La gran cita del baile remonta
El evento jerezano ofrece m¨¢s de medio centenar de espect¨¢culos flamencos en cuatro escenarios Por primera vez, su programaci¨®n est¨¢ disponible en una aplicaci¨®n para ¡®smart phones¡¯
Concebido como una gran muestra de cuanto se cuece en el baile flamenco y la danza espa?ola, el Festival de Jerez volvi¨® a su cita anual el pasado viernes con una gala inaugural producida por el propio festival, casi como en los mejores tiempos. La cita, que se extender¨¢ hasta el pr¨®ximo 9 de marzo, retoma as¨ª el pulso que perd¨ªa el pasado a?o, cuando sus espect¨¢culos descendieron un 30%. En esta edici¨®n, la oferta reunida en los cuatro escenarios oficiales ¡ªTeatro Villamarta, Salas Compa?¨ªa y Pa¨²l, y Palacio de Villavicencio¡ª asciende al medio centenar con una media de tres funciones diarias. La recuperaci¨®n, milagrosa para los tiempos que corren, la explica la directora del evento, Isamai Benavente como el resultado de que el festival ¡°se afronte con un compromiso de todas las partes implicadas ¡ªartistas y compa?¨ªas, instituciones y el propio teatro¡ª por estar y mantener el Festival de Jerez. El esfuerzo se ha hecho desde todos los ¨¢ngulos. Las compa?¨ªas y solistas han ajustado el cach¨¦ y han aceptado condiciones de pago que hace unos a?os eran impensables. El Ayuntamiento, la Junta, a trav¨¦s del Instituto Andaluz del Flamenco, y el Ministerio de Cultura, por medio del INAEM, han mantenido los apoyos, al igual que han hecho los colaboradores privados¡±.
Es obligado reconocer que el festival nunca perdi¨® su car¨¢cter, ni siquiera cuando la cita baj¨® de los 30 espect¨¢culos. Siempre mantuvo la calidad y el perfil por el que se le reconoce y que provoca que, durante dos semanas largas, la ciudad se vea transformada por la llegada de un millar largo de visitantes atra¨ªdos por su programa de espect¨¢culos, su ¨¢rea formativa o, sencillamente, por el ambiente que se respira en torno a ¨¦l.
Porque, como en una ocasi¨®n afirm¨® Estela Zatania, periodista norteamericana afincada en Jerez, ¡°el festival es una de esas cosas a las que hay que venir al menos una vez en la vida¡±. El evento se ha convertido en la principal cita mundial del baile flamenco, y sus cursos, m¨¢s de 40 impartidos por autorizados maestros, atraen por s¨ª solos a un millar de cursillistas, el 95% de ellos extranjeros procedentes de m¨¢s de 40 pa¨ªses distintos. Estos no se limitan a aprender y, como explica Benavente, tambi¨¦n compran el abono al teatro, con lo que ¡°cada d¨ªa el festival tiene 500 cursillistas, por lo tanto, el 40% del aforo diario del teatro est¨¢ compuesto por extranjeros o nacional for¨¢neo¡±.
Al nutrido programa oficial hay que sumar las actividades complementarias, la oferta privada paralela, un off festival que no para de crecer con talleres y cursos¡ Durante los 16 d¨ªas del evento, el jerezano se encontrar¨¢ el centro de su ciudad pac¨ªficamente invadido por esos visitantes que aportan color y mucho movimiento. Las cuatro salas donde se ofrece la programaci¨®n est¨¢n cerca, y a todas se puede ir a pie. Es la reconocida ¡°dimensi¨®n humana¡± del festival, como la defini¨® su fundador y primer director, Francisco L¨®pez, que provoca que el festival se palpe casi a cada hora del d¨ªa con frecuentes encuentros, citas y fiestas espont¨¢neas en los bares, restaurantes y, ¨²ltimamente, en los tabancos de la ciudad. Por la ma?ana, un ir y venir de mochilas y faldas (la mayor¨ªa de los cursillistas son mujeres). Por la noche, mientras aparecen los artistas que han trabajado, la charla que disimula esa espesa incertidumbre a la espera de que salte el cante. Los trasnoches de Jerez se han hecho tan famosos que artistas ha habido que se acercan a ellos aun sin tener trabajo en el festival.
La programaci¨®n de esta edici¨®n, que como novedad est¨¢ disponible en una aplicaci¨®n para smart phones, se ha regido, en palabras de su directora, por los patrones que le son habituales. ¡°Un equilibrio entre artistas consagrados y artistas noveles, artistas m¨¢s comerciales y artistas que no lo son tanto, aunque siempre partiendo de la calidad de las propuestas y la diversidad de estilos¡±, apunta. ¡°En este equilibrio radica el atractivo del festival¡±, a?ade Benavente. De esa forma hay que entender un programa que va desde el baile m¨¢s ¨¦tnico de Farruquito, a la representaci¨®n de la danza cl¨¢sica espa?ola con figuras como Antonio M¨¢rquez y La Compa?¨ªa de Est¨¦vez y Pa?os. Los cuatro estrenos tienen sello de mujer con Isabel Bay¨®n, Rafaela Carrasco, Mar¨ªa del Mar Moreno y Leonor Leal. El bailaor El Pipa celebrar¨¢ sus 15 a?os de compa?¨ªa con la recuperaci¨®n de su primer trabajo. Eva Yerbabuena y Roc¨ªo Molina, dos de los seis premios nacionales de Danza presentes en el festival, traen sus ¨²ltimas creaciones, al igual que el Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa. Pero eso es solo en el Villamarta. Las otras tres salas completan la programaci¨®n con cante y toque. Entre ellas, el Giraldillo al Mejor Espect¨¢culo de la pasada Bienal de Sevilla.
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