flamenco psicod¨¦lico de Lagartija con Jota Planetas] y ahora hemos grabado un ¨¢lbum completo que quiz¨¢ se llame Encuentro. Es eso, una cita a medio camino entre la llanura y el Albaic¨ªn, rockeros locos y la ¨²ltima generaci¨®n de un gran clan flamenco¡±.
Nos estamos alejando de la percha: hoy, Lagartija Nick toca Hipnosis, su estreno de 1991. ?Entero? ¡°Entero y reforzado. Los elep¨¦s duraban entonces media hora y, con la energ¨ªa que ahora le pone Eric [Jim¨¦nez, baterista], ?lo podr¨ªamos liquidar en 15 minutos! Meteremos versiones, temas extras, invitados. En aquellos d¨ªas experiment¨¢bamos con un magnetof¨®n de cuatro pistas y las canciones brotaban sin parar. El objetivo consist¨ªa en llevar el repertorio muy preparado, para funcionar sin dudas en el estudio. Era nuestra reacci¨®n contra los abusos de los productores, grabar r¨¢pido y reconocerte en el resultado¡±.
Fue un cambio de paradigmas, explica. Antes, los grupos tocaban para vender un disco, como engranajes de un plan de mercadotecnia. ¡°Pod¨ªas pasarte dos a?os trabajando un disco que te hac¨ªa sentir inc¨®modo. Digamos que, al final, la discogr¨¢fica validaba ?o no! todo el esfuerzo. Nosotros decidimos que lo esencial era tocar. Girar nos hac¨ªa saber exactamente lo que val¨ªamos. Val¨ªamos el n¨²mero de gente que hab¨ªas metido en tu anterior actuaci¨®n y su grado de satisfacci¨®n¡±.
Lagartija Nick se forj¨® en un tri¨¢ngulo con v¨¦rtices en Granada, Madrid y el Pa¨ªs Vasco. ¡°Si lo quieres decir as¨ª, somos graduados de los gaztetxes vascos, los bares de Malasa?a y las cuevas del Albaic¨ªn. No son malas escuelas¡±.
Lagartija Nick con los Rippers. Hoy a las 22.00 en El Sol, calle Jardines n? 3. 15 euros en taquilla.
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