¡°Hemos llegado a castigar la solidaridad¡±
Rafael Lara lleva 20 a?os en la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa. ¡°He sentido impotencia por no poder parar el sufrimiento¡±
Ped¨ªa limosna y muri¨® a las puertas de un banco. Antonio El Portugu¨¦s, conocido indigente de C¨¢diz, se convirti¨® la semana pasada en otra v¨ªctima de la exclusi¨®n. La Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa ha organizado una concentraci¨®n en su memoria. Y tambi¨¦n de condena contra la falta de protecci¨®n, el desprecio social y las pol¨ªticas inhumanas. Es la ¨²ltima acci¨®n de este colectivo con 20 a?os de existencia. Rafael Lara, su actual portavoz en C¨¢diz y responsable de relaciones internacionales en Andaluc¨ªa, siempre ha estado ah¨ª. Y en dos d¨¦cadas la lucha no ha cesado. ¡°He sentido impotencia¡±, admite al ver que no siempre sus batallas dan resultado. Y ahora todo se agrava. ¡°Hay m¨¢s represi¨®n. Hemos llegado al punto de castigar la solidaridad¡±.
Para hablar de la creaci¨®n de este colectivo, Lara recuerda a Diamantino Garc¨ªa, el precursor de aquel movimiento que aglutin¨® pacifistas, sindicalistas, trabajadores sociales, ciudadanos de a pie preocupados por la dignidad de la persona y el cumplimiento de los derechos humanos. ¡°Entonces hab¨ªa tambi¨¦n desahuciados, desfavorecidos y excluidos¡±. La asociaci¨®n, m¨¢s que prestar una asistencia como hac¨ªan ya otras organizaciones, se centr¨® en vehicular la denuncia sobre personas discriminadas. ¡°Han pasado 20 a?os pero los problemas esenciales de ahora tambi¨¦n exist¨ªan entonces. Y m¨¢s en Andaluc¨ªa con una econom¨ªa d¨¦bil, centrada en los servicios y el turismo, con el campo a punto de desaparecer y much¨ªsimos problemas de exclusi¨®n¡±.
Entonces empezaron las oleadas de pateras. Y Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa se convirti¨® en la voz de la protesta contra agresiones a principios b¨¢sicos. ¡°Recuerdo que Diamantino lleg¨® a visitar la plaza de toros de T¨¢nger, en Marruecos, en la que metieron a miles de personas para devolverlas a sus lugares de origen. Se cometieron verdaderas barbaridades. Y se siguen cometiendo¡±. Lara presenta anualmente el informe Frontera Sur, en colaboraci¨®n con organizaciones internacionales, que analiza el n¨²mero de v¨ªctimas de inmigraci¨®n clandestina y el nivel de represi¨®n que sufren en otros pa¨ªses. ¡°La represi¨®n sigue y hay una vulneraci¨®n continua y grave de derechos b¨¢sicos de los seres humanos¡±, dice tajante.
La crisis en Espa?a no ha hecho desaparecer los viajes clandestinos por el Estrecho. La asociaci¨®n recuerda que en Argelia o Marruecos miles de subsaharianos aguardan la partida y en unas condiciones muy precarias. ¡°La presi¨®n contra ellos ha aumentado, el racismo est¨¢ creciendo en ?frica¡±, asegura.
Subirse a la marea
- La lucha hist¨®rica de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa se ha encontrado en estos ¨²ltimos meses con m¨²ltiples movimientos sociales que buscan el mismo fin: la protecci¨®n de derechos b¨¢sicos y la denuncia de los ataques m¨¢s importantes contra ellos.
- Rafael Lara cree que la sociedad tiene dos salidas: aguantar medidas cada vez m¨¢s favorables a los ricos y de represi¨®n a los que se opongan, o iniciar acciones para fortalecer al ciudadano y evitar los abusos. ?l se sube a la marea.
- "Las plataformas contra los desahucios o las mareas son ejemplos de movilizaciones con una enorme trascendencia", sostiene Lara.
Es la crisis cr¨®nica de los que nunca han tenido nada. Y contra ellos han estado los centros de internamiento, los hacinamientos, las bodegas de los barcos, las vendas en los ojos para no ver su sufrimiento. Las denuncias de Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa serv¨ªan para quitarlas, para evitar que la sociedad siguiera ciega.
Y esa lucha ha tenido su precio. ¡°Hemos sufrido la persecuci¨®n de la polic¨ªa y de las administraciones. Yo recuerdo todav¨ªa la compa?era de Tarifa a la que se le impuso una multa enorme porque particip¨® en una manifestaci¨®n en defensa de los derechos de los inmigrantes. Hemos llegado al punto de castigar la solidaridad¡±, repite Rafael Lara. Y explica que ese castigo a la solidaridad ha crecido con el Gobierno de Mariano Rajoy. ¡°Cuando vimos los resultados de las elecciones temimos una tolerancia cero a los movimientos sociales, pero es que ha sido mucho peor¡±, cree. Y lo ejemplifica con las prohibiciones de manifestaciones y concentraciones de colectivos. ¡°Es la represi¨®n de todo el que se mueva¡±, a?ade.
Recuerda la creaci¨®n en Granada de una coordinadora antirrepresi¨®n. ¡°Se criminaliza al que protesta, nos tachan de antisistema, de violentos, de delincuentes. Tratan de desprestigiarnos. Es su coraza. Es una pol¨ªtica de autismo frente a los problemas¡±, declara.
Lara arremete contra el Gobierno del PP pero no salva al PSOE en la Junta de Andaluc¨ªa. ¡°Llevan 30 a?os y tienen que tener alguna responsabilidad. No se puede echar balones fuera continuamente y culpar siempre a Madrid. Han fallado en muchas cosas: no tenemos ley de inclusi¨®n, no se han aprobado las rentas b¨¢sicas que establece el Estatuto de Autonom¨ªa, se ha eliminado el servicio de orientaci¨®n jur¨ªdica de presos porque no se han puesto de acuerdo con el Gobierno¡±, enumera. ¡°Tambi¨¦n han recortado en salud y educaci¨®n. Vale que menos que en otras comunidades pero lo han hecho. Lo que tienen es que enfrentarse al Gobierno central y no perder ninguna nueva oportunidad como han venido haciendo hasta ahora¡±.
La lucha de Rafael Lara sigue. Con derrotas y triunfos. Como la muerte de Antonio El Portugu¨¦s, un excluido que no encontr¨® entrada al sistema. A ¨¦l dedic¨® Pro Derechos Humanos su ¨²ltima concentraci¨®n. Pero tambi¨¦n ha habido victorias. ¡°Son peque?as pero llenan de satisfacci¨®n como cuando evitamos que una inmigrante sea expulsada porque le hemos conseguido ayudar con los papeles¡±. Lara pone voz a su asociaci¨®n con la impotencia natural del que no puede resolver los grandes problemas. ¡°No es una frustraci¨®n porque no tengo esperanzas de que las cosas cambien de un d¨ªa para otro, pero s¨¦ que lo hacemos es ¨²til. En las peque?as y las grandes cosas. Cuando ayudamos a una persona o cuando presionamos para cambiar una ley¡±. Y es cuando encuentra nuevas razones para seguir al frente. ¡°Hay sufrimiento pero tenemos mecanismos para aliviarlo¡±.
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