V¨ªa libre a un parque e¨®lico en una zona que se excluy¨® de la Red Natura

Estaba previsto que el Coto de Eiras, entre Fornelos de Montes y Mondariz, gozase de la m¨¢xima protecci¨®n ambiental posible: su inclusi¨®n en la Red Natura, dentro del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) R¨ªo Tea. La presencia en estas cumbres del interior pontevedr¨¦s de h¨¢bitats y formaciones considerados como prioritarios ¡ªcon peligro de desaparici¨®n¡ª justificaba, a juicio del redactor de la propuesta de ampliaci¨®n realizada por el bipartito de la Xunta, la obtenci¨®n de una figura que veta la instalaci¨®n de parques e¨®licos y canteras a cielo abierto. En 2009 cambi¨® el Gobierno aut¨®nomo y, aunque se mantuvo el equipo t¨¦cnico encargado del estudio, la nueva Red Natura, que hoy sigue hibernando, sorprendentemente mengu¨®.

Ahora la Conseller¨ªa de Medio Ambiente admite impl¨ªcitamente los valores ecol¨®gicos del lugar, pero ello no ha sido ¨®bice para que declarase ¡°ambientalmente viable¡± una instalaci¨®n e¨®lica ¡ª16 molinos, 95 metros de fuste y 112 de aspas¡ª- concedida en el concurso de 2010. Esta Declaraci¨®n de Impacto Ambiental (DIA), resuelta a finales de enero, es un ejemplo de c¨®mo la Xunta se hace trampas jugando al solitario en materia de medio ambiente. Por un lado, admite la presencia de h¨¢bitats (matorrales y carballeiras) de inter¨¦s comunitario, susceptibles de entrar en Red Natura. Acto seguido, resuelve que la afecci¨®n sobre estos ¡°no se considera significativa¡±. En el siguiente p¨¢rrafo reconoce que hay formaciones (diversos tipos de turberas) consideradas prioritarias, por lo que ¡°se deber¨¢n extremar las precauciones¡±

De hecho, el plano inicial del parque tuvo que ser cambiado para proteger dos vaguadas, y a lo largo del texto se hace hincapi¨¦ en que no deben ser da?adas, aunque s¨ª se abrir¨¢n caminos en la vertiente del monte que da a ellas. Durante las obras se balizar¨¢n y un t¨¦cnico de la conseller¨ªa vigilar¨¢ los trabajos, una medida excepcional. Todo ello basado en un informe de la Direcci¨®n Xeral de Conservaci¨®n da Natureza, la misma encargada de la ampliaci¨®n de la Red Natura y que, en cambio, no considera pertinente darle la m¨¢xima protecci¨®n a una zona que, a juzgar por las cautelas, considera muy valiosa.

La declaraci¨®n de impacto tambi¨¦n alerta de que en el lugar habitan animales recogidos como vulnerables en el Cat¨¢logo galego de especies ameazadas. Entre ellos, aves rapaces, anfibios, reptiles y murci¨¦lagos, siempre los m¨¢s perjudicados por los molinos de viento. No en vano, el informe avisa de un posible ¡°efecto acumulativo¡± para los quir¨®pteros, dado el amontonamiento de parques e¨®licos en la zona. No obstante, nada dice del lobo ib¨¦rico, que, seg¨²n los ecologistas, cuenta en estos parajes con una de sus ¡°mejores poblaciones¡± de toda la pen¨ªnsula. De hecho, en las inmediaciones del futuro parque se encuentra un tradicional foso doble para la captura del lobo del que se tiene constancia desde el siglo XVII.

Con la declaraci¨®n ambiental positiva, el proyecto promovido por Puentengasa, formada por Energ¨ªa de Galicia y la constructora Puentes y Calzadas, ha superado la parte m¨¢s ¨¢spera del recorrido administrativo. Faltan tr¨¢mites menores. Si hay voluntad, en unos meses las excavadoras podr¨ªan estar en el monte. Est¨¢ por ver, con la par¨¢lisis del sector por la eliminaci¨®n de las primas a las renovables, si la empresa se embarca en una inversi¨®n de 44 millones de euros, en una zona con una producci¨®n energ¨¦tica estimada menor que en la media de los parques gallegos.

El Coto de Eiras no solo iba a ser Red Natura, sino que est¨¢ a un pu?ado de kil¨®metros del futuro LIC O Su¨ªdo, que s¨ª lo ser¨¢. Pero m¨¢s cerca a¨²n, se levantar¨¢n varios aerogeneradores de otro parque, el Edreira, tambi¨¦n auspiciado por la misma empresa. Este proyecto recibi¨® permiso ambiental en octubre de 2012. En este caso, Conservaci¨®n da Natureza hace notar que ¡°pr¨®xima¡± a los molinos existe esa propuesta, as¨ª como la ampliaci¨®n del LIC ya declarado de Serra do Cando. Es decir, algunos molinos regatean la Red Natura por menos de 300 metros, y otros quedar¨¢n encajonados entre dos zonas protegidas. Pero eso no impide que la instalaci¨®n sea ¡°ambientalmente viable¡±.