¡°Aplicaremos la gesti¨®n privada cuando creamos que nos da un valor a?adido¡±

Hay consejeros a los que les encanta convertir su despacho en un santuario pol¨ªtico. Apenas dejan un cent¨ªmetro cuadrado libre de fotograf¨ªas dedicadas de altos cargos que exhiben como una muestra de estatus. No es este el caso de Manuel Llombart (1969), que desde diciembre est¨¢ al frente de la sanidad p¨²blica valenciana, atenazada por una aguda crisis financiera. La sobriedad preside su mesa de trabajo. En su despacho solo hay una imagen, del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a quien le une una relaci¨®n de amistad. Los papeles y las carpetas est¨¢n unos metros m¨¢s all¨¢, en la mesa de reuniones del centro de la sala, donde, como ¨¦l se?ala, se pasa el d¨ªa reunido con sus colaboradores. En torno a ella discurre la entrevista. Llombart habla despacio, en tono bajo y midiendo las palabras.

Pregunta. Madrid se ha apuntado al modelo Alzira, Catalu?a cuenta con un estudio que plantea privatizar 18 hospitales, su antecesor present¨® un modelo que contemplaba poner a un gestor del sector privado al lado de los gerentes p¨²blicos para controlar el gasto, ?Cu¨¢l es su modelo sanitario?

Respuesta. Mi estrategia es muy sencilla y compleja a la vez. Mi ¨²nico plan consiste en que la sanidad siga siendo para los valencianos igual que ha sido hasta ahora: p¨²blica, universal, gratuita y de calidad. Y que el eje pivote sobre el paciente. Existen distintas herramientas para alcanzar este fin. A m¨ª me sirven todas, siempre que sean adecuadas para resolver la situaci¨®n que se plantee. El debate no debe centrase en los medios empleados, sino en la situaci¨®n a resolver y c¨®mo solucionarla.

P. Entre estos medios o herramientas ?Qu¨¦ peso le da a la gesti¨®n privada?

R. La colaboraci¨®n entre sanidad p¨²blica y privada no es algo que estemos inventando ahora. ?Cu¨¢l es el orden adecuado en el uso de los medios? Debemos de llevar a cabo todo lo que entendamos que debe ser realizado mediante la gesti¨®n p¨²blica directa. Cuando la gesti¨®n privada nos pueda dar un valor a?adido, ya sea mediante concesi¨®n \[modelo Alzira\], los conciertos o cualquier otra f¨®rmula jur¨ªdica, la aplicaremos. Pero por el beneficio del paciente.

P. ?Est¨¢ satisfecho del resultado del modelo Alzira?

R. S¨ª, porque el paciente tambi¨¦n lo est¨¢. Si hay algo que modificar, nos sentaremos con las empresas y seguro que llegamos al acuerdo necesario.

P. Las compa?¨ªas que gestionan los departamentos privatizados se quejan de que la Generalitat les debe dinero, e incluso han llegado a pedir m¨¢s fondos o cambiar las condiciones del contrato. ?Estamos a las puertas de otro rescate, como con Alzira en 2003, para salvar el modelo de nuevo?

R. No entiendo que en marzo de 2003 hubiera un rescate, sino una redefinici¨®n del modelo. Se entendi¨® que si la empresa adjudicataria no gestionaba la atenci¨®n primaria adem¨¢s del hospital, el sistema no funcionaba. Y se ampli¨® el espectro de prestaciones, por lo que se adecu¨® la c¨¢pita que se pagaba a la empresa. Ahora estamos en un momento de di¨¢logo con las concesionarias. Mi intenci¨®n es llegar a un punto de consenso que permita que si ha habido un problema producido por el devenir de los a?os, se solvente. Modificaremos lo que tengamos que modificar hasta alcanzar un punto de consenso entre las empresas y la Administraci¨®n. Tiene que haber un margen en la gesti¨®n que permita un ahorro para la Administraci¨®n, que ser¨ªa una forma de buscar la eficiencia, y un beneficio adecuado para las concesionarias. Cualquier modificaci¨®n que se haga tendr¨¢ el l¨ªmite del mantenimiento de la calidad de la prestaci¨®n sanitaria del paciente.

