Los Ayuntamientos se aferran de nuevo al urbanismo para reactivar la econom¨ªa

Recalificaci¨®n. Modificaci¨®n puntual del PGOU. Macroproyecto urban¨ªstico. Iniciativa privada millonaria. Estos cuatro conceptos, como otros muchos que vertebraban los discursos pol¨ªticos en los a?os de bonanza, quedaron enterrados cuando estall¨® la burbuja. Ni los alcaldes quer¨ªan usarlos ni, aunque quisieran, hab¨ªa raz¨®n para hacerlo. Y de repente, con las cifras del desempleo desatadas y las cuentas de las Administraciones en n¨²meros rojos, varios Ayuntamientos han sorprendido en las ¨²ltimas semanas con el anuncio de operaciones urban¨ªsticas que recuerdan mucho a las de hace una d¨¦cada.

Ya lo hizo en verano Tarifa, con el anuncio de un complejo hotelero y viviendas en el paraje de Valdevaqueros. M¨¢s recientes son los planes del Ayuntamiento de C¨®rdoba, que tiene sobre la mesa un proyecto de ocio y deportivo promovido por el grupo Trem¨®n con una inversi¨®n privada de 141 millones de euros. La Gerencia de Urbanismo de Sevilla ha aprobado cambios en su Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) para permitir la construcci¨®n de aparcamientos rotatorios en el casco hist¨®rico y cambiar la calificaci¨®n de varias parcelas para que puedan tener uso residencial o comercial. En Ja¨¦n, con una poblaci¨®n de 117.000 habitantes, el gobierno municipal ha proyectado la construcci¨®n de 10.000 viviendas, la mayor¨ªa de promoci¨®n p¨²blica.

Los m¨¢s optimistas creen que estas iniciativas obedecen a una muy incipiente recuperaci¨®n de la actividad empresarial. Pero la mayor¨ªa ve s¨ªntomas de que algunos alcaldes vuelven a aferrarse a la construcci¨®n como locomotora econ¨®mica. El concejal de Urbanismo de Ja¨¦n, Javier M¨¢rquez (PP), defiende que operaciones como las que ha planteado pueden abrir una v¨ªa para salir de la crisis. El edil asegura que no se est¨¢ promoviendo ning¨²n ¡°crecimiento alocado¡±, sino viviendas ¡°en funci¨®n de una demanda real y efectiva¡±, informa Gin¨¦s Donaire. ¡°Las viviendas no son una inversi¨®n, sino una necesidad¡±, asegura. La oposici¨®n municipal, sin embargo, advierte de que en el registro municipal de viviendas apenas hay inscritas 2.000 personas, frente a las 10.000 casas que plantea el gobierno local.

El urbanismo puede ser un mecanismo de desarrollo, pero no de financiaci¨®n municipal Manuel Gonz¨¢lez Fustegueras, arquitecto

El objetivo que aseguran perseguir los alcaldes con estas operaciones es doble: sanear las arcas municipales y revitalizar la actividad econ¨®mica y, con ella, la creaci¨®n de empleo. Pero, en esa estrategia ?hay peligro de que se est¨¦ abonando otra vez el terreno para hacer del urbanismo la mejor fuente de ingresos de los Ayuntamientos? Esa deber¨ªa ser, seg¨²n el arquitecto Manuel ?ngel Gonz¨¢lez Fustegueras, la l¨ªnea roja. ¡°El urbanismo puede ser un mecanismo de desarrollo, pero no de financiaci¨®n municipal¡±, advierte.

Fustegueras, redactor de varios de los PGOU aprobados en los ¨²ltimos a?os en Andaluc¨ªa, entre ellos los de Sevilla y Marbella, admite cambios en los planes generales cuando son para mejorar la ordenaci¨®n vigente. ¡°Ese es el requisito legal y hay que justificarlo de forma expresa¡±, se?ala. Bajo esta premisa Ja¨¦n podr¨ªa construir tantas viviendas como considerara necesario dentro de los topes m¨¢ximos que marca el Plan de Ordenaci¨®n Territorial de Andaluc¨ªa (POTA) ¡ªel 40% del suelo urbanizable y el 30% de la poblaci¨®n¡ª. Y Jerez, que ha optado por regalar suelo para nuevas actividades econ¨®micas, no corre en principio peligro de volver a desordenar lo ordenado si los terrenos que ofrece ya estaban pensados para actividades econ¨®micas e industriales.

