Un acuerdo entre Aurelia Rey y su casero paraliza su desahucio

Aurelia Rey, costurera jubilada de 85 a?os, tiene dos meses para dejar el piso de alquiler de renta antigua en el que vive, en el centro de A Coru?a, desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas. Un acuerdo con sus caseros, alcanzado de madrugada, permiti¨® suspender su desalojo forzoso, que estaba previsto de nuevo para ayer por la ma?ana. Ordenado por sentencia firme tras retrasarse en dos ocasiones en 14 a?os ¡ªla primera en 1999, la segunda en 2011¡ª en el pago de la mensualidad (126 euros), la presi¨®n ciudadana, capitaneada por Stop Desahucios, impidi¨® la marcha forzada de su vivienda.

Entre l¨¢grimas, aplausos y gritos de ¡°s¨ª se puede¡± recibieron ayer los activistas, acampados en el portal del edificio desde hace una semana, el anuncio de esa ¡°soluci¨®n amistosa para poner fin a un conflicto vecinal de forma pactada¡±, resumi¨® el abogado Antonio V¨¢zquez. Asumi¨® de forma desinteresada la defensa de la octogenaria, tras los altercados la semana pasada, con la participaci¨®n de diputados y concejales de la oposici¨®n, que impidieron a los funcionarios judiciales ejecutar la orden de desalojo. Bomberos de A Coru?a tambi¨¦n se negaron a reventar la cadena que cerraba el portal del edificio. Un juzgado de A Coru?a abri¨® diligencias por estos incidentes.

Paralizar ¡°una sentencia en firme y en tr¨¢mite de ejecuci¨®n¡±, insisti¨® ayer el letrado de Aurelia, constituye ¡°un hito muy importante frente a una ley manifiestamente injusta¡±. Se refiere a la norma que permite desahucios inmediatos cuando un inquilino no abona o se retrasa en el pago del alquiler.

Poco se sabe ¡°por razones de confidencialidad¡± del acuerdo por escrito alcanzado con los due?os de la vivienda. La anciana, sin hijos y con su familiares m¨¢s pr¨®ximos residentes en Buenos Aires, vive sola, con una pensi¨®n menor de 400 euros al mes. Su abogado se neg¨® a confirmar si el acuerdo incluye alguna contraprestaci¨®n econ¨®mica por parte de los arrendatarios del piso con alquiler de renta antigua. Tan s¨®lo precis¨® que se pact¨® el traslado de Aurelia a otra vivienda. ¡°La ayudar¨¢n¡± en la busca, una cuesti¨®n en la que la Administraci¨®n ¡°tiene mucho que decir¡±, subray¨® V¨¢zquez.

Miembros de Stop Desahucio, acompa?ados de concejales del BNG y de Izquierda Unida, se tomaron al pie la letra esa afirmaci¨®n. Tras celebrar la paralizaci¨®n del desalojo, tomaron durante varias horas las oficinas de Servicios Sociales del Ayuntamiento de A Coru?a. Una quincena de personas, entre ellos cuatro ediles, estuvieron hasta las 16.45 horas encerrados, reclamando una entrevista con alg¨²n cargo local para lograr el compromiso de ¡°una vivienda digna para Aurelia¡±, o en todo caso un alquiler o ayuda social. Pero fracasaron. Tras horas de negociaci¨®n con la polic¨ªa local, que cerr¨® el acceso a esa sede municipal, se marcharon. El edil de Servicios Sociales se neg¨® a recibirlos ¡°bajo presi¨®n¡±.

En pleno conflicto, la semana pasada, Aurelia rechaz¨® los dos pisos de alquiler social que le ofreci¨® la Xunta por estar en barrios a la entrada de A Coru?a, muy alejados de su entorno social. La octogenaria tambi¨¦n se neg¨® a ingresar en una residencia.