Los cad¨¢veres de Madrid
Grandes infraestructuras p¨²blicas sin terminar o sin uso han quedado repartidas por la Comunidad como testimonio del exceso inversor de los a?os de bonanza
Al asomarse a la frontera norte de la capital vuelve el recuerdo de que durante a?os Madrid se mir¨® en Abu Dabi para saber qu¨¦ aspecto quer¨ªa que tuviera su futuro. Un skyline de rascacielos como cerillas de cristal, caracolas refulgentes firmadas por los arquitectos de moda. En este balc¨®n de Madrid, con el IFEMA a las espaldas y alrededor un mar de hierba quemada, ahora se pueden contemplar algunos retales de ese sue?o. A la izquierda, las torres de la Plaza Castilla, las que nacieron del vigor de las grandes constructoras torpedeadas por la crisis. Enfrente, el Instituto de Medicina Legal (IML), el ¨²nico edificio levantado en el Campus de la Justicia de Valdebebas: 20 millones de euros vac¨ªos a la espera de uso.
En este rinc¨®n, la semejanza con Abu Dabi se consigui¨® parcialmente. Puede que no en lo grandioso ni lo ic¨®nico, pero s¨ª en que la ciudad parece en su l¨ªmite septentrional un desierto salpicado de edificios con textura de espejismo. Un espacio por el que no se puede transitar sin coche porque no existe transporte p¨²blico. No hay otra forma de llegar al IML, un meteorito met¨¢lico en medio de lo que ten¨ªa que ser el Campus y que, por el momento, es un p¨¢ramo entre el estadio Di Stefano y la Terminal 4 de Barajas.
Una nave vac¨ªa y un parque de bomberos sin uso
Una nave vac¨ªa y un parque de bomberos sin uso
La nave Boetticher (o Catedral de las Nuevas Tecnolog¨ªas, tal y como la bautiz¨® el anterior alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n durante las sucesivas inauguraciones de las obras del centro que protagoniz¨®) lleva prometida desde 1997 y en construcci¨®n desde 2008. La rehabilitaci¨®n de la antigua f¨¢brica de ascensores de Villaverde para convertirla en un vivero empresarial est¨¢ lista; la urbanizaci¨®n de los terrenos donde se asienta, no. Al edificio, de 12.500 metros cuadrados, no llegan luz, agua, alcantarillado, calles, etc¨¦tera. Y no lo har¨¢n al menos hasta mediados o finales de este a?o. Entretanto, el Ayuntamiento debe pagar 380.000 euros al a?o para vigilar esa nave vac¨ªa.
Lejos de la capital, el parque de bomberos de Valdemoro es otra muestra del agotamiento financiero de las cuentas p¨²blicas. Inaugurado en 2010 por el entonces consejero Francisco Granados, el recinto sigue sin entrar en funcionamiento ante la falta de personal para atenderlo. Esta circunstancia motiv¨® sucesivas protestas de los bomberos de la regi¨®n, que han convertido el parque en un paradigma de los recortes en el servicio contra incendios. Pese a gastar 3,4 millones de sus impuestos en la obra, los vecinos de Valdemoro son atendidos por los bomberos de Parla.
Al alien¨ªgena edificio se le conoce popularmente como el donut. Tiene 14.000 metros cuadrados y se espera que un d¨ªa lo ocupen los trabajadores del Instituto Anat¨®mico Forense. Despachos, salas de disecci¨®n y de espera: todo est¨¢ listo para que los m¨¦dicos trabajen; solo falta el equipamiento. En torno a ¨¦l estaba previsto que se levantaran 14 edificios igual de espectaculares para conformar el que iba a ser el complejo judicial m¨¢s importante de Europa. Lo proyect¨® en 2004 el equipo de Esperanza Aguirre nada m¨¢s llegar al poder, y en ¨¦l iban a trabajar Norman Foster y Richard Rogers. Todav¨ªa no se sab¨ªa que el arquitecto del donut, Alejandro Zaera-Polo, iba a pedir que se retirara su nombre de la obra porque no cumpl¨ªa con sus exigencias de calidad. Despu¨¦s de invertir 100 millones en el Campus y tenerlo detenido desde 2009, la Comunidad ha decidido rebajar sus expectativas y relanzar una versi¨®n low cost cuyo sorprendente reclamo es que no contar¨¢ con ¡°arquitectos estrella¡±. En un futuro cercano, el Gobierno regional asegura que trasladar¨¢ all¨ª el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la Audiencia Provincial, la Fiscal¨ªa y los distintos juzgados. Como viene siendo habitual, la soluci¨®n privada fue por la que apost¨® Aguirre antes de marcharse y dejar atado el que iba a ser uno de sus legados arquitect¨®nicos: este a?o la Comunidad asegura que sacar¨¢ a concurso la construcci¨®n y gesti¨®n del complejo por 33 millones de euros anuales, esperando que la operaci¨®n se financie con el alquiler del espacio liberado en los juzgados de plaza de Castilla. Todo eso despu¨¦s de que la colocaci¨®n de la primera piedra del proyecto costara 1,4 millones de euros, en parte financiados por la constructora Begar, implicada en la trama G¨¹rtel.