M¨¢s cr¨ªtico es Fustegueras con cambios de los PGOU que, aunque se presentan como ¡°puntuales¡±, implican modificaciones sustanciales del modelo de ciudad. Esto es lo que ocurre, opina el arquitecto, con algunas de las ¨²ltimas decisiones del Ayuntamiento de Sevilla, como el cambio de calificaci¨®n de varias parcelas para darles uso comercial o el fin del veto a los aparcamientos en el casco hist¨®rico. ¡°Eso s¨ª que es una modificaci¨®n estructural y una afecci¨®n al modelo de ciudad. La ¨²nica justificaci¨®n es que, como se ha eliminado el Plan Centro entran m¨¢s coches y faltan aparcamientos, pero eso no es una justificaci¨®n v¨¢lida, es una decisi¨®n que se tom¨® sabiendo que el plan era como era¡±, advierte.

Todos nos volvimos un poco locos proponiendo todo tipo de proyectos, algunos inviables Miguel Rus, presidente de Gaesco

Los dos grupos de la oposici¨®n al gobierno de Juan Ignacio Zoido rechazan estos cambios con argumentos similares a los que arguye Fustegueras. El portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, habla de ¡°una gran intervenci¨®n¡± que bajo la f¨®rmula de modificaci¨®n puntual esconde ¡°toda una subversi¨®n del PGOU¡±. ¡°Vuelve un modelo de ciudad y de econom¨ªa sustentado en el urbanismo. Y este modelo es uno de los grandes or¨ªgenes de la crisis que padecemos¡±, advierte Torrijos.

Al dirigente de IU le molesta especialmente que los alcaldes defiendan estos planes urban¨ªsticos ¡°con la gran excusa del empleo¡±. ¡°Usan algo tan sensible como el desempleo para plantear grandes operaciones urban¨ªsticas. Y como nosotros nos oponemos parece que no queremos que se cree empleo. Pero es que no todo vale¡±, lamenta Torrijos, convencido de que lo que busca el gobierno municipal de Sevilla es sobre todo abrir la puerta a futuras operaciones de especulaci¨®n urban¨ªstica.

El portavoz del PSOE y exconsejero de Vivienda y Ordenaci¨®n del Territorio Juan Espadas, cree que, antes de llegar a los cambios concretos que est¨¢n proponiendo algunos municipios, hay un problema de fondo: para algunos sectores, la planificaci¨®n urban¨ªstica es un inc¨®modo cors¨¦ que impide la libertad de movimientos. ¡°A muchos no les gusta tener que sujetarse a nada que dificulte la posibilidad de decidir lo que m¨¢s te convenga en cada momento¡±, afirma Espadas. ¡°Esto es verdad¡±, apunta el socialista. ¡°La planificaci¨®n puede ir contra la libertad de mercado. Pero por eso la defendemos los que creemos que el territorio no se puede manosear a gusto de quien tenga m¨¢s dinero¡±.

En el caso de Sevilla, Espadas sostiene que el PGOU, aprobado en 2006, sigue siendo v¨¢lido. El problema, advierte, es que el responsable de desarrollarlo (el gobierno municipal) no sabe hacerlo. ¡°El plan es impecable desde el punto de vista conceptual y te¨®rico¡±, asegura. ¡°Pero hay que tener capacidad para buscar inversiones que puedan desarrollarse en aquellos lugares donde t¨² has decidido que tiene que haber una inversi¨®n determinada¡±. ¡°Se pueden hacer modificaciones puntuales, pero tienen que responder a una l¨®gica. Y aqu¨ª las modificaciones que se han hecho es porque ha aparecido un se?or con una cartera a decir lo que necesita¡±, se?ala.

No opina lo mismo el presidente de la Asociaci¨®n Sevillana de Constructores y Promotores de Obras (Gaesco), Miguel Rus, que defiende una dosis de lo que tras los a?os del boom se demoniz¨® como el urbanismo a la carta. En su opini¨®n, los planes generales deben tener cierta ¡°flexibilidad¡± para adaptar los suelos a los usos que se demanden en cada momento. Rus, que preside tambi¨¦n la Confederaci¨®n de Empresarios de Sevilla (CES), teme que mientras los bancos mantengan cerrada la financiaci¨®n al sector de la construcci¨®n, sobre todo al de viviendas, no habr¨¢ una recuperaci¨®n real, aunque apoya que se vayan haciendo cambios en el planeamiento ¡°para que inversiones interesantes se puedan hacer realidad¡±.

Rus muestra ¡°cierto optimismo¡±. ¡°Hace uno o dos a?os los empresarios no escuch¨¢bamos la posibilidad de proyectos. Ahora, s¨ª. Hay ideas y se hacen modificaciones para hacerlas viables¡±, afirma el empresario, que, con todo, cree que el sector de la construcci¨®n ¡°no va a volver a ser lo que era¡±. ¡°Ni debe serlo¡±, advierte. ¡°Todos nos volvimos un poco locos proponiendo todo tipo de proyectos, algunos de ellos inviables¡±.