La retirada de monta?as de basura devuelve la normalidad a Granada
Los trabajadores han recogido este domingo el 25% de las 2.300 toneladas de desperdicios
La direcci¨®n de Inagra, la empresa concesionaria del servicio de retirada de basuras de Granada, y sus trabajadores sellaron este domingo oficialmente la paz. A ¨²ltima hora de la noche del s¨¢bado la plantilla acord¨®, en una votaci¨®n a mano alzada, desconvocar la huelga iniciada 13 d¨ªas antes y desde ese mismo instante comenz¨® a limpiar. 2.300 toneladas de basura se acumulaban en las calles de la capital granadina. En apenas doce horas con la plantilla al completo ¡ª540 trabajadores¡ª trabajando en turnos ininterrumpidos ha recogido el 25% de lo acumulado.
La pesadilla para la ciudad est¨¢ terminando. Previsiblemente el martes no quedar¨¢ basura en las calles, pero no ser¨¢ hasta el viernes cuando la capital luzca limpia en su totalidad. Hay tres turnos, uno cada ocho horas, que incluyen a los empleados que est¨¢n en d¨ªas de descanso. Inagra ha movilizado 60 veh¨ªculos y tres palas retroexcavadoras. En total, hay 87 personas a lo largo de todo el d¨ªa distribuidas por los ocho distritos de la ciudad.
Este domingo a las 13.00, los representantes de la empresa y de los trabajadores han rubricado el convenio colectivo en la sede del Sistema Extrajudicial de Resoluci¨®n de Conflictos Laborales de Andaluc¨ªa (Sercla). Para llegar a este punto han sido necesarios muchos meses de conversaciones para tratar de negociar el convenio colectivo y una huelga que han sufrido en gran parte los ciudadanos y cuyo verdadero impacto est¨¢ a¨²n por evaluar.
Ambas partes han mostrado su satisfacci¨®n por un acuerdo que, si bien se cre¨ªa hecho el viernes, necesit¨® un d¨ªa m¨¢s para cuajar. El comit¨¦ de empresa reconoce que no es el mejor convenio que ha firmado con Inagra, pero es, dentro de las posibilidades, el que se pod¨ªa firmar. El conflicto se hab¨ªa enquistado a lo largo de las dos semanas de paro y la empresa no iba a ceder mucho m¨¢s. ¡°Estamos satisfechos dentro de lo que cabe¡±, explic¨® el presidente del comit¨¦, Eduardo Arag¨®n. De no haberse resuelto, la situaci¨®n tend¨ªa a empeorar. El Ayuntamiento amenaz¨® con recurrir a la empresa p¨²blica Tragsa, dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, para limpiar.
El director general de Inagra, Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez, considera que los beneficiados son ¡°todos¡±: los trabajadores al adquirir estabilidad hasta 2015 y la ampliaci¨®n de jornadas parciales; la ciudad, porque habr¨¢ m¨¢s jornadas de trabajo, y, por supuesto, la empresa concesionaria que ha logrado ajustar el coste a la situaci¨®n econ¨®mica actual. Fern¨¢ndez agradeci¨® el "esfuerzo" de la plantilla al aceptar un acuerdo que merma sus condiciones laborales.
Con la reducci¨®n de los ingresos de Inagra en 3,3 millones como consecuencia del plan de ajuste municipal, la compa?¨ªa insisti¨® desde el inicio en que la soluci¨®n pasaba por una reducci¨®n salarial. Los sueldos de la plantilla, que aire¨® la direcci¨®n exhibiendo n¨®minas de los trabajadores, son, seg¨²n ella, demasiado altos por lo que la reducci¨®n planteada (primero un 5% que se redujo a un 2,5%) era perfectamente ¡°asumible¡±. Hab¨ªa otras medidas, pero en esa y en las actualizaciones del IPC ha estado el principal escollo. Despu¨¦s de una bajada de sueldo del 7,5% en 2010, una segunda reducci¨®n salarial era una ¡°linea roja¡± que los trabajadores no estaban dispuestos a traspasar.
Durante estos 13 d¨ªas ha habido avances y retrocesos que han desesperado a la ciudad. Y, sobre todo, han hecho mella en el sector tur¨ªstico, que es la principal industria de Granada. El Ayuntamiento, por su parte, no ha querido mediar en el conflicto. Siempre ha mantenido que era un problema entre empresa y trabajadores, aunque finalmente amenaz¨® primero con recurrir al Ej¨¦rcito y despu¨¦s a Tragsa.
Tras duras negociaciones, el principio de acuerdo alcanzado en la madrugada del viernes se ten¨ªa que firmar. En un primer momento, el comit¨¦ no fue capaz de convencer a la mayor¨ªa de la asamblea. Sin embargo, la plantilla para entonces ya estaba dividida. 24 horas despu¨¦s, la misma oferta fue aceptada por la mayor¨ªa de los trabajadores. La escucharon con m¨¢s calma, valoraron pros y contras, analizaron la situaci¨®n, incluida la posibilidad de que finalmente limpiara las calles Tragsa, y decidieron ratificarla. El conflicto lleg¨® a su fin.
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