R¨¦moras del ladrillo
Se trata, una vez m¨¢s, de historias del ladrillo. Al lado de tantas promociones inmobiliarias an¨®nimas que languidecen sin habitantes, la Comunidad aparece salpicada de edificios se?eros vac¨ªos o a medio construir. Se concibieron como s¨ªmbolos de poder, y han terminado si¨¦ndolo de crisis.
La capital no ha sido el ¨²nico municipio de la regi¨®n con proyectos por encima de sus posibilidades. Tampoco el Partido Popular ha estado solo a la hora de impulsar planes temerarios desde las instancias en las que ten¨ªa poder. En Alcorc¨®n (168.523 habitantes) se levanta el Centro de Creaci¨®n de las Artes (CREAA), gran contenedor cultural del que Enrique Cascallana, exalcalde socialista de la localidad, dijo que iba a ser ¡°un Guggenheim¡± en pleno Cintur¨®n rojo. El complejo, de 66.000 metros cuadrados, aspiraba a situar la localidad como centro de la industria cultural. Incluye un auditorio con 1.500 butacas, un escenario de circo de 600 localidades, dos salas de exposiciones y un ¨¢rea de congresos con 1.292 metros cuadrados. Tambi¨¦n caballerizas.
El CREAA est¨¢ ubicado en el barrio obrero de San Jos¨¦ de Valderas. Son nueve edificios de arquitectura vanguardista pero contenida. Bajo los voladizos de acero y cristal de las fachadas, el suelo se encuentra cubierto de malas hierbas, y a trav¨¦s de las ventanas pueden verse huecos en el techo de los que penden caracoles de cables. La espalda del complejo es una loma que deber¨ªa estar cubierta de c¨¦sped como si fuera una prolongaci¨®n del parque adyacente. En la pr¨¢ctica, solo hay hierba pajiza, vallas y un nuevo ret¨¦n de vigilancia con el que evitar que contin¨²en entrando grafiteros a firmar los paneles de vidrio de la torre del circo.
Las obras siguen congeladas a pesar de que la inauguraci¨®n se fij¨® para 2011. Faltan 40 millones para terminar y se han invertido ya 100. La financiaci¨®n depend¨ªa de Emgiasa, una empresa municipal encargada de construir la vivienda p¨²blica que impuls¨® el crecimiento del municipio, pero que ahora se encuentra con una deuda de 333 millones. El actual Consistorio (PP) asegura que el edificio, listo al 70%, estar¨¢ terminado antes del final de la legislatura, pero que hasta que el Consistorio no aligere sus deudas (unos 500 millones) no tienen dinero para recomenzar los trabajos. En el PSOE afirman que estos se detuvieron sin necesidad porque la estrategia de los populares pasa por escenificar que la gesti¨®n de Cascallana ha sido err¨®nea, y que David P¨¦rez, el nuevo alcalde, terminar¨¢ las obras a tiempo de apuntarse el tanto.
