Una ducha con el ¡®fairy¡¯

¡°En Barcelona tenemos familias que se est¨¢ duchando con el fairy. El tema ya no es de precariedad, es de miseria¡±. Emilia Catal¨¤, secretaria de la Asociaci¨®n C¨ªvica La Nau que lleva el banco de productos no alimentarios, describe as¨ª el duro panorama que la crisis est¨¢ dibujado en la capital catalana y sus alrededores. No es una met¨¢fora. En la trinchera, en algunas de las parroquias de Nou Barris a donde llegan las ayudas de la ONG, confirman la versi¨®n. Los ingresos de muchas familias son tan m¨ªnimos que, si no hay para la comida o los recibos, menos queda para algo tan b¨¢sico como el gel de ducha. O para un champ¨². Ni hablar de una colonia.

La Nau comenz¨® su labores en 1997, de la mano del actual presidente, Albert Trias. ¡°Empezamos con campa?as peque?as, como los juguetes para la Navidad¡±, recuerda Catal¨¤, sentada en un peque?o despachito de la nave industrial de la Zona Franca que les sirve de bodega y por la que pagan un precio simb¨®lico. No le cabe una caja m¨¢s. Como el Banco de Alimentos cumpl¨ªa ya un rol definido en a lucha contra el hambre, se decantaron por productos no alimentarios, como la ropa o los art¨ªculos de aseo personal e higiene y que obtienen de las donaciones de empresas del sector y algunos particulares.

Una persona tiene que ir a buscar trabajo al menos duchada, dice Catal¨¤?

¡°El hambre es el hambre pero ?y la higiene? Es vital que la gente pueda ducharse lavar su ropa y sus platos¡±, dice Catal¨¤. Y es que estos productos no son precisamente los m¨¢s baratos en el ticket de compra. El 3,5% del gasto familiar se va en art¨ªculos de limpieza del hogar, de la ropa y de aseo personal, seg¨²n las ponderaciones del IPC que hace Instituto Nacional de Estad¨ªstica. En este estudio se tienen en cuenta desde el transporte hasta las medicinas.

¡°?Unas pilas o una lej¨ªa son un lujo? Hay muchas familias que no tienen para comprar un par para un aparato de casa. No les solucionamos la vida, pero les podemos hac¨¦rsela m¨¢s f¨¢cil¡±, explica Ram¨®n Peinado, otro de los voluntarios. ¡°Uno tiene que ir a buscar un trabajo como m¨ªnimo limpio y duchado. Los ni?os tienen que ducharse para ir al cole. En un caso extremo, un d¨ªa usas el fairy y puedes tirar. ?Pero qu¨¦ te pasa una semana despu¨¦s? Es un tema de humanidad, de autoestima¡±, agrega Catal¨¤.

As¨ª como ha pasado con el Banco de Alimentos, C¨¢ritas y otras organizaciones, la labor de La Nau ha pasado de ser de ayuda puntual a ser imprescindible para apalear los efectos de la crisis en el ?rea Metropolitana. Hace seis a?os, sus servicios llegaban a unas 10.000 personas, a trav¨¦s de unas 70 entidades. Este a?o calculan alcanzar a unas 30.000 personas (unas 10.000 familias), a trav¨¦s de 150 instituciones, 76 de ellas en Barcelona, la mayor¨ªa parroquias.

El perfil de las personas que reciben la ayuda tambi¨¦n ha cambiado radicalmente. En 2007, seg¨²n la memoria de La Nau, el 30 por ciento eran inmigrantes y el 20 por ciento eran adultos mayores. Ahora el 4 de cada 10 beneficiarios son familias con problemas econ¨®micos, y el 20 por ciento inmigrantes.

El ajuste en la producci¨®n de las empresas reduce los excedentes

Unas 70 empresas colaboran con el banco. ¡°El Ayuntamiento de Barcelona nos da una subvenci¨®n y con ella compramos pa?ales, el ¨²nico producto que las empresas que producen no nos donan¡±, cuenta Catal¨¤ mientras ense?a los inmensos bidones de gel de ba?o que han recibido y que pronto pasar¨¢n a estar embotellados en potes de dos litros. Gastaron 3.000 euros en una m¨¢quina para hacer el proceso ellos mismos. ¡°El problema es que con la crisis las empresas han ajustado su producci¨®n y los excedentes son cada vez menores¡±, se lamenta Peinado.

A veces tambi¨¦n han utilizado g¨¦nero que decomisa la Guardia Civil, como una cera para pisos que ven¨ªa de Venezuela. Una comanda t¨ªpica incluye jab¨®n de ropa, suavizante, limpia suelos, lej¨ªa, desengrasante para cocina, gel de ba?o, champ¨², desodorantes, cepillos de dientes y dent¨ªfrico. Ahora hacen una prueba piloto para dar productos de beb¨¦.

¡°Tenemos en lista de espera a unas 40 instituciones, pero no nos alcanza lo que tenemos¡±, asegura Catal¨¤. ¡°Es que lo de la multiplicaci¨®n de los peces lo hizo uno, no dos¡±, remacha.