?Un avance del municipalismo?
La reforma local de Montoro es un ataque a la capacidad de los ayuntamientos para actuar en beneficio de sus ciudadanos
Hace unos d¨ªas, el ministro Montoro present¨® como ¡°un avance del municipalismo¡± lo que en realidad es un ataque en toda regla a la capacidad de los ayuntamientos de influir y actuar en beneficio de sus ciudadanos. El anteproyecto de ley presentado, que modifica sustancialmente la vigente ley de bases de r¨¦gimen local, convierte a los gobiernos locales en administraciones perif¨¦ricas, sometidas a la tutela jer¨¢rquica e invasiva de Diputaciones, Comunidades Aut¨®nomas y de la Administraci¨®n General del Estado. En este sentido, no solo no avanzamos, sino que retrocedemos muchos a?os, volviendo a la concepci¨®n jer¨¢rquica que confunde racionalizaci¨®n y eficiencia con centralismo y disciplina.
??A qui¨¦n se le puede ocurrir en plena l¨®gica de gobierno multinivel, con competencias cruzadas de un sinf¨ªn de administraciones en cada espacio territorial, postular esa simplista idea de ¡°una competencia, una administraci¨®n?¡±. Es evidente que la frase vende. Y conecta bien con ese imaginario que busca racionalizar simplificando y delimitando. Pero cualquiera que conozca un poco el funcionamiento real de las pol¨ªticas p¨²blicas hoy, sabe que eso es pura demagogia, apta solo para ciudadanos c¨¢ndidos, y de esos cada vez quedan menos. ?C¨®mo se puede marginar al grueso de los ayuntamientos de los temas sociales en momentos como estos? A cualquier alcalde o concejal realmente preocupado por lo que est¨¢ pasando le sonar¨¢ familiar la frase del ex alcalde de Vitoria, Jos¨¦ ?ngel Cuerda: ¡°D¨®nde acaban mis competencias, empiezan mis incumbencias¡±.
Si uno defiende una mirada pol¨ªtica y democr¨¢tica de los ayuntamientos, no puede aceptar que se conviertan en oficinas administrativas desconcentradas, sin autonom¨ªa de decisi¨®n ni asunci¨®n de responsabilidades. Porque esa es otra. Para defender el giro centralizador y jer¨¢rquico, el argumentario montorista se fundamenta en evitar un despilfarro municipal que se da por supuesto, y defender la eficiencia administrativa y el sacrosanto equilibrio presupuestario consagrado por PP-PSOE en la reforma del art¨ªculo 135 de la Constituci¨®n perpetrada en el 2011. Muchos ayuntamientos a estas horas deben acordarse de la frase pintada en una calle de Atenas: ¡°Rogamos dejen de salvarnos¡±. El texto deja sin contenido la autonom¨ªa municipal consagrada en esa misma Constituci¨®n y amplia la concepci¨®n de ¡°competencias impropias¡± a una escala que parece a todas luces excesiva.
En el fondo, se niega la condici¨®n de instituci¨®n pol¨ªtica y democr¨¢tica a los gobiernos locales, al reducir sus funciones b¨¢sicas a lo m¨ªnimo y extender la provincializaci¨®n forzosa o preferente a todo tipo de competencias y servicios. Ahora resultar¨¢ que el futuro del municipalismo est¨¢ en las Diputaciones, instituciones opacas donde las haya, sin control democr¨¢tico directo de los ciudadanos, y que si tienen sentido, es precisamente como espacio de apoyo y de respaldo a los gobiernos locales, no como ente engullidor y sustitutivo. S¨®lo faltaba que en el texto se afirme que lo que se pretende es ¡°favorecer la iniciativa econ¨®mica privada¡±, argumentando burocratismos e intervencionismos obsoletos, para entender que la crisis se aprovecha para reforzar una concepci¨®n que mezcla funcionarizaci¨®n (m¨¢s espacio para ¡°habilitados nacionales¡±) con apertura mercantil a servicios hasta ahora en manos municipales.
?Funcionaba todo bien hasta ahora en el mundo local? ?No era necesario cambiar concepciones y disfunciones? Las cosas no funcionaban bien y es necesario innovar y transformar. Pero, desde una concepci¨®n que parta del reconocimiento de la autonom¨ªa municipal, del valor de la proximidad en los servicios p¨²blicos, de la importancia de la diferencia y de la identidad locales, y, sobre todo, de la idea que todo cambio exige implicaci¨®n y proyecto compartido desde abajo. Necesitamos m¨¢s y no menos municipalismo, Sin duda hay demasiados ayuntamientos, algunos han hecho barbaridades en estos a?os, existe confusi¨®n competencial..., pero la cosa no se arregla con autoritarismo, demagogia y simplificaci¨®n, hablando de sueldos y de derroche precisamente el ministro de Hacienda del actual gobierno espa?ol. Huele una vez m¨¢s a maniobra de castigo a los menos fuertes, porque a los que deber¨ªa disciplinarse, a esos, se les debe demasiado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.