P. ?Ceder la gesti¨®n de todo un departamento sanitario a una empresa privada no implica el reconocimiento de la incapacidad de la Administraci¨®n de hacerlo mejor?

R. No. El 80% de la gesti¨®n de la sanidad en la Comunidad Valenciana es directa, f¨ªjese si creemos en ella. En determinados lugares, se decidi¨® que la f¨®rmula m¨¢s adecuada de gesti¨®n sanitaria era usar la concesi¨®n administrativa.

P. ?Qu¨¦ ha sucedido con la apuesta de su antecesor y el modelo de gesti¨®n compartida?

R. Luis Rosado hizo un excepcional trabajo. El modelo de gesti¨®n compartida no era m¨¢s que un c¨²mulo de acciones, parte de las cuales se est¨¢n llevado a cabo, como concursos con proveedores con otras condiciones. Otras est¨¢n en proceso de estudio o no se van a aplicar.

P ?Las empresas controlar¨¢n a los trabajadores de la Agencia Valenciana de Salud en aspectos como el gasto o la productividad? ?Qu¨¦ queda de la direcci¨®n colegiada de los departamentos de salud y la entrada de consultoras o compa?¨ªas externas?

R. Creemos firmemente en el talento que tenemos en el personal de la Agencia Valenciana de Salud. Tenemos 195 directivos y 60.000 profesionales y el talento hay que buscarlo dentro. De esta situaci¨®n vamos a salir con nuestro personal. Si se necesitan apoyos externos para cuestiones puntuales, se buscar¨¢n, pero hay que salir de esto todos juntos, y sin el personal sanitario no vamos a ning¨²n lado.

P. ?Qu¨¦ va a suceder con los hospitales de Ll¨ªria, ya construido, o Gandia, pr¨¢cticamente acabado, que a¨²n no han entrado en funcionamiento?

R. Estos centros se proyectaron en una coyuntura distinta a la actual. No me puedo comprometer a dar una fecha de entrada en funcionamiento. ?Cu¨¢ndo lo har¨¢n? Cuando la situaci¨®n lo permita.

P. ?Se ceder¨¢n al sector privado?

R. En estos momentos hay un problema de gasto corriente. No podemos incrementar este gasto, sea cual sea la v¨ªa. El presupuesto que tengo se destina a mantener la estructura existente. Da igual que hablemos de gesti¨®n directa o indirecta, al final habr¨ªa que pagarlo y no se puede.

P. ?Ha habido un boom de la construcci¨®n tambi¨¦n respecto a los hospitales? ?Era realmente necesario el hospital de Manises o el que la consejera de Educaci¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢ prometi¨® levantar en Torrent cuando era alcaldesa de la localidad?

R. Ahora vivimos una ¨¦poca con unas circunstancias muy distintas a las del momento anterior a la crisis. Entonces se gener¨® una estructura sanitaria muy potente. Habr¨¢ que aprovechar esta estructura en los pr¨®ximos a?os, en los que pr¨¢cticamente no va a existir inversi¨®n. Vamos a tener que vivir de las inversiones hechas en otro momento.

P. ?Veremos el cierre de hospitales por no poder mantenerlos?

R. A d¨ªa de hoy, con rotundidad, no se ha planteado el cierre de ning¨²n hospital.

P. En abril se elimin¨® el Plan de Choque y la red p¨²blica volvi¨® a asumir las intervenciones que desviaba a la sanidad privada. ?Se va a mantener esta decisi¨®n?

R. El ciudadano debe estar atendido con los niveles de calidad que siempre ha tenido. Confiamos tanto en los profesionales de la Agencia Valenciana de Salud que les hemos pedido el esfuerzo de atender estas operaciones, que el profesional entiende. Si, pese a ello, tenemos unos tiempos de demora que no son los que deseamos, acudiremos de nuevo al Plan de Choque.