En el Ayuntamiento admiten que no solo ignoran c¨®mo acabar el complejo: tampoco tienen del todo claro con qu¨¦ llenarlo. Aseguran que ser¨¢ de uso p¨²blico y que est¨¢n muy avanzadas las conversaciones con dos empresas para cerrar un patrocinio que permita a partir de este mismo a?o relanzar el proyecto. Una posibilidad es incluirlo en el circuito de centros de convenciones. ¡°Es lo que ya est¨¢n haciendo muchas instalaciones similares que ya funcionan en Madrid¡±, asegura un portavoz. Efectivamente, el descalabro de proyectos como el CREAA al menos ha permitido correr un tupido velo sobre lo relativo del ¨¦xito de muchas otras infraestructuras que s¨ª consiguieron terminarse. Ah¨ª est¨¢n los 125 millones de la reforma del palacio Cibeles, la semidesierta Caja M¨¢gica, o el estadio de la Peineta, a la espera de una oportunidad de redenci¨®n mediante el Atl¨¦tico de Madrid y los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020. En la misma liga juega el centro cultural Conde Duque, rehabilitado por 70 millones y que hace unos meses el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, defini¨® como "un sal¨®n de bodas, bautizos y comuniones" porque contin¨²a tan vac¨ªo que alquila sus espacios a cualquier acto privado m¨ªnimamente rentable.
En Boadilla del Monte (46.151 habitantes) conocen bien la distancia que media entre los proyectos y su materializaci¨®n. Este a?o se rescindi¨® el contrato de la Ciudad del Deporte. La obra ha costado 16,9 millones y est¨¢ a medias. Arturo Gonz¨¢lez Panero, antiguo alcalde e imputado en el caso G¨¹rtel, adjudic¨® por 30,5 millones el mayor contrato de la historia del municipio: 45.000 metros cuadrados para un campo de f¨²tbol, pista de atletismo, piscina y gimnasio. Tras numerosos giros contractuales y judiciales (Hisp¨¢nica, la constructora original, tambi¨¦n est¨¢ implicada en la trama de Correa), las obras est¨¢n detenidas y lo que ya se hab¨ªa levantado se presenta tan deteriorado que, si se retoman los trabajos, habr¨ªa que rehacer mucho de lo ya hecho.
Una terminal subterr¨¢nea
No siempre se obr¨® con intenciones aviesas. El exceso de ego fue un ingrediente importante de los a?os del boom inmobiliario. Madrid siempre apostaba por lo m¨¢s grande de lo grande. La estaci¨®n intercambiador de Nuevos Ministerios se inaugur¨® en 2002 como el mayor intercambiador de Europa, con un servicio que solo se ofrec¨ªa en Hong Kong: facturar en la estaci¨®n de metro para que desde all¨ª las aerol¨ªneas transportaran las maletas al aeropuerto.
Se colocaron 34 mostradores con cintas de facturaci¨®n, oficinas de venta de billetes, de alquiler de autom¨®viles, una comisar¨ªa, un aparcamiento de 60 plazas y una bolsa de taxis. En la planta inferior, de 2.000 metros cuadrados, se ubicaron las instalaciones de tratamiento de equipajes y el muelle de carga.
Todo ese espacio ahora est¨¢ vac¨ªo, los mostradores abandonados y el aparcamiento sellado con una cinta. La facturaci¨®n en Nuevos Ministerios solo funcion¨® hasta principios de 2006. El servicio siempre fue deficitario, as¨ª que cuando se cort¨® temporalmente el metro para las obras de la T4, Iberia, Spanair y Air Europa aprovecharon para desmontar sus mostradores. Barajas no est¨¢ tan lejos de la capital como para justificar el montaje; Nuevos Ministerios tampoco est¨¢ tan c¨¦ntrico. La facturaci¨®n on line ha acabado siendo la soluci¨®n preferida por los viajeros.
AENA asegura que no gast¨® nada en aquellas instalaciones m¨¢s all¨¢ de las cintas de equipaje -que luego reutiliz¨® en Barajas- y el concurso para transportar las maletas, cancelado tras el fin del proyecto. Metro no confirma cu¨¢nto dinero se invirti¨® en las obras ni qu¨¦ se har¨¢ con el espacio vac¨ªo; solo apunta que fueron obras financiadas por la Comunidad.
Mientras, el vest¨ªbulo de la terminal fantasma contin¨²a vac¨ªo, con 34 mostradores que no operan. Todo est¨¢ bajo tierra. Es otro de los cad¨¢veres de la crisis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.