Una Lisboa californiana
De la renovaci¨®n a la deconstrucci¨®n, Ana Moura hace que el Lara contenga la respiraci¨®n
De la renovaci¨®n del fado a su deconstrucci¨®n. La Adri¨¢ de las esencias musicales lisboetas, Ana Moura, hizo anoche que un repleto Teatro Lara contuviera la respiraci¨®n con su aproximaci¨®n desprejuiciada a un g¨¦nero hasta ahora sacrosanto. Pero ser¨ªa aburrid¨ªsimo rasgarse las vestiduras ahora. El fado simboliza el latido del alma. A case of you figura entre las canciones de amor m¨¢s hermosas de estas cuatro ¨²ltimas d¨¦cadas. Y Joni Mitchell suena, en unas sabias y delicadas manos fadistas, como no pod¨ªa ser de otro modo: a gloria.
El ascendente de la canadiense va m¨¢s all¨¢, en realidad, de esa versi¨®n inesperada. El sonido elegante y sutil de Havemos de acordar, la pieza inaugural de ayer, remite (bajo ac¨²stico, arpegios delicados, percusi¨®n acariciada) a los sonidos de la costa Oeste a principios de los a?os setenta. En efecto, puede que a una Lisboa mecida por la brisa californiana no se la pueda catalogar como fadista, por m¨¢s que repiquetee la cl¨¢sica viola, la guitarra portuguesa (?a la vera de un piano el¨¦ctrico Nord!). Falta la congoja desgarradora, la herida que supura, ese llanto incontenible que se realimenta en las tabernas que habitan los corazones desahuciados. Pero la disquisici¨®n es m¨¢s terminol¨®gica que musical. Porque, musicalmente, casi todo acaba encajando.
El maravilloso Ant¨®nio Zambujo ya hab¨ªa introducido en el fado una ternura y sentido del humor como solo le conoc¨ªamos a Vitorino en la canci¨®n portuguesa (nadie ha superado aquel t¨ªtulo desopilante, Todos os homens s?o maricas quando est?o com gripe). Moura aporta ahora ese jazz tenue, de terciopelo y escobillas, que se le da por descontado a Larry Klein, productor de un disco tan iconoclasta como el reci¨¦n nacido Desfado. Y si queremos retornar a la pureza, teclista y bater¨ªa desalojan el escenario y el tr¨ªo restante acompa?a a Ana en una preciosidad (acelerada) como Porque teimas nesta dor. Sobraron algunos detalles, como esa mon¨®tona exhibici¨®n instrumental de los m¨²sicos, pero el futuro es de las valientes.
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