P. Antes de ser consejero de Sanidad usted era responsable del Instituto Valenciano de Oncolog¨ªa (IVO) ?Qu¨¦ puede aportar un gestor de la sanidad privada a la p¨²blica?

R. No hay sanidad p¨²blica o privada. Solo hay una sanidad. Lo que puedo ofrecer son 17 a?os de experiencia en el sector sanitario, porque este es un sector que hay que conocer desde dentro. Y tambi¨¦n algo que siempre he aportado donde he estado: sentido com¨²n.

P. Usted tiene una fuerte vinculaci¨®n con el IVO. No solo lo dirigi¨®, sino que mantiene una estrecha relaci¨®n familiar con esta instituci¨®n, que fund¨® su abuelo y tambi¨¦n dirigi¨® su padre. El IVO se financia fundamentalmente con fondos de la consejer¨ªa. ?No cree que incurre en una situaci¨®n de conflicto de intereses al dirigir ahora Sanidad?

R. El IVO es una instituci¨®n que lleva desde 1975 trabajando para los valencianos, mucho antes de que se llevaran a cabo las transferencias en sanidad. Cuando se defini¨® la estructura oncol¨®gica de esta comunidad, ya exist¨ªa el IVO. Por lo tanto, el papel que el IVO tenga en la sanidad de esta comunidad estar¨¢ condicionado por la complementariedad necesaria que aporta al sistema sanitario valenciano. En la medida que esta consejer¨ªa necesite el IVO y yo sea su consejero, se va a utilizar como cualquier otro medio.

P. Usted denunci¨® la deuda de la Generalitat con el IVO. Ahora que est¨¢ en el otro lado de la barrera, ?Qu¨¦ opina cuando los proveedores o los farmac¨¦uticos le reclaman pagos que se adeudan?

R. Me preocupa exactamente lo mismo que al presidente de la Generalitat. Uno de los principales objetivos de esta comunidad es pagar a sus proveedores. Tenemos que llegar a una situaci¨®n financiera sostenible con ellos, en las fechas m¨¢s breves posibles. Por un lado, a trav¨¦s de un nuevo modelo de financiaci¨®n, aunque para plantear esta cuesti¨®n habr¨¢ que esperar a 2014. Hasta entonces, de momento, habr¨¢ que hacerlo con los instrumentos de liquidez que vengan del Estado central.

P. ?La deuda con el IVO se ha saldado ya?

R. Se mantiene en la misma medida del resto de instituciones a las que se debe dinero. En estos momentos, hace dos meses que me desligu¨¦ del IVO y ya no s¨¦ c¨®mo evoluciona su deuda.

P. ?Por qu¨¦ ha decidido este momento para afiliarse al PP?

R. La decisi¨®n la tom¨¦ cuando acept¨¦ ser consejero. Es una muestra de apoyo con un proyecto con el que me he comprometido y en un momento en el que el PP no lo est¨¢ pasando bien.

P. Recientemente se hizo p¨²blico un informe elaborado por la Consejer¨ªa de Bienestar Social que desvelaba las irregularidades que se cometieron en la concesi¨®n de ayudas a la cooperaci¨®n por parte de la gesti¨®n de Rafael Blasco. La fiscal¨ªa ha planteado dudas sobre los contratos que Blasco adjudic¨® cuando dirigi¨® Sanidad. ?Cree conveniente fiscalizar estos expedientes como ha hecho Bienestar Social?

R. Hay una instrucci¨®n clara del presidente de la Generalitat con la que comulgo al 1.000% y que hago m¨ªa, que dice que la colaboraci¨®n con la Justicia y la transparencia va a ser plena. Cualquier cuesti¨®n que solicite la Justicia encontrar¨¢ aqu¨ª la m¨¢xima colaboraci¨